Deseamos ser felices y vivir una vida plena y en perfecto equilibrio.

La humanidad avanza a pasos agigantados,

lo que ayer fue, hoy, ya no es.

Y ¿Quién le hará frente a semejante desafío?

LO QUE LOS JÓVENES NECESITAMOS

Todos queremos triunfar.

 Deseamos ser felices y vivir una vida plena y en perfecto equilibrio.

No obstante, a la mayoría le parece un objetivo prácticamente imposible. Y es que al ver el desarrollo de este mundo y su maldad puesta de manifiesta en los tribunales de justicia y publicada en los medios de comunicación, nos preguntamos

 ¿Qué es lo que los jóvenes necesitamos?

 En realidad, todo empieza desde mucho antes.

Para que una persona llegue a ser un joven ya han transcurrido por lo menos 15 años de vida en este mundo,

 años que le permiten desarrollar sus facultades y habilidades,

 años que los dotan de valores y anhelos para el futuro.

 Años en que los adultos a su cargo son responsables de formarlos en el área física, mental y social. Años en que los propios niños van tomando sus decisiones y forjando un camino en su presente y para su futuro y en este camino de nuevas experiencias y de toma de decisiones;

 muchos jóvenes se extravían.

Entonces, ¿qué es lo que en realidad los jóvenes de este siglo necesitamos?

Pueden venir a mi mente muchas ideas en relación a la seguridad, a las estrategias para dirigir esta nación, a las nuevas invenciones tecnológicas que facilitan la vida humana y el quehacer del día, se me ocurre también que puede ser un mundo lleno de oportunidades para la expresión profesional y artística o incluso, tal vez, lo que un joven desea en este tiempo es una cuenta bancaria gruesa que le permita disfrutar, experimentar y hasta crear nuevas formas de obtener la felicidad.

 Y sin embargo si me concentro un poco más en esta pregunta en realidad

¡todo esto me parece falaz!

Por siglos se han destinado recursos, tiempo y esfuerzos para ofrecer lo mejor para los jóvenes. Mejoras para el desarrollo integral de ellos. Algunos, hasta se han desgastado en el intento de probar nuevas formas de vida y, sin embargo, aun con todo, no se ha podido satisfacer lo que realmente los jóvenes necesitamos.

Entonces creo que es una pregunta no muy sencilla de contestar, ya que si lo pienso bien hay muchos caminos por los que un joven podría intentar conseguir lo que necesita. Ya lo decía el poeta nicaragüense Amado Nervo: “Veo al final de mi camino, que yo fui el arquitecto de mi propio destino”.  Ya que cada uno con sus propias decisiones, sus proyectos y el uso de su tiempo, determinará el resultado último de su vida. Partiendo de esto entonces podría decir que un joven lo que necesita para desenvolverse en un mundo tan exigente y competitivo como en el que nos ha tocada vivir son fundamentos sólidos desde el inicio de su vida, de tal manera que podamos potenciar cada habilidad para aprender a vivir en este mundo, incluso a desarrollar la capacidad de la gestión del error, que en ocasiones es de donde más aprendemos ya que el fracaso forja el carácter.

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