Drogas, aislamiento y Revueltas.

Drogas, aislamiento y Revueltas.

Uno de los lugares lúgubres, traumáticos y de total aparto de toda la población mundial es la cárcel, miles de personas acaban, de diferentes maneras sus vidas en este recinto del mal, (catalogado así por la sociedad en general) un mundo diferente al que estamos acostumbrados los de afuera, en el cual se rige por las leyes primitivas de la naturaleza, solo el más fuerte, el más hábil, el más capaz sobrevive a este infierno. José Revueltas es ese, el que nos puede contar como es que se vive en ese mundo apartado de todo lo que amamos, como es que se puede destacar de los demás y como el cuerpo y la mente juegan un papel determínate cuando te encuentras en un calabozo sin salida.

José Revueltas nació el 20 de noviembre de 1914 en Santiago Papasquiaro, Durango. Hombre de su tiempo, llevó siempre su compromiso social a la militancia, por lo que fue apresado en diferentes ocasiones en Lecumberri y las Islas Marías. De esas experiencias están hechas algunas de sus novelas más célebres, como Los muros de agua (1941) y El apando (1969). Además de escribir novelas y cuentos, también fue guionista, ensayista y crítico político; analizó tanto las estructuras económicas de México, como el sistema universitario. De su obra cuentista destacan Dios en la tierra (1961) y Material de los sueños (1974). En 1967 recibió el Premio Xavier Villaurrutia por su trayectoria literaria.

El propio Revueltas declara: “El apando surgió de cosas que me contaron; hechos reales que me sucedieron aquí, y aquí mismo me informé… Aquí en Lecumberri hay muchísimo material, nomás que la cárcel es una temática que he repetido mucho”^[1]

En la cárcel se conoce que existen diferentes castigos para los presos que no tienen una conducta adecuada dentro del plantel; Polonio, Albino y El carajo son sometidos a este castigo, un encierro en el encierro. La cárcel se mueve en torno al dinero y la droga, ellos idean un plan para lograr traficar droga en la prisión, este plan involucra a las esposas de los dos primeros (Meche y la Chata) y a la madre del carajo, con ayuda de unos tapones de gasa con un hilo atado a este, el cual se introduce en la matriz para así no ser detectado por los diferentes filtros que hay en este recinto, a partir de idear el plan se van dando ciertos comportamientos y situaciones en las que podemos comprender como los presos empiezan a tener cierta conductas, en tanto al aislamiento, la dependencia que tienen a las drogas para que su estancia sea más llevadera, hasta los celos que puede tener uno con la mujer que ama.

Revueltas narra los acontecimientos que escucho y vivo en prisión, vemos la novela desde arriba, en 3ra persona, gracias a esto nos percatamos de todo lo que se vive, la descripción es otro recurso muy bien empleado por revueltas para lograr adentrarnos en la atmósfera que rodea Lecumberri en esa época, no solo para los personajes, sino para los lugares y las situaciones que pasan alrededor de los protagonistas. En la cárcel no existe de cierta manera un decálogo de principios morales, solo existe una ley: la del más fuerte o en el vocablo de un mexicano “la de Herodes”, lo podemos apreciar en especial con los 3 “apandados”; Polonio, Albino y El carajo.

Los tres personajes son adictos a la droga, en cierta manera su adicción nos es por gusto, la cárcel y la manera de vivir dentro de ella, los orilla a dentarse en los vicios, solo para hacer pasajera de alguna manera su estancia ahí, tratar de ser libres a ciertos ratos.  El carajo es el reflejo de ello, un hombre herido por la vida, que su única escapatoria es el vicio, cuando no la hay recurre al grotesco acto de cortarse la venas para poder intentar sentir algo, que lo aleje de su horrible realidad. A pesar de ser convictos, estos personajes también sufren por diferentes razones, Polonio se da cuenta que en la cárcel la forma de sobreviré es al drogarse y no mostrar debilidad, esto se ve reflejado en el “apando”, debido a que es el más cuerdo de todos en el aislamiento.

Albino se empieza desesperar por no tener droga, (no a tal grado, como para empezar a mutilar su cuerpo, como El carajo) pero también sufre un ataque de celos, debido a la confesión que le hizo su esposa, al pensar que otras personas puedan tocar a su mujer empieza a maldecir a diestra y siniestra a los “monos” y “monas” del penal en el que se encuentra preso.

El carajo un convicto vicioso, demacrado y sin esperanza alguna, él, está doblemente apandado, al estar en una mazmorra de Lecumberri entre sus locuras, su estado físico y mental gracias a los vicios, así como tener una cierta dependencia de su madre, debido a que el solo quiere verla, estar con ella, o solo que su progenitora le de lo que tanto espera, esta relación madre e hijo es extraña, la madre fea como el e incluso también marcada con cicatrices, se arrepiente de haber engendrado a su hijo, siente pena por aquel prisionero e incluso en cierta manera le desea la muerte para acabar con  el sufrimiento de los dos, pero a su vez es denota ese amor incondicional que solo una madre puede tener para ver a su hijo feliz, tranquilo, relajado, tanto, que se presta para realizar el tráfico a la prisión.

...