Destino - el viaje de la vida

Destino: el viaje de la vida

Desde hace ya muchos años atrás se ha creído que cada ser, especialmente, los seres humanos, tienen su propio camino, un camino que ya esta definido y que debe seguir por que así lo marca la vida o mas bien, el destino. ¿El destino?.

Para comenzar, el hombre ha nombrado como “destino” a un concepto inventado por el hombre mismo que dice: “El destino es el poder sobrenatural inevitable e ineludible que, según se cree, guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido, de forma necesaria y fatal, en forma opuesta a la de libertad” o “el destino es la fuerza desconocida de la que actúa sobre las personas y los acontecimientos”. ¿Qué o quién es esa fuerza irresistible? ¿Por qué debe interferir en la vida del ser humano? Se dice que todo tiene un motivo pero ¿Qué razón hay para quien muere un día, de forma repentina e inesperada?.  

El concepto de destino siempre ha estado relacionado con lo sobrenatural y la conexión entre estos dos conceptos es evidente: si nuestro futuro está predeterminado, alguien debe haberlo hecho y ese alguien, para muchos es Dios, quien representa una autoridad máxima y creadora de todo pero desde los tiempos de los antiguos griegos, y con ellos los romanos, se dejo muy claro que quienes creaban el futuro de los seres humanos, en el momento del nacimiento, decidían los actos y el momento de la muerte de cada persona. El destino griego siempre estuvo impregnado de fatalidad y cosas catastroficas que es algo que ha persistido hasta nuestros días: nadie habla de destino cuando gana, sino justamente cuando pierde. Creer en el destino es muy útil y fácil al momento de sacar conclusiones o aceptar que sucedió algo, de manera que obliga al ser a aceptar lo pasado simplemente “por que así lo marco el destino”.

Las ideas del hombre moderno han evolucionado junto con el tiempo. Hoy en día la mente del ser humano juega un papel demasiado importante en la rueda de la fortuna que es la vida, el pensamiento humano es el punto intermedio que define la brecha entre la ciencia y las creencias, ya sean religiosas o espirituales.

En la actualidad el hombre moderno no se conforma con creer en algo y pensar que por esa simple creencia existan sucesos inexplicables, mas bien, busca por medio de la ciencia encontrar una razón lógica con la cual llegar a una explicación congruente de la situación, no obstante, esto ha sido contraproducente ya que no hay nada en la ciencia que indique que nuestro camino está marcado, por el contrario, con el estudio de los sistemas complejos se ha encontrado situaciones que éstos son impredecibles, que tienen propiedades emergentes que no se pueden anticipar. Sólo la creencia de acuerdo a cada persona permite justificar y por ende creer en el destino literalmente, muchas religiones niegan que el destino sea un camino definido por Dios, en cambio, reconocen la libertad del hombre y lo responsabilizan de sus actos, tal es el caso de las religiones cristianas.

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