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Dialéctica


Enviado por   •  17 de Julio de 2014  •  1.703 Palabras (7 Páginas)  •  204 Visitas

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El desdoblamiento de la unidad y el conocimiento de sus partes contradictorias (véase la cita de Filón sobre Heráclito, al principio de la parte III "Del conocimiento", del libro de Lassalle sobre Heráclito*), es la esencia (una de las "substancias", uno de los principales, si no el principal rasgo o particularidad) de la dialéctica. Es así precisamente como Hegel plantea también esta cuestión (Aristóteles en su Metafísica g i r a siempre en torno a esta cuestión y combate a Heráclito, es decir, a sus ideas).

La justeza de este aspecto del contenido de la dialéctica debe ser comprobada por la historia de la ciencia. Generalmente, no se presta a este aspecto de la dialéctica (como, por ejemplo, Plejánov) la suficiente atención: la identidad de los contrarios se considera como un conjunto d e e j e m p l o s ["por ejemplo, el grano", "por ejemplo, el comunismo primitivo". También lo hace Engels. Pero lo hace "con fines de divulgación". . .], y no como ley del conocimiento (ni como ley del mundo objetivo).

En matemáticas, los signos + y ó. Diferencial e integral.

En mecánica, la acción y la reacción.

En física, la electricidad positiva y negativa.

En química, la combinación y la disociación de los átomos.

En ciencias sociales, la lucha de clases.

La identidad de los contrarios (¿no sería más justo decir su "unidad"?, aunque la diferencia de los términos identidad y unidad no tiene, en este caso, una importancia esencial. Ambos términos son justos en cierto sentido), constituye el reconocimiento (el descubrimiento) de la existencia de tendencias contradictorias, que se excluyen mutuamente y antagónicas en t o d o s los fenómenos y procesos de la naturaleza (entre ellos también los del espíritu y los de la sociedad). La conditión para conocer todos los procesos del mundo en su "auto-movimiento ", en su desarrollo espontáneo, en su vida real, es conocerlos como una unidad de contrarios. El desarrollo es "la lucha" de los contrarios. Las dos concepciones fundamentales (¿o las dos posibles?, ¿o las dos que se observan en la historia?) del desarrollo (de la evolución) son: el desarrollo en el sentido de disminución y aumento, como repetición, y el desarrollo en el sentido de la unidad de los contrarios (el desdoblamiento de la unidad en dos polos que se excluyen mutuamente y la relación entre ambos).

En la primera concepción del movimiento queda en la sombra el auto-movimiento, su fuerza motriz, su fuente su motivo (o bien se atribuye su fuente a algo externo: a Dios, al sujeto, etc.). En la segunda concepción la atención fundamental se concentra, precisamente, en el conocimiento de la fuente del "auto"-movimiento.

La primera concepción es muerta, pobre, pálida y seca. La segunda tiene vitalidad. Unicamente la segunda da la clave del "auto-movimiento" de todo lo existente; sólo ella da la clave de los "saltos", de la "interrupción de la continuidad del desarrollo", de la "transformación en contrario", de la destrucción de lo viejo y del surgimiento de lo nuevo.

La unidad (coincidencia, identidad, equivalencia) de los contrarios es condicional, temporal, transitoria, relativa. La lucha de los contrarios, que se excluyen mutuamente, es absoluta, como es absoluto el desarrollo, el movimiento

Marx, en El Capital, analiza al principio la relación más sencilla, corriente, fundamental, masiva y común, que se encuentra miles de millones de veces en la sociedad burguesa (mercantil): el intercambio de mercancías. En este fenómeno tan sencillísimo (en esta "célula" de la sociedad burguesa) el análisis descubre todas las contradicciones (es decir, el germen de todas las contradicciones) de la sociedad contemporánea. La exposición que sigue nos muestra el desarrollo (tanto el crecimiento como el movimiento) de estas contra dicciones y de esta sociedad en la suma de sus partes aisladas, desde su principio hasta su fin.

Igual ha de ser el método de exposición (respectivamente, de estudio) de la dialéctica en general (pues, para Marx, la dialéctica de la sociedad burguesa es solamente un caso particular de la dialéctica). Empezando por una locución cualquiera, de las más sencillas, corrientes y de mayor empleo, etc.: las hojas del árbol están verdes; Iván es un hombre; Zhuchka es un perro, etc. Ya aquí (como lo señalaba genialmente Hegel) hay dialéctica : lo particular e s lo g e n e r a l (compárese Metaphysik de Aristóteles, trad. de Schwegler, t. II, pág 40, 3a parte, IV cap., 8-9: "denn naturlich kann man nicht der Meinung sein, daß es ein Haus -- una casa abstracta -- gebe außer den sichtbaren Häusern ". [**]) Por consiguiente, los contrarios (lo particular es contrario de lo general) son idénticos: lo particular no existe más que en su relación con lo general. Lo general existe únicamente en lo particular, a través de lo particular. Todo lo particular es (de un modo u otro) general. Todo lo general es (partícula o aspecto, o esencia) de lo particular. Todo lo general abarca sólo de un modo aproximado, todos los objetos aislados. Todo lo particular forma parte incompleta de lo general, etc., etc. Todo lo particular está ligado, por medio de millares de transiciones, a lo particular de otro género (objetos, fenómenos, procesos), etc. Ya a q u í hay elementos, gérmenes, conceptos de la necesidad, de la relación objetiva en la naturaleza, etc. Lo casual y lo necesario, el fenómeno y la esencia están ya aquí, puesto que al decir: Iván es un hombre, Zhuchka [***] es un perro, esto es una hoja de árbol, etc., rechazamos una serie de rasgos como casuales, separamos lo esencial de lo aparente y oponemos lo uno a lo otro.

De modo que es posible (y se debe) descubrir en cual quier locución, como en

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