Discertacion de la pedagogia liberadora
Quetza PatiñoDocumentos de Investigación12 de Junio de 2016
591 Palabras (3 Páginas)368 Visitas
INTRODUCCIÓN | Comenzaré exponiendo mi idea central, la cual consiste en que: los planes y programas de estudio tienen una visión progresista que es vagamente retomada u olvidada dentro de los programas de estudio que actualmente rigen la educación básica. Presentaré brevemente los autores y las teorías que retomare dentro del ensayo. |
DESARROLLO | Expondré la idea de la planificación vista desde el programa educativo y cómo se plantea en él, expondré sus características y las recomendaciones que se realizan en el PE para hacerla. Continuamente expondré los puntos que, para mí, son cruciales en la pedagogía de corte progresista. Expondré, también, a los principales representantes de esta pedagogía, centrándome principalmente en John Dewey. |
CONCLUSIÓN | Contrastaré, básicamente, las semejanzas y similitudes de ambas posturas, especialmente en las recomendaciones o líneas de idea que plantea el progresismo y que, a mi parecer, se deberían de retomar dentro de los Planes y programas de una manera más clara y precisa. |
Durante éste escrito pretendo mostrar y exponer los puntos de encuentro entre la planificación, la teoría progresista y la práctica educativa en el contexto de la escuela mexicana, particularmente desde la perspectiva que he generado con mis prácticas en preescolares.
Comenzaré exponiendo mi idea central, la cual consiste en que: los planes y programas de estudio tienen una visión progresista que es vagamente retomada u olvidada dentro de los programas de estudio que actualmente rigen la educación básica.
Dewey desarrolló una teoría pragmática de la educación en el contexto de una dicotomía, una división entre dos posturas radicales que centraban a la educación en dos puntos muy importantes de ella, los contenidos que abrían de abordarse y los intereses que el niño presentaba, lo interesante de este autor es que presentó una postura intermedia, un punto en el cuál “El niño … lleva consigo intereses y actividades de su hogar y del entorno en que vive y al maestro le incumbe la tarea de utilizar esta “materia prima” orientando las actividades hacia “resultados positivos” (Mayhew y Edwards, 1966, pág. 41).
De ésta manera presentó una postura que no mostraba estos dos puntos como contrarios, si no irrelevantes para la educación el uno sin el otro. No solo criticaba el uso de contenidos sin tomar en cuenta los intereses del niño, sino que además recriminaba a aquellos que tomaban estos intereses como principio, centro y fin de la educación. El mencionaba que “Una educación eficaz requiere que el maestro explote estas tendencias e intereses para orientar al niño hacia su culminación en todas las materias, ya sean científicas, históricas o artísticas.” (Westbrook, 1993)
Dentro del programa de estudios para la educación preescolar podemos encontrar que la planificación aún se encuentra dirigida a los contenidos que los niños habrán de abordar dentro de su educación, incluso en la definición que se da de la planificación dentro de la guía para la educadora, se menciona que “es una herramienta fundamental para impulsar un trabajo intencionado, organizado y sistemático que contribuya al logro de aprendizajes esperados en los niños” (PE, 2011). Se puede observar claramente que no se comenta acerca de las tendencias que tengan los niños, que si bien, según Dewey, no es algo que deba controlar totalmente la educación, si es un criterio a retomar dentro de la tarea del docente, así pues, estas recomendaciones dejan de lado los intereses, las inquietudes y uno de los principales argumentos que dentro de la formación para docentes en las escuelas normales se menciona tanto. ¿De qué manera deberá el docente retomar los intereses de los educandos en un sistema educativo que aún se inclina fuertemente al logro de contenidos?
...