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Cristo Cosmico


Enviado por   •  10 de Junio de 2012  •  1.581 Palabras (7 Páginas)  •  462 Visitas

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Aunque Cristo nazca mil veces en Belén Y no dentro de ti, tu alma estará acongojada A la Cruz del Gólgota tú mirarás en vano A menos que dentro de ti, se levante de nuevo. Angelus Silesuis

La canción popular del día que todos entonan con entusiasmo pero que es olvidada mañana, la obra que traspone el escenario tal vez durante cien noches sucesivas, para ser relegada al polvoriento estante para siempre, y todas las otras cosas que son evanescentes, demuestran la realidad incontrovertible de que no tienen ningún valor intrínseco. El resplandor de la estrella fugaz puede iluminar los cielos por un momento, pero aunque los demás sean mas pálidas y atraen menos atención, su luz alegra al viajero noche tras noche a través de las edades.

Solamente las canciones que valen la pena escuchar una y otra vez; la música que nunca nos cansa, tiene un valor real en la vida. Así es también con los recurrentes siglos cósmicos, marcados por las festividades del año. Vuelven vez tras vez y nos enseñan las mismas viejas lecciones desde nuevos puntos de vista.

Estamos de nuevo en la época de Pascua. El impulso de Vida del Cristo Cósmico que penetró en la Tierra, en el pasado otoño, retorno para el místico nacimiento de la Navidad, realizó su maravillosa magia de la fecundación durante los meses entre el otoño y el actual momento de Pascua y está ahora liberándose de la Cruz de la materia para ascender de nuevo al Trono del Padre, dejando a la Tierra recubierta del glorioso verdor de la primavera, lista para las actividades físicas de la estación de verano.

Tal como arriba, es abajo. Los procesos que tienen lugar en mayor escala en la Tierra son reproducidos también en el hombre. Durante los últimos seis meses, hemos estado absolutamente impregnados de las vibraciones que predominan en invierno mucho mas de lo que podemos estar bajo las condiciones de mayor materialidad que prevalecen en verano. Llegó en el otoño un nuevo impulso hacía una Vida superior, culminó en Nochebuena y realizó su magia en nuestras naturalezas de acuerdo con la forma en que hemos aprovechado nuestras oportunidades. De acuerdo con nuestro esmero o desidia en la estación pasada, la progresión será acelerada o retrasada en la próxima, pues no hay palabra mas cierta que aquella que nos enseña que somos tal como nos hemos hecho. El servicio que hemos brindado o dejado de brindar, determina si es que una nueva oportunidad para un servicio mayor nos dará mayor impulso hacía el cielo; no se puede dejar de repetir suficientemente, que es inútil esperar la liberación de la Cruz de la materia hasta que hayamos utilizado nuestras oportunidades aquí y por lo tanto haber ganado una esfera mas amplia de utilidad. Los “clavos ” que sujetaban a Cristo a la Cruz del Calvario nos ataran hasta que el impulso dinámico del Amor fluya de nosotros en olas y rítmicas marejadas como la marea de Amor que penetra anualmente en la Tierra y la infunde de renovada vida.

Vosotros conocéis la analogía entre el hombre – que entra a sus vehículos durante el día, vive en ellos y trabaja por medio de ellos, a la noche es un espíritu libre, libre de todos los grilletes del cuerpo denso – y el Espíritu Crístico que mora en nuestra Tierra parte del año. Todos sabemos que grilletes y que prisión resulta el cuerpo; como estamos impedidos por la enfermedad y el sufrimiento, pues no hay ni uno de nosotros en que esté siempre en perfecta salud de modo tal que nunca sienta la aflicción de un dolor, por lo menos ninguno en el Sendero Superior puede dejar de comprender e ignorar esto.

De parecida manera ocurre con el Cristo Cósmico que vuelve su atención hacía nuestra insignificante Tierra, concentrando Su Consciencia en este planeta para que podamos tener Vida. Ha de incorporarse a esta masa muerta (que nosotros hemos cristalizado del sol ) anualmente; y es un grillete, una traba y una prisión para El. Por consiguiente, es justo y acertado que nos regocijemos al venir El por Navidad, un año y otro año a nacer de nuevo en este mundo para ayudarnos a sobrellevar y librarnos de la pesada carga con que nos hemos abrumado nosotros mismos. Nuestros corazones, en aquellos días, deberían volverse con gratitud hacía El por Su Sacrificio durante los meses invernales en que, para nuestra causa, imprime a este planeta Su Vida , despertándolo de su letargo invernal en que debería permanecer si El no naciera aquí para darle Vida. Durante los meses de invierno soporta agonías de tortura “sufriendo, afanándose y esperando el día de Su Liberación ” que llega en los días LA INTERPRETACIÓN MISTICA DE PASCUA que la Iglesia

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