Ecatepec. Alicia Rivera

Ecatepec. Alicia Rivera

A las seis de la mañana del 22 de diciembre de 1815, partió de la Ciudadela en la ciudad de México, la caravana de soldados que condujo al caudillo, José María Morelos y Pavón al poblado de San Cristóbal Ecatepec, donde sería fusilado por la espalda, acusado de “alta traición” por haber querido alcanzar la Independencia de México por medio de la fuerza armada y también declarado hereje por el tribunal del Santo Oficio.

Las autoridades militares y virreinales decidieron ejecutar al prócer hasta ese poblado en el Estado de México para evitar un levantamiento popular en la ciudad de México.

Seis horas tardó el grupo de soldados y su prisionero en llegar a su destino. A su llegada a San Cristóbal, los militares ordenaron al cura del lugar, José Miguel de Ayala, que además de asistir “espiritualmente” al condenado, le diera sepultura en la parroquia del pueblo una vez ejecutado.

Hijo de Manuel Morelos, de oficio carpintero y de Juan María Pavón, José María nació en 1765 Valladolid, hoy ciudad de Morelia. Tuvo dos hermanos: Nicolás, que era el mayor y María Antonia, la menor.

Si niñez transcurre al lado de sus padres y hermanos en la ciudad de Valladolid. Se fortalece moralmente, cuando sus padres viven en armonía, pero cuando tiene 13 años sus padres se disgustan y se separan.

Manuel Morelos parte a San Luís Potosí, llevándose a Nicolás, su hermano mayor y a los pocos meses, muere su abuelo, el profesor José Antonio Pavón, quien tenía una escuela en Valladolid y le había enseñado a leer y escribir, además de la aritmética.

Esas dos tragedias, además de impedirle continuar sus estudios, lo obligaron a emigrar a los 14 años de edad a Apatzingán, para trabajar en la hacienda de Tahuejo. Allí, desde los catorce hasta los veinticinco años de edad, templó su carácter y transcurrió su juventud de labrador.

En 1790, a los 25 años, regresó a su ciudad natal para reclamar ante los tribunales una pequeña herencia que le dejó su abuelo y se inscribió en el Colegio de San Nicolás, del cual era rector el profesor Miguel Hidalgo y Costilla.

Pronto destacó académicamente, estudió gramática, y retórica en lengua latina, filosofía y moral. En 1795 obtuvo el título de Bachiller en Artes otorgado por la Real y Pontificia Universidad de la ciudad de México. Luego se entregó en cuerpo y alma a los estudios que lo habilitan para recibir órdenes eclesiásticas.

En 1799, fue nombrado cura de Carácuaro, donde permaneció hasta 1810, cuando renunció su oficio de clérigo y empuñó las armas para unirse a la causa de la Independencia y al igual que él, decenas de clérigos colgaron los hábitos para calzarse las botas de campaña, porque pensaron que era una lucha justa.

Fue en octubre de 1810, cuando tuvo noticias en su curato que se había iniciado una revolución

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