ENSAYO: SISTEMAS ELECTORALES Y DE PARTIDOS

ENSAYO: SISTEMAS ELECTORALES Y DE PARTIDOS

AUTOR: LEONARDO VÁLDES ZURITA

Para poder evaluar cualquier régimen político es necesario saber la aproximación o alejamiento que existe por parte de estos al ideal de democracia.

Es la primera idea que encontramos planteada por el autor Leonardo Váldes Zurita, pues el primer cuestionamiento que acoge en la introducción es cuál es el mejor sistema electoral, es decir, el que más se ajusta a los principios de soberanía y representación política.

A lo largo de la historia tenemos una serie de cambios sociales e históricos que han influido en los pensamientos y esencia de cada sistema electoral, y es más atinado estudiar a los sistemas electorales conforme a las condiciones que han determinado a través del tiempo a cada uno de ellos.

El primer acercamiento que se maneja dentro del texto es la definición de lo que es un sistema electoral, el cual puede definirse como el conjunto de medios a través de los cuales la voluntad de los ciudadanos se transforma en órganos de gobierno o representación política.

Este proceso en el cual intervienen varios factores se lleva a cabo para poder conformar los poderes políticos que gobernaran en determinado tiempo a los ciudadanos participes.

Encontramos una consolidación grande de la democracia representativa con la universalización del sufragio, esto es el derecho, o también prerrogativa del ciudadano, de tener parte de la vida política de su Estado.

El sistema electoral tiene, atendiendo a sus objetivos y a querer alcanzar el fin de la democracia en su máxima expresión, diversas funciones.

Dentro del sistema electoral encontramos ciertas cuestiones que deben estar reguladas por leyes electorales, las cuales norman a todo el procedimiento, algunas las podemos encontrar no solo en ley, sino en la constitución.

Partes medulares que deben contenerse en ley son: condiciones para votar, condiciones para formar un partido político, escrutinio de votos, como se lleva a cabo la jornada electoral, entre otras.

Estas son algunas de las funciones que la ley electoral debe de resolver de manera clara.

Existen diferentes tipos de sistemas electorales, de los cuales el primero del cual se hace mención es el de mayoría simple.

El sistema de mayoría simple es el más antiguo y sencillo, el cual se da con mayor frecuencia en países de habla inglesa y en distritos uninominales.

La crítica a este sistema es que un candidato puede declararse ganador sin tener una mayoría representada por más del 50% de los votantes, motivo por el cual, nace una variante en el cual el candidato debe obtener más del 50% de los votos, este sistema está relacionado con más de una vuelta electoral.

Otra objeción a este tipo de sistema es la representación ocupada en el poder legislativo, en la cual, se crea una hegemonía por parte de quien obtiene la mayoría.

El sistema de mayoría demuestra sus ventajas en las elecciones de cargos personales y de los poderes ejecutivos, pues el ganador alcanza el mandato mayoritario sin duda alguna, lo cual es benéfico para contribución de la legitimidad de un candidato.

Gran Bretaña es un ejemplo de países que ocupan la mayoría simple como tipo de sistema, a diferencia de Francia, sistema en el que encontramos cotidianamente la segunda vuelta electoral, en caso de que uno de los candidatos no alcance más del 50% de votos en urnas.

El sistema de representación proporcional o escrutinio proporcional plurinominal es un sistema electoral en el que el porcentaje de votos que reciben las candidaturas determina el número de escaños que les son asignados en las asambleas legislativas o parlamento. Este sistema de representación se distingue del sistema de representación directa porque las candidaturas son representadas en el cuerpo legislativo, sin importar que no obtengan mayoría relativa en ningún distrito electoral. Por lo tanto, también se llama sistema de representación plena.

Existen fuertes críticas al sistema de representación proporcional, las importantes a destacar son las siguientes:

• La representación de los candidatos debe estar claramente definida por el electorado, no se trata de ideas multiples y desorganizadas, sino un mandato por parte del electorado claro y determinado.
• Se rompe el vínculo entre representado y representantes, pues quien elige las listas son los propios partidos políticos, y es aquí claramente cuando el electorado deja de elegir de manera directa a su representante.

Un ejemplo de esto se vivió en Italia, país que ha cambiado de representación proporcional a un sistema mixto.

Dentro de los llamados sistemas mixtos encontramos una variante llamada lista adicional, en el cual se mezclan elementos de los mecanismos de mayoría y de representación proporcional.

El fin de los sistemas mixtos, es hacer un hibrido entre los dos sistemas expuestos con anterioridad, para que mediante la representación proporcional, se nivele la representación en el órgano legislativo de aquellos partidos que no alcanzaron la mayoría.

Los sistemas mixtos se basan en una estructura de mayoría simple en distritos uninominales, complementada por diputaciones adicionales distribuidas por rp. El sistema mixto mexicano, que estuvo vigente entre 1978 y 1986, regido por la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (loppe), es un buen ejemplo de lista adicional. Según ese ordenamiento legal, la República Mexicana se dividía en 300 distritos uninominales, por lo que, en consecuencia, se elegían 300 diputados de mayoría relativa.

Existen otros tipos de sistemas que no pueden ser considerados dentro de los expuestos con anterioridad, uno de estos es el que se emplea en Japón.

Este sistema sirve para elegir a los Shugi-in que conforman la Cámara de Representantes japonesa. Se eligen en 130 distritos plurinominales, con tres representantes como mínimo y cinco como máximo.

Los partidos tienen derecho a postular tantos candidatos como puestos se vayan a elegir en cada distrito. Los ciudadanos, por su parte, cuentan cada uno con un voto y lo deben otorgar a alguno de los candidatos postulados por los partidos.

...