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ENSAYO: “EL ESPÍRITU DE LAS LEYES”


Enviado por   •  17 de Febrero de 2018  •  Ensayos  •  5.023 Palabras (21 Páginas)  •  382 Visitas

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UNIVERSIDAD UNIVER MILENIUM

ALUMNO: CÉSAR HERNÁNDEZ PÉREZ

MD-201

FILOSOFÍA DEL DERECHO

PROFESORA: LIC JENNY MARIELY MÉNDEZ VELÁZQUEZ

ENSAYO: “EL ESPÍRITU DE LAS LEYES”

INTRODUCCIÓN

Enfocado a una época pre revolucionaria, dato significativo, considerado como un pensador francés de notable, con ideas arraigadas a la revolución francesa.

Su contexto deriva de una familia noble con desventajas de la época, con oportunidad de viajar por Europa, conociendo mucho gracias a Inglaterra, persigue la idea de la división de poderes, idea muy propia de él.

Este autor, tiene su interpretación de la palabra ley; no es una norma positiva, es una regla adscrita en la conciencia de los individuos, no tanto una ley natural.

Desde su perspectiva teórica, este autor, hace una relación de las leyes civiles o políticas que llegan a normalizar o reglamentar los comportamientos en sociedad.

Como tal “El espíritu de las leyes” es un sistema entrelazado de reglas y normas políticas y civiles, divide las normas civiles y políticas, para él  las normas políticas son aquellas que hacen referencia a la instauración, como procede, como se origina lo que es la vida de la sociedad del estado, en cambio las normas civiles hace referencia de cómo se instituye la organización, semidesarrollada y como se integra.

También menciona del enlace entre las leyes políticas y civiles, es decir las que conservan y las que fundan la vida social de los hombres.

Consecuentemente Montesquieu plantea diversas cosas sobre lo que debe reglamentar lo que son las leyes  entre eso empieza a armar diferentes leyes que van a regir en las organizaciones jurídicas y políticas tales como son los estados.

Su planteamiento surge de la siguiente manera:

 El estima que existen tres clases de gobiernos por así decirlo y que esta clase tienen su propia naturaleza y su propio principio orientador. La naturaleza de los gobiernos o estados aunque son muy diferentes van a estar íntimamente relacionados con el principio que lo orienta, por ejemplo los gobiernos que el mismo reconoce en su obra “el espíritu de las leyes” que son: El primero, los gobiernos monárquicos, el segundo los gobiernos republicanos y el tercero los gobiernos despóticos. Los gobiernos republicanos, por ejemplo se fundan en la virtud, es el principio orientador para ellos. Los gobiernos monárquicos no se fundamentan en la virtud, si no en el  honor, es lo que lo construye, lo sostiene. Y finalmente los gobiernos despóticos, no se fundamentan en ninguna de las anteriores, sino en el temor en la capacidad de poder, en fundir la fuerza y poder doblegar la mente de los individuos, ese es su fundamento del gobierno despótico (como actualmente en Corea del Norte). Las diferentes formas de gobierno laboran de acuerdo a su propia característica.

Estos gobiernos pueden deformarse, corromperse, por ejemplo. La forma de gobierno republicana se deforma cuando los hombres están en términos tan equitativos, igualitarios, que caen en el exceso, hasta el punto de que no existe un sistema ordenado, pautar sin interacción. Misma que da vida a este gobierno o estado, en cambio se corrompe el gobierno monárquico cuando ya no se reconoce con esa capacidad o título honorífico, el cual acumula desinterés, es soberano y tiende a caer en actos de despotismo para lograr retomar ese poder sin corromperse, porque hay reglas son arbitrarios, existe esta conservación, ya que esta soberanía exagerada produce estos hechos.

Finalmente los despóticos, solamente se corrompe aun más, siendo más despótico, y eso evita que pueda seguir arriba con el transcurso del tiempo.

Otro aspecto a destacar es que Montesquieu es denominado como un racionalista, apuesta mucho por el uso de la razón, por el gobierno, incluso el gobierno antes que las deidades, apostaba mucho por la capacidad mental de los individuos como seres competentes a tal punto que el gobierno y los hombres que iba a surgir en su época es el gobierno fundamentado, donde la virtud para el no solo es la capacidad de amar las leyes y al gobierno. Una razón que sustenta las formas de actuar de los individuos y que eso lo justifica o avala.

Al principio de la obra menciona que entre más estudia las cosas particulares, mas se obtienen  los principios generales que lo orientan el rumbo histórico de las cosas. Cuando una sociedad sufre el individuo sufre, es decir la historia de una nación se refleja en sus individuos.

TIPOLOGÍA DEL GOBIERNO

Casi siempre que se menciona el nombre de Montesquieu se lo relaciona con su doctrina más famosa: “La División de Poderes”. Aquí veremos que su teoría política no se limita a la separación de poderes sino que su pensamiento político es más amplio y profundo. En general, el autor francés intentará demostrar que cada tipo de gobierno surge a causa de la naturaleza propia de su organización social, y que se fortalece en virtud del cumplimiento de sus respectivos principios de gobierno. Y en particular, su libro le mostrará al mundo que los hombres tienen a su disposición las herramientas políticas necesarias (creación de leyes positivas) como para poder generar mayor prosperidad individual y social con sólo considerar los aspectos particulares y universales de cada organización social.

Montesquieu inició su gran trabajo desarrollando su teoría política. Tomó la concepción clásica de tipos de gobierno (aristocracia, democracia y monarquía), adoptada oportunamente por Aristóteles en su libro “Política”, y le realizó unas diferenciaciones en su tipología. Separó y clasificó los gobiernos en tres clases: los republicanos (aristocracia y democracia), los monárquicos y los despóticos. Así, el criterio de clasificación de los tipos de gobierno se basó inicialmente en dos aspectos que definían la naturaleza de cada gobierno: por un lado, quién usurpa el poder; por el otro, cómo lo hace. En el caso del gobierno republicano, el pueblo o una parte conserva el poder soberano (ya sea democracia o aristocracia, respectivamente) y éste es responsable de hacer las leyes. En el gobierno monárquico es el rey quien posee el poder y lo hace bajo una estructura de leyes fijas y establecidas. En cambio, en el gobierno despótico existe una persona que arrebata el poder y lo ejerce sin leyes fijas imponiendo sus caprichos personales. A esta altura, Montesquieu incorpora un criterio adicional para poder seguir con el esquema de tipos. Es lo que se llama los principios de gobierno. Mientras que la Naturaleza es la estructura particular de cada gobierno, es lo que le hace ser tal; los principios son las pasiones humanas que impulsan dichos gobiernos, es lo que le mueve a actuar como tal. Con este razonamiento, el francés definió a la virtud política como el principio íntimo de la república, al honor, principio esencial para la monarquía y al temor, principio vital para el despotismo. Esto quiere decir que cada tipo de gobierno necesita actuar acorde a sus principios para poder conservar su autoridad. Lo novedoso de este análisis es que la teoría de principios de gobierno conduce a una teoría de la organización social. Se recuerda que la filosofía clásica formuló una teoría de los regímenes políticos pero al margen de la organización de la sociedad y presuponiendo validez intemporal de los tipos políticos. En cambio, Montesquieu combinó estrechamente los tipos de gobierno con la estructura social (educación, tamaño, instituciones intermedias, igualdad de los ciudadanos). Esto se puede interpretar de la siguiente manera: La virtud política, principio generador de la república, significa amor a la patria y a las leyes, consagración del individuo por la colectividad. Esta última reflexión conduce a un sentido de igualdad social de los hombres frente a la ley pues todos se sienten ciudadanos que viven por y para la comunidad. Por otro lado, la monarquía no proclama el renunciamiento personal ni promueve el sentimiento de igualdad, sino que todo lo contrario, el honor alienta la presencia de jerarquías, nobleza y distinciones. Así como la ambición es nociva en la república, no lo es en la monarquía pues es la diferenciación social lo que le impulsa vida al gobierno. Mientras que en la república existe una organización igualitaria entre los miembros de la colectividad, la Monarquía se fundamenta en un tratamiento social desigual frente a la ley. Luego, podemos concluir que la república y la monarquía tienen diferente esencia; uno se basa en la igualdad y el otro se apoya en la diferenciación, uno se funda en la virtud política y el otro en el honor. En la república, el principio de la virtud permitiría encaminar el interés particular al interés general, diferente es en la monarquía, donde el principio del honor, falsa virtud, la sostiene al brindar a los ciudadanos la posibilidad de actuar acorde a sus propios intereses y no necesariamente al interés general. Sin embargo, ambos tienen un aspecto en común: son moderados porque respetan la ley. En cambio, el despotismo es arbitrario porque no gobierna respetando la ley.

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