Crítica de la transmutación de los valores

Crítica de la transmutación de los valores

Entiendo a la transmutación de los valores como una transición que se presenta o simboliza a través de la metáfora de “la moral de señor y la moral del esclavo”. Pero en este trabajo no presentaré aquello en cuanto al conocimiento general. Pues, dentro de estas ideas y proposiciones filosóficas se realiza una crítica a la moral cristiana, la cual considero pretencioso darle la debida importancia para su extensión interpretativa. Defendiendo las ideas que Nietzsche presenta específicamente en las obras donde hace referencia sobre el dilema del título. Primeramente, expreso como el antiguo sistema reducía a la vida de los esclavos y la amargura de estos con respecto a la clase aristocrática, ya que esta tuvo éxito en su creación de la moral, para luego imponerla en lo más alto de la sociedad. Pero la moral del esclavo es servil y de sumisión, esto por lo que, desde la opinión de cualquiera, recaerá en el aspecto de la historia y su proceso de hechos, donde se resalta aún más el contexto y sus implicaciones para que se de aquel acto de coacción moral. Solo desde esa perspectiva externa se puede tratar a la moral que luego se extenderá en cuanto a los valores aún más superiores obedientes a la aristocracia que únicamente podría estar representada por la moral cristiana.

A partir de este defecto que posee el mundo, aparece la propuesta de un nuevo tipo de moral que se hará inevitable, ya sean las hipótesis que se den para que el sistema siga así desde el cristianismo. Nietzsche es principal difundidor de este proyecto ético retomando los valores de la tragedia. A este punto quiero criticarlo, porque haciendo referencia a un término del pasado perteneciente a la cultura occidental, pues deja en claro que también se deja influenciar. A pesar de ello, en esta hay una interpretación donde se encuentra la afirmación de la vida y de lo que se puede aprovechar de ella: el deseo, el impulso y la creación.  

Supone así la inserción, creación e invención de nuevos valores que se encuentran en sintonía con el eterno retorno, la vida, la voluntad y todo lo que tenga que ver con relación a los intereses sin propósito conjuntivo. Categorizando, podría decirse que esta nueva moda de crear valores se situaría en un subjetivismo radical, donde de poder sobrellevar estas características en la transmutación de los valores por alguien, tendría que ser capaz de romper con la tradición, la sumisión, que sea un sujeto revolucionario, amante de los placeres de la vida y dueño de sí mismo, en simple ocurrencia se daría el superhombre.

La ética nietzscheana, me parece que representa el pensamiento ético de aquella época donde Nietzsche se le ocurre este nuevo plan, o sea que se vuelve dual este hecho para rescatar los valores netamente humanos que no se rigen por otros factores sociales. Es así como se intuye que es hora de que la sociedad olvide los viejos valores religiosos, o más resumido que “Dios ha muerto”. Solo esto ocurrirá cuando el hombre sea capaz de olvidar los principios y valores cristianos, deje de ser sumiso, de resignarse a obedecer las órdenes de la Iglesia y de ver la realidad que le es mostrada, solo entonces será posible que se observe un cambio en su comportamiento. A este aspecto también quiero referirme, ya que esta concepción se ha hecho famosa últimamente los años venideros con la idea de superioridad en cuanto a lo humano, lo cual no es cierto; es cuestión de una mayor libertad de ser en cuanto a desenvolvimiento y voluntad ante toda situación que se presente de manera opuesta a lo esperado.

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