El Contractualismo

El contractualismo; el estado como necesidad social.

“El hombre nace libre, pero en todos lados esta encadenado” – Jean Jackes Rousseau. Si bien sabemos las libertades que como hombres tenemos, también debemos tener presente las limitaciones que poseemos. Cabe resaltar que cuando hablo de limitaciones no me refiero a las físicas sino a todas aquellas que son aceptadas mediante el contrato social existente, así pues, debemos conocerlas, estudiarlas y tenerlas claras,

Thomas Hobbes Afirma que en el estado de naturaleza el hombre vive una guerra de todos contra todos. «El hombre es un lobo para el hombre.» Pero, al mismo tiempo, este mismo hombre, incluso en el estado de naturaleza, sigue siendo un ser racional y tiende a superar el desorden y la inseguridad. Con el fin de lograr su seguridad y superar el peligro que el estado de naturaleza implica, los individuos ceden sus derechos en favor de un tercero, surgido de este contrato: el Estado o la República. En ese orden de ideas debo hacer referencia al pacto planteado por Hobbes, este comienza diciendo que siendo los hombres malvados e inteligentes aceptasen un pacto entre ellos, este consistirá en pasar todo su poder de individuo a un soberano o corporación el cual actuara con orden y paz.

En cuanto a John Locke es posible afirmar que este nos invocaba la creación o existencia de sociedades políticas a causa del contractualismo; al igual que Hobbes este concluye que el estado en ese afán de llevar a cabo el contrato debe actuar de la mano con la seguridad y la paz. Este inicia su argumentación en la naturaleza del hombre y las libertades que este posee en cuanto hablamos de que pueden hacer con ellos y sus propiedades lo que mejor les convenga y tiene razón, hasta este momento utilizo la misma argumentación de Hobbes en cuanto a la naturaleza.

Por otro lado tenemos al padre del contrato social Jean Jaques Rousseau, este se enmarca en dos estados, el de naturaleza y el estado social, el primero nos indica un antecedente de la felicidad del hombre, y nos muestra con anterioridad la manera ideal de vivir, mientras que el estado social nos habla del presente, este designa la real situación presente en la que, al vivir en sociedad (en determinado orden y estructura social), el hombre se hace malo, está movido por el «amor propio» o insaciable egoísmo (deviene «hombre artificial») y rige la injusticia, la opresión y la falta de una auténtica libertad.

Luego de tener claro cada uno de los pensamientos de estos tres filósofos inclinados al derecho es posible hacer una analogía entre Hobbes y Locke, ya que a estos les resulta indispensables y se siente bien con el hecho de designar su poder a un soberano o a una corporación, con el fin de realizar un contrato, es válido resaltar que al ser este un contrato es un acuerdo de voluntades que implica obligaciones pero confiere derechos, este realiza con el fin asegurar los derechos intrínsecos del hombre siempre y cuando el estado cumpla con su parte de orden, paz y seguridad,

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