Contrato Social
omarderecho17 de Febrero de 2014
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Introducción
Su autor, Juan Jacobo Rousseau, del que nos interesa plasmar en este trabajo sus ideas, mas que el libro en general.
Con un poco de su historia conoceremos más sobre él, de su forma de pensar y de todo lo que logró.
En sus tiempos, era como fuera de su época, conoció a personas de toda clase social, desde la mas alta, hasta la mas baja. Con muchas vivencias, con un historial, negativo muy extenso para su tiempo; sufrió, así como gozo de fama, lo persiguieron, así como fue amado por muchas personas.
Su época, es importante mencionarla, ha esta Rousseau le debe su fama.
Cuando Rousseu nació su madre murió y su padre un relojero, fue el que lo enseñó a leer sobre todo a Plutarco, quien se convirtió en su autor favorito y fue este el que le enseñó e inspiró el espíritu libre y republicano.
Cuando cumplió diez años le confiaron su educación al pastor Boissey.
Fue varias veces colocado como aprendiz y en muchas ocasiones fue despedido, hasta que en 1725 fue aprendiz de grabador, y se le instruyó en buenas costumbres y religión.
En 1728 decidió emprender una vida nueva y llena de aventuras después narradas en un libro llamado “Confesiones”.
Pasó mucho tiempo errante de un lado para el otro sin conseguir trabajo fijo. Intentó de todo desde la religión hasta la música en esta última encontró refugio para subsistir.
Pero aun no surgía lo peor vino una época más oscura, en el cual no llegaba a encontrarse del todo.
Escribió un ensayo que lo llevaría a descubrir el significado de su época oscura ya que de allí tomo todos las experiencias para hacer lo que más le gustaba: escribir.
Hizo varios escritos importantes, pero el que nos servirá para comprender su actividad escrita, es la llamada Emile la cual fue prohibida por el parlamento de París y este gran filósofo fue exiliado.
Paso los primeros años de su exilio en Neuchatel, pero sus demás escritos fueron escandalizados y volvió a huir primero a Berna y en 1766 a Inglaterra. En este lugar gozo de tranquilidad, y hasta privilegios. No obstante jamás pudo librarse de las sospechas y murió en 1778 con indicios de asesinato.
En esta época comenzaban a surgir filósofos que hablaban acerca de las formas de gobierno ya que fue cuando los reyes tenían, según todo el pueblo, su poder y este era de orden divino y por esto, los reyes, eran demasiado tiranos, injustos, y había que seguir ordenes para cumplir simplemente un antojo, un berretín. La nobleza a la que le pertenecían muchísimos privilegios económicos y el clero que compartía la misma suerte del anterior; estos dos se dividen a su vez en alta nobleza y alto clero, por un lado y baja nobleza y bajo clero por el otro. Los primeros vivían disfrutando de un sin fin de privilegios, y los segundos mas bien tenían una vida mas humilde sobre todo los del bajo clero que pertenecían en realidad a las masas pobres.
Existe un tercer estado, llamado “Estado llano” que eran todos los que no gozaban de privilegios. Que por supuesto eran la mayoría de la población y está era la causa de la grandiosa época llamada Ilustración. Dentro de esta, está “ Despotismo Ilustrado” los gobernantes conservan todo el poder pero para servir al pueblo; existe una frase célebre dicha por José II de Austria “ Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” simplemente se actuaba a favor del pueblo pero sin intervención de este.
Ilustración que fue un movimiento mas que nada cultural e ideológico, trata de la liberación del espíritu, ya empezado en el Renacimiento que culmina, con una obra que pretende reunir todo el saber de la época, llamado Enciclopedia en él están obras de ideas revolucionarias, que van en contra del poder absoluto del rey y trata de introducir a la burguesía en el gobierno. Entre los principales colaboradores están D´Alembert, Holcach, Helvecio, Voltaire, Montesquieu y Rouseeau; los tres últimos fueron los más reconocidos y sus ideas sirvieron de base para la independencia de las colonias inglesas de Norteamérica y en la Revolución Francesa.
El hombre es libre por naturaleza, sin embargo, las circunstancias sociales lo mantienen atado; aquel que nace obligado a obedecer y obedece hace bien, pero si es capaz de enfrentarse a su esclavitud y superarla, obra mucho mejor aun. Así demuestra que fue creado para disfrutar de la libertad, si no tiene derecho de discutirla.
Las primera sociedad, por naturaleza es la familia, aunque el lazo se rompe al terminarse la necesidad de un hijo hacia un padre, comúnmente sigue habiendo una relación que sin forzosa ni natural, es más un convenio; así pues toda sociedad es un convenio. El cual tiene jefes y subordinados. Y aunque unos nacen para mandar y otros para ser esclavos, no es porque haya distinción, es solo porque así ha existido.
El derecho sobre los demás jamás significara nada si emana de la fuerza, ya que esta palabra significa potencia física, y si alguien sucumbe ante la fuerza, no es un acto de obediencia, si no un acto de necesidad o prudencia, así que el derecho no nace de la fuerza, ni se está obligado a obedecer, además, si la razón está dada por el derecho ante los demás, significa que cada que hubiese alguien más fuerte la razón cambiaria de significado, no teniendo jamás un sentido común, por lo que las relaciones no podrían darse.
El derecho de esclavizar a las personas no la da la superioridad en fuerza, la esclavitud no es parte de la naturaleza social y mucho menos de la naturaleza humana. Ni la guerra da el derecho de esclavitud, solo el de obediencia, el derecho de matar a los enemigos en una guerra pueblo a pueblo es sensato, solo cuando este tiene arma en mano, en caso contrario, la matanza es inhumana y sin sentido.
La sobrevivencia individual de las personas sería imposible; así que la única forma de lograrlo es unir fuerzas. Muchos hombres forman parte de un todo a favor de un bien común, esto es el pacto social, pero cuando el pacto se rompe y se deshace la alianza, cada individuo recupera su naturaleza primitiva; la libertad. Pero como el objetivo es colectivo, no debería haber intereses personales en un pacto social, impidiendo así que se desintegre, pero si los hay, entonces ese pacto social es tiranía.
La soberanía de cada individuo se encuentra dentro de una sociedad, existe esa alianza que obliga al individuo a actuar bajo el bien común, pero esto no significa que tenga que estar de acurdo con todo, sin embargo no puede incluir un interés personal hacia el resultado de la búsqueda del bien común.
Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que intenta y puede alcanzar; lo que gana en él mismo es la libertad civil y la propiedad a todo lo que posee.
El derecho de primer ocupante, aunque más real que el del más fuerte, no llega a ser un verdadero derecho sino después de establecer la propiedad. Todo hombre tiene naturalmente derecho a lo que le es necesario; pero el acto positivo que le hace propietario de algún bien le excluye de todo lo que queda. Esto es que, cada individuo tiene derecho a poseer algo, pero para esto, no debe tener ya un dueño, que solo se acupe lo necesario para vivir, y que se acupe por medio del trabajo y no de simples actos vanos como la compra.
Libro II
La soberanía es inalienable porque es el ejercicio de la voluntad general, jamás deberá separarse del individuo miembro de una sociedad, y que el soberano, que no es mas que un ser colectivo no puede ser representado por alguien mas, solo por el mismo; el poder se transmite, pero no la voluntad. Aunque no es imposible que la voluntad personal sea igual que la voluntad colectiva, si es imposible que este acuerdo este presente siempre; aunque si esto llegara a ocurrir seria solo coincidencia y no parte del proceso.
La soberanía también es indivisible porque cada persona tiene voluntad y esta crea una voluntad general, la declaración de esta voluntad es soberanía y por tanto es ley. No se puede dividir la soberanía en su concepto, por lo que muy a menudo lo hacen en su objetivo, es como si dividieran a una persona, a uno les toca una parte, y muchos políticos lo hacen a los ojos de todo el pueblo.
La voluntad general es recta y tiende constantemente a la utilidad publica; pero no siempre las deliberaciones del pueblo tengan la misma rectitud, Siempre quiere uno su bien, pero no se lo ve siempre bien; nunca se corrompe al pueblo, pero se le engaña a menudo, y entonces es cuando parece querer lo que es malo. Asi pues, para tener una buena voluntad publica general, es necesario que no existan sociedades dentro de los estados, si no que cada persona opine de acuerdo con su modo de pensar.
El pacto social da al cuerpo político poder absoluto sobre todos los suyos, este mismo poder, que dirigido por la voluntad general, toma el nombre de soberanía. Cada individuo enajena, mediante el pacto social, bienes y libertad, pero el mismo ciudadano es el juez que juzga estas necesidades.
El contrato social tiene como fin la conservación de los contratantes, se quiere conservar la vida a expensas de los demás, pero también se debe exponerse por los demás cuando sea necesario. Cuando el estado le dice a un individuo que para el bien de la comunidad debe morir, morirá, por que a expensa de ella había vivido en calma, y su vida ya no es un derecho natural, si no un convenio con el estado. En el contrato social no se dispone de la propia vida, solo se garantiza. Cuando se aplica la pena de muerte, se le hace como enemigo, no como ciudadano, pues el malhechor
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