Descartes y la Sacralización

En 1637 Descartes escribe El Discurso del Método. Con lo planteado por él se producirá un eclipsamiento del discurso científico. El hombre por su razón genera conocimiento científico y esto le permite avanzar.

Entonces la desacralización tendrá relación con el statu quo de la edad media donde la referencia intelectual estaba dada por la iglesia y la biblia y su ruptura para poner al hombre capitalista y europeo en el centro del intelecto. La secularización, y siguiendo con la estrategias de dicotomías, en la edad media también existía una tradición ecolástica, es decir un movimiento filosófico y teológico (en particular la filosofía de aristóteles) que intenta utilizar la razón para comprender el contenido de la revelación cristiana. En la modernidad el saber no es revelado por Dios sino iluminada por la razón de los hombres. En ese sentido Descartes, coincidiendo con Galileo, plantea la hipótesis de que el mundo es un gran mecanismo; todo el mundo físico posee una explicación por medio de la matemática. Así en esa perspectiva mecanicista del mundo la materia pasiva es puesta al servicio del hombre. Dios por fuera del hombre y el hombre por fuera de la naturaleza (determinismo deísta). La visión del hombre en esta perspectiva, su transformación en “sub-jectum”, esta dado por un ser autómata suceptible de ser modificado y controlado.

Por otra parte el papel que toma el conocimiento científico en la modernidad será central y preponderante. Si la nueva perspectiva es ver al mundo cómo un sistema mecánico para Galileo será explicable a partir de un sistema algebraico. Éste dirá que el libro del universo esta escrito en lenguaje matemático y con símbolos y figuras geométricas.

El hombre moderno al conocer cada vez más a la naturaleza y sus leyes estaría en condiciones de someterla y cuánto más sepa la humanidad, mayor será su poder de dominación. Esta dominación es en sentido de producción y explotación capitalista.

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