EL HOMO COMO SAPIENS-DEMENS DE EDGAR MORÍN Por Pablo González Lic. En Filosofía

El sociólogo Edgar Morín, comienza este texto dando importancia a la creación del hombre (cuando se habla de hombre se hace mención al ser humano, hombres y mujeres), por Dios cuando hace alusión a salmista David, en este salmo realza como está configurado el hombre, como fue hecho por Dios, y para que, también se puede resaltar como se pregunta quien es esta criatura para que un Ser Supremo se preocupe por su existencia y también como fue lleno de cualidades y de gloria y de esplendor.

En el texto también podemos leer como el hombre tiene toda la potencialidad desde su aparición sobre la tierra, como un ser vivo, al mismo tiempo que exalta tanto las condiciones ególatras como benévolas. Pero la pregunta ¿Quién es el hombre? Pareciera que no tiene respuesta. Es una de las cuestiones más difíciles de entender, pues al adentrarse en las explicaciones de Morín, como la que da sobre el hombre racional u Homo Sapiens, nos permite descubrir que en muchas acciones de la existencia el hombre realiza comportamientos no tan racionales como se espera del ser vivo más importante de la naturaleza, es decir el “dueño”, por así decirlo de todo cuanto nos rodea.

Sin embargo, es quien más actos demenciales comete, quien más egoísta es, quien más masacres y asesinatos comete con todas las cosas de la naturaleza, es aquí donde comienza el examen de ¿qué tan importante ha sido el hombre para la naturaleza, para el universo?. Porque en su loca carrera buscando “la felicidad”. Se ha llevado por delante todo cuanto encuentra en el camino.

El hombre es racional cuando crea nuevas cosas, cuando se adentra en la investigación de nuevos horizontes y de nuevos sistemas en pro de la humanidad y del universo, al cual pertenece, cuando da la vida por salvar a otra criatura del basto universo, cuando su lógica es tan sensata que alcanza para dar aun lo que no tiene para salvar una existencia, cuando ríe de emoción ante un recién nacido, ante una frágil mariposa, es a su vez racional cuando en su basto imaginario sugiere la existencia de seres inimaginables.

Pero en contravía es el ser más irracional, cuando en el derroche de ese mismo imaginario asesina una criatura inofensiva e inocente, cuando en su afán de avaricia pasa por encima de otro ser humano o de seres inofensivos como un niño que aún no nace, cuando en su absoluta demencia confunde lo imaginario con lo real y entonces olvida todo principio para dar rienda suelta a su inconciencia.

La dicotomía que hay en el hombre es totalmente incomprensible, paradójicamente es importante la ciencia, la investigación, como la magia lo sobrenatural, a la vez es capaz de no solo creer en lo que ve, como sentarse y soñar con las cosas más surreales. Para el hombre igual es la democracia que la libertad, igual son los derechos sin deberes que los derechos con deberes y entonces en este último se remonta sobre sus pares como el cóndor sobre

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