El Amor Y El Odio

El amor y el odio, protagonista y antagonista, respectivamente, clásicos de la existencia humana, sin duda dos sentimientos que nos ponen de cabeza, hay muchas similitudes entre ellos, entre estas no falta claro, una explicación racional, para empezar podemos identificar a ciertas partes del cerebro que procesan emociones, tanto del amor como del odio, entre ellas están: el sistema límbico profundo (DLS), la corteza prefrontal (PFC), la circunvolución cingular anterior (ACG), Los ganglios basales (BG), los lóbulos temporales, las amígdalas, el hipocampo, el hipotálamo, y el área tegmental ventral.

Y entonces, ¿por qué es que si tienen tantas similitudes físicas las sentimos tan diferentes?

Es sorprendente que amor y odio son tan parecidos que si medimos las reacciones fisiológicas no sabremos si la persona está haciendo el amor o está matando a una persona, “Es la única emoción que no podríamos saber por medio de sus reacciones fisiológicas que tipo de emoción está experimentando la persona”.

El amor y el odio transcurren por circuitos similares: el putamen, que forma parte del cuerpo estriado del cerebro. Las únicas diferencias entre el amor y el odio radican en el mecanismo que va a activar, de esta manera cuando se trata de la emoción del amor se va a inhibir al organismo del resto de los sentimientos. Por eso cuando amamos vemos todo de rosa, somos pasivos y andamos flotando en las nubes.

En cambio en el odio no se desconectan los mecanismos cerebrales, siguen ahí dando al máximo, por eso es que el odio se convierte en guerra, hacer daño al otro, y todos sabemos que en la guerra hay que prepararla con estrategias fríamente calculadas. En la emoción del odio se activa el razonamiento lógico y nuestros sentidos están alerta para el fin del exterminio.

Sigmund Freud, adhiere a que lo contrario al amor no es el odio, sino la indiferencia; basándose en que el amor y el odio son muy similares, y pasar de uno al otro es muy sencillo, en cambio la indiferencia es el total desinterés. Por ejemplo: si amamos a alguien, y luego lo odiamos, por más que el sentimiento haya cambiado, nos sigue importando, aunque sea de mala manera, la otra persona; en cambio sí nos es indiferente, no sentimos nada por ella, y pasa de importarnos a no ser nada valioso en nuestra vida.

Sin embargo, el odio también tiene sus buenos motivos para considerarse que es el opuesto del amor, por lo que este debate seguramente seguirá a lo largo de la historia, entre filósofos y personas de todas las clases sociales e ideológicas.

Fuentes:

http://atencionatupsique.wordpress.com/2011/10/19/dos-emociones-iguales-pero-con-funciones-distintas-amor-y-odio/

http://mqciencia.com/2012/11/08/amor-y-odio-tan-diferentes-y-tan-iguales/

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