El Acto Valorativo
mangekyubi25 de Mayo de 2013
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Resumen
El autor comienza exponiendo una breve historia del uso del concepto valor. Más adelante habla de los elementos que, a su juicio, se han de tomar en consideración al hacer un análisis de concepto general de valor. Los aborda uno a uno por separado y en su interrelación. Plantea que el mayor peso dentro del concepto valor recae en el elemento significación. Hace una propuesta de concepto general de valor con dos variantes atendiendo a si se asume como valor solo la significación positiva, o también la negativa. Argumenta que existen diferencias entre el concepto general de valor y los múltiples conceptos particulares para cada zona o dominio axiológico, y que la mayor diferencia radica en el grado de generalización. Conceptualiza valores pertenecientes a zonas o dominios axiológicos particulares como los ético morales, político ideológicos, científico tecnológicos, artístico estéticos, de uso, históricos y terapéuticos.
Palabras Clave: FILOSOFÍA; VALORES SOCIALES; FORMACION DE CONCEPTO.
Introducción
A pesar de que desde la antigüedad son tratados el significado de conceptos como la belleza, el bien, el mal, lo correcto y lo incorrecto, etc; por la llamada filosofía práctica; y que el término axiología proviene del griego (axios: merecedor, digno, valioso, y logos: fundamentación, concepto); no es hasta finales del siglo XIX y principios del XX que podemos decir que se produce una verdadera estructuración de un sistema de conocimientos en torno a la teoría del valor.
El primer uso técnico que se le da a la noción de valor es en el ámbito de la economía política, por pensadores como Adam Smith (1723-1790) y David Ricardo (1772-1823), De allí es que pasa al lenguaje filosófico.
A ciertas nociones de la filosofía del Inmanuel Kant (1724-1804), como el término "Wert", se conoce como prototeoría de los valores, pero el filósofo que más utilizó la terminología con la que acabaría de instrumentarse la teoría de los valores fue Friedrich Nitzsche (1844-1900). Para esta pensador los valores tienen su origen en la voluntad de poder y son falsos, puesto que son solo convenciones admitidas para la supervivencia de los débiles. La historia es una dinámica de creación y aniquilamiento de valores y proclama la necesidad de la "transmutación de los valores" que permitiera el surgimiento de una nueva cultura humana, en sustitución de la civilización que él llama cristiana. (1,2)
El desarrollo de la axiología contemporánea comienza en la segunda mitad del siglo XIX en el seno del neokantismo con Rudolf Hermann Lotze (1817-1881), el cual declara que los valores no pertenecen a la esfera del ser, sino a la del valer, por lo que no son entes, sino valentes. Según Lotze los valores se manifiestan en la no indiferencia y en la no independencia ante los objetos y entre ellos existe un orden jerárquico y esa jerarquía permite clasificarlos. Para este pensador a los valores se le contraponen los contravalores y esta polaridad se encuentra en la esencia de los mimos.
En la escuela de Baden se declara el concepto de valor como el objeto fundamental de la filosofía. Dentro de esta corriente de pensamiento podemos señalar como más representativos a Wilhelm Windelband (1848-1915), fundador de esta escuela, y a Heinrich Riskert (1863-1936). Del primero es la primera sistematización de una teoría del valor en sus "Preludios Filosóficos" de 1884.
Para Windelband valor es todo aquello que suscita interés en el plano afectivo estético, moral, social o religioso y que hacen al mundo posible. Este pensador distingue entre ser y deber ser, y plantea que los valores pertenecen al orden del deber ser. Para él los valores figuran como el fundamento del ser y son independientes de la razón y de la conciencia: se imponen. Por eso, los valores no son relativos, puesto que su validez es absoluta. Los valores no son colecciones de hechos empíricos ni preferencias arbitrarias subjetivas, sino normativas ideales, a las que se acomodan las conciencias, tanto en su ser como en su conocer. (3)
Riskert sigue la línea trazada por Windelband: el valor no pertenece a la esfera del sujeto, sino a la del objeto. Ahora bien, este objeto no tiene realidad, como la tiene el objeto de una experiencia sensible, sino que constituye un "tercer reino". Es decir, entre el reino de la realidad y el de los valores no es posible una relación si no es a través de una esfera diferente de ambas. Ese "tercer reino" está constituido por relaciones llamadas por Rickert "formaciones de sentido". La cultura, según él, es el reino de las formaciones de sentido. (4)
La tendencia a absolutizar el concepto de valor no es exclusiva de la escuela de Baden del neokantismo, sino también de otras corrientes de pensamiento como la llamada corriente fenomenologista vinculada principalmente a los nombres de Máx Scheler (1874-1928) y Nicolai Hartmann (1882-1950), Estas constituyen las doctrinas idealistas objetivas fundamentales en axiología, las cuales tienen mucho de común con la concepción teológica de los valores.
Para Max Scheler los valores son objetivos y universales, y son los fundamentos del aprecio o de la desaprobación que producen en nosotros. Están ordenados jerárquicamente: desde lo agradable-desagradable, lo noble-vulgar, y los valores espirituales (bello-feo, justo-injusto, verdadero-falso), hasta lo sagrado-profano. En esta tabla no incluye los valores morales porque, según él, "lo bueno" y "lo malo" no poseen una materia específica, como los demás valores, sino que consisten en la realización de todos los demás según su jerarquía axiológica. Según Máx. Scheler la tabla de valores que él propone es inmutable y absoluta por lo que no puede ser alterada por la experiencia. A todo valor acompaña un contravalor (polaridad de los valores) y su objetividad no depende de las preferencias del individuo. La independencia de los valores frente a sus respectivos depositarios es uno de los supuestos de la axiología sheleriana. Para este pensador los valores son independientes de los bienes y de los fines. (5,6)
Nicolai Hartmann, bajo la influencia de Scheler desarrolla en su Ética (1926) una reflexión ética encaminada a la crítica de toda forma de subjetivismo moral, y defiende una ética material de los valores, a los que considera plenamente objetivos. Según Hartmann la ética tiene un fundamento apriorístico, pero lo a priori no debe confundirse con lo formal, razón por la cual puede defender una ética apriorística pero material.
El psicólogo y filósofo idealista alemán Franz Brentano (1838-1917) es considerado como uno de los fundadores de la teoría de los valores. Para Brentano el valor se refiere al sentimiento del mismo modo que la verdad al juicio. Los valores se fundan solo en el acto valorativo; el cual no es un proceso racional sino emocional. El amor posee una peculiar inmediatez de evidencia como criterio acertado. Brentano fue el punto de partida del subjetivismo que desarrollaron Meinong y Ehrenfels, aunque el objetivismo encontró en él un apoyo firme.
Alexius von Meinong (1853-1920) y Christian von Ehrenfels (1859-1932), discípulos de Brentano, son considerados los primeros subjetivistas sistemáticos en axiología. Estos pensadores sostuvieron una polémica en la última década del siglo XIX, en la que la discrepancia fundamental radicaba en el aspecto de subjetividad que le da validez al valor; para Meinong el placer o el agrado, para Ehrenfels el deseo. (7)
En las corrientes existencialistas, se consideran los valores más bien como fruto de la libre creación del individuo, que manifiesta así su capacidad de proyectarse fuera de sí. Para Jean Paul Sastre (1905-1980) los valores están exentos de cualquier criterio objetivo. La libertad individual es el único cimiento de los valores. Niega que cualquier otra cosa pueda ofrecer algún fundamento para aceptar uno u otro valor o fuente de valores. (8)
Las posiciones del positivismo con relación a la axiología pueden considerarse como la antítesis y negación de la filosofía de los valores. Desde estas posiciones se niega la existencia de la verdad valorativa y se desestiman los problemas axiológicos como problemas de investigación científica al considerarlos mera especulación teórica carente de fundamento objetivo. Para los positivistas los juicios de valor son pseudoenunciados que solo sirven para expresar los sentimientos o deseos propios, así como para despertar sentimientos en el prójimo y estimularlo a la acción, por lo que no son verificables y quedan fuera del dominio de la ciencia. (9,10)
Dentro de los positivistas podemos citar al filósofo alemán Rudolf Carnap (1891-1970), el cual fué uno de los líderes del neopositivismo, al filosofo inglés Alfred J. Ayer (1910- ), a Charles L. Stevenson, al filósofo y lógico Inglés Bertrand Russel (1872-1970), el cual es uno de los representantes más notables de neopositivismo, entre otros.
Las concepciones axiológicas de los filósofos posmodernistas por lo general se caracterizan por ser relativistas y subjetivistas. Nada hay absoluto, todo vale o es posible que valga, puesto que el valor es considerado circunstancial. (11)
Emile Durkheim (1858-1917), Lucien Lévy-Brühl (1857-1939) y Célestin Bouglé (1870-1940) promovieron lo que se ha denominado sociologismo axiológico. Según estos pensadores es valioso lo que la sociedad aprueba como tal. Los valores son el resultado de ciertas convenciones sociales que presuponen
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