De La Experiencia

Montaigne a través de sus líneas nos habla de la búsqueda de la verdad y la legitimidad de la duda, que pone a manifiesto como un problema de naturaleza, la duda siempre está presente en la experiencia. Por experiencia entiende todo aquello que nos rodea, desde nuestros actos vegetativos, pasando por el conocimiento plasmado en libros, hasta la formación de nuestras leyes, cada acto de nuestra vida está rodeado de experiencia. La experiencia es suficiente para acceder al conocimiento, sin embargo la experiencia es subjetiva, no es para todos igual.

En el mundo actual nos encontramos rodeados de oportunidades y rebasados de ofertas, estamos siempre frente a un catálogo de posibilidades a partir del cual podemos enfrentar el mundo, ¿Qué comer? ¿Que comprar? ¿Que creer? Son preguntas que vienen a nuestra cabeza en más de un momento del día.

Debemos decidir, cada experiencia de nuestra vida, está marcada por la toma de una decisión, la tesis presentada en el siguiente informe será si acaso ¿Es plausible mantenernos como sujetos pasivos antes la multiplicidad de decisiones que debemos tomar?

Para el favor de nuestro apetito consumista tenemos una oferta infinita, cada momento del día implica una decisión, cada experiencia está acompañada de discernimiento, en realidad desde que despertamos hasta que nos acostamos hemos tomado casi una decisión por segundo de nuestro día. Ahora bien creemos que la libertad es algo que rodea la mayoría de nuestras decisiones, sin embargo estamos obligados a decidir, aún cuando decidamos no decidir más estamos tomando una decisión.

Montaigne nos muestra que la experiencia, la libertad y el conocimiento son aquellos motores de nuestra vida, algo así como el conocimiento libre puede ser alcanzado a través de la experiencia, por supuesto a través de la toma de una decisión y la realización de una acción. Montaigne nos hace saber que no hay nada tan complejo como la variedad de acciones, incluso afirma que sería mejor no tener ninguna, antes que vernos enfrentados a esto. Como las acciones conllevan decisiones, ¿Sería mejor no decidir?

No podemos no decidir, y Montaigne no es a esto a lo que se refiere, sino a la complejidad de la experiencia y a la subjetividad de la misma. El hecho de que sea subjetiva nos lleva a pensar que debemos estar activos a partir de las acciones, estas no representan más que un motor para dejar pasar nuestras decisiones. El hombre necesita de la experiencia, de las acciones y por lo tanto de las decisiones. No somos sujetos pasivos en la toma de decisiones, necesitamos de ellas para conocer y conocer es uno de los ejes de nuestra vida.

Lo que Montaigne plantea en su ensayo es la libertad de decidir, la libertad en muchos sentidos, incluso en su propia forma de escribir, somos seres con capacidad de discernimiento.

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