EL MUNDO DE SOFIA

EL MUNDO DE SOFIA

En El Mundo de Sofía nos introducen a una joven estudiante llamada Sofía Amundsen, la cual recibe un curso de filosofía de una forma muy peculiar. Un misterioso personaje le envía una carta sin autor la cual contiene una simple pregunta “¿Quién eres?”. Aunque para muchas personas pueda parecer absurdo recibir una carta así, para Sofía no lo es, ya que inconscientemente ella comienza a pensar quién es ella realmente. Justo ese es el efecto que el redactor desconocido quería crear sobre Sofía. Él quería que ella analizara quién es ella realmente y porqué esta aquí. Al mismo tiempo creemos que Jostein Gaarder también se dirigió a nosotros como lectores. El autor disfraza cuestiones filosóficas dirigidas a nosotros a través de Sofía, para no hacer del libro un examen, sino más bien una guía de cómo debemos pensar las respuestas a estas preguntas ya que al seguir los pensamientos de Sofía, Gaarder nos obliga a analizar junto con ella y a relacionar sus emociones con las nuestras. Incluso en algunos momentos podemos llegar a identificarnos con Sofía ya que ella también es una estudiante con amigos y emociones que facilitan o dificultan su vida emocional.

Una estrategia interesante utilizada por el autor es la manera en la cual nos conecta con la metodología del pensamiento de Sofía. A través del primer capítulo, Gaarder nos describe como es el medio ambiente que rodea a Sofía, sin alejarnos de la razón principal u objetivo que tiene el libro, el cual es según nuestra opinión analizar las mismas preguntas filosóficas a las cuales se enfrenta Sofía. Casualmente Gaarder nos permite leer las cartas que Sofía recibe completamente, no nos las transmite a través de un resumen mental de Sofía, más bien nos deja ser Sofía por unos instantes y leer las cartas al mismo tiempo que ella lo hace; esta es una manera de adentrarnos más en el personaje y olvidar por unos instantes que estamos leyendo lo que piensa Sofía y realmente pensar por nuestra cuenta.

En las primeras páginas que recibe Sofía, el personaje anónimo le explica que el curso, sería un repaso por la forma de pensar de los grandes filósofos, desde la antigüedad hasta nuestra era. También le da la primera información sobre la filosofía. “Para contar la filosofía y llegar a ser buenos filósofos necesitamos tener una gran capacidad de asombro”.

Sofía recibe una nueva entrega del curso, escrita por el desconocido. Por filosofía se entiende la nueva manera de pensar que surgió en Grecia por el año 600 a.C. Hasta entonces solo las religiones habían dado algunas respuestas de la existencia del mundo. Crearon unos dioses míticos, al crear mitos, dándoles aspecto humano y creándolos a sus necesidades, Dios del amor, de la fertilidad, de los mares, de la belleza, entre otros.

Los primeros filósofos de Grecia se interesaron por la naturaleza. Estos pensaban que existía una materia prima eterna y universal de donde todo se forma. Los más representativos de este grupo fueron tres filósofos de Mileto. Tales que midió la altura de una pirámide, a través de su propia sombra, también supo pronosticar un eclipse solar en el año 585 a.C. Éste pensaba que el agua era la fuente de toda vida y que cuando esta se disuelve vuelve al agua. El segundo que era Anaximandro, pensaba que todo nace y perece en algo que llamo “Lo Indefinido” por no tener una sustancia claramente definida como ocurría a Tales. El tercero fue Anaxímenes que opino que los anteriores tenían razón, pues el agua era fuente de vida, pero el agua de que materia provenía quizás de “lo indefinido”.

Otro gran filósofo que vivió en la colonia griega de Elea fue Parmenides, éste pensó que todo lo que hay ha existido siempre, que era eterno. También era de la opinión que nada cambia, a pesar de observar estos cambios en la naturaleza, daba mayor importancia a la razón humana que a los sentimientos, esto fue el comienzo del racionalismo, que era la fe en la razón para describir los conocimientos sobre el mundo.

“Todo Fluye”, el principal defensor de este pensamiento fue Heráclito. Dijo que todo fluye, que nunca podemos bajar dos veces al mismo rio pues el tiempo fluye y transforma tanto el rio como a nosotros mismos. También observo las contradicciones de la vida, en la que si nunca estuviéramos enfermos no apreciaríamos la salud, como también la primavera y el invierno, la guerra y la paz. Opinó que todo tenía un punto opuesto “bien y mal”, por lo que llegó a pensar que todo tenía su razonamiento. A este razonamiento lo denomino “razón universal” que dijo provenir de Dios.

Otros grandes filósofos que menciona el profesor anónimo de filosofía que enviaba las cartas a Sofía fueron: Empédocles, Anaxagoras y Demócrito. En medicina destacó el filósofo Hipócrates, al que se le consideró el padre de la medicina moderna y creador del código médico.

Tras la solicitud de Sofía, el misterioso escritor de las cartas se identifica como Alberto Knos. Luego, echa la presentación siguió con su curso. En esta ocasión estudiando a Sócrates, Platón y Aristóteles los tres filósofos más importantes de la antigüedad. Sócrates se le puede calificar como la persona más enigmática, su vida transcurría por las calles y plazas de Atenas. El decía que de los árboles del campo no se aprendía nada. El arte de Sócrates, es que no se dedicaba a enseñar sino a conversar. Se paraba en cualquier lugar que hubiera alguien con ganas de conversar y mientras conversaba le hacía corregirse haciéndolo ver lo bueno y lo malo, decía que esto era como la comadrona que ayudaba a salir al niño, el ayudaba a que las verdades salieran de dentro. Solo las verdades que salen del interior son las buenas, no las que se imponen. Toda su filosofía se sabe gracias a Platón que fue su discípulo, ya que Sócrates no dejo nada escrito.

Platón era de la opinión que todo lo que vemos y tocamos fluye, pues cambia de aspecto con el paso del tiempo, pero al mismo tiempo era de la opinión que debían existir unos moldes que pudieran volver a montar las parte de las cosas. Este filósofo divide la naturaleza en dos, los sentidos que fluyen y la razón eterna. Así piensa también del hombre que fluye y por tanto muere y el alma sin materia

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