ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Contrato Social


Enviado por   •  19 de Agosto de 2013  •  2.916 Palabras (12 Páginas)  •  316 Visitas

Página 1 de 12

EL CONTRATO SOCIAL

En el primer libro Rousseau parte de la tesis que supone que todos los hombres nacen libres e iguales por naturaleza. Nos habla del estado originario del hombre, afirma que la familia es el primer modelo de sociedad política. El autor toma contraparte en la afirmación del derecho del más fuerte, no comparte ideología con esta y afirma que dicha filosofía es incorrecta. Después de hablar sobre la inhumanidad de la esclavitud y sobre el derecho de los demás sobre una persona, que son nulos, nos indica que es un pacto social; y dice: Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general, recibiendo a cada miembro como parte indivisible del todo.

El autor del ensayo original distingue tres tipos de libertades: la libertad natural, que es la que se pierde tras el contrato, la libertad civil que está limitada por la voluntad general y la libertad moral, "que es la única que convierte al hombre en amo de sí mismo. El pacto social convierte en iguales a los hombres por convención y derecho.

Tratando de resaltar los puntos importante y donde el autor del libro "el contrato social" puso énfasis.

El hombre es libre por naturaleza, sin embargo, las circunstancias sociales lo mantienen atado; aquel que nace obligado a obedecer y obedece hace bien, pero si es capaz de enfrentarse a su esclavitud y superarla, obra mucho mejor aun. Así demuestra que fue creado para disfrutar de la libertad, si no tiene derecho de discutirla.

Las primera sociedad, por naturaleza es la familia, aunque el lazo se rompe al terminarse la necesidad de un hijo hacia un padre, comúnmente sigue habiendo una relación que sin forzosa ni natural, es más un convenio; así pues toda sociedad es un convenio. El cual tiene jefes y subordinados. Y aunque unos nacen para mandar y otros para ser esclavos, no es porque haya distinción, es solo porque así ha existido.

El derecho sobre los demás jamás significara nada si emana de la fuerza, ya que esta palabra significa potencia física, y si alguien sucumbe ante la fuerza, no es un acto de obediencia, si no un acto de necesidad o prudencia, así que el derecho no nace de la fuerza, ni se está obligado a obedecer, además, si la razón está dada por el derecho ante los demás, significa que cada que hubiese alguien más fuerte la razón cambiaria de significado, no teniendo jamás un sentido común, por lo que las relaciones no podrían darse.

El derecho de esclavizar a las personas no la da la superioridad en fuerza, la esclavitud no es parte de la naturaleza social y mucho menos de la naturaleza humana. Ni la guerra da el derecho de esclavitud, solo el de obediencia, el derecho de matar a los enemigos en una guerra pueblo a pueblo es sensato, solo cuando este tiene arma en mano, en caso contrario, la matanza es inhumana y sin sentido.

Lo que pierde el hombre por el contrato social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que intenta y puede alcanzar; lo que gana en él mismo es la libertad civil y la propiedad a todo lo que posee.

Libro II

La soberanía es inalienable porque es el ejercicio de la voluntad general, jamás deberá separarse del individuo miembro de una sociedad, y que el soberano, que no es mas que un ser colectivo no puede ser representado por alguien mas, solo por el mismo; el poder se transmite, pero no la voluntad. Aunque no es imposible que la voluntad personal sea igual que la voluntad colectiva, si es imposible que este acuerdo este presente siempre; aunque si esto llegara a ocurrir seria solo coincidencia y no parte del proceso.

La soberanía también es indivisible porque cada persona tiene voluntad y esta crea una voluntad general, la declaración de esta voluntad es soberanía y por tanto es ley. No se puede dividir la soberanía en su concepto, por lo que muy a menudo lo hacen en su objetivo, es como si dividieran a una persona, a uno les toca una parte, y muchos políticos lo hacen a los ojos de todo el pueblo.

El pacto social da al cuerpo político poder absoluto sobre todos los suyos, este mismo poder, que dirigido por la voluntad general, toma el nombre de soberanía. Cada individuo enajena, mediante el pacto social, bienes y libertad, pero el mismo ciudadano es el juez que juzga estas necesidades.

El contrato social tiene como fin la conservación de los contratantes, se quiere conservar la vida a expensas de los demás, pero también se debe exponerse por los demás cuando sea necesario. Cuando el estado le dice a un individuo que para el bien de la comunidad debe morir, morirá, por que a expensa de ella había vivido en calma, y su vida ya no es un derecho natural, si no un convenio con el estado. En el contrato social no se dispone de la propia vida, solo se garantiza. Cuando se aplica la pena de muerte, se le hace como enemigo, no como ciudadano, pues el malhechor ataca las leyes del estado y le declara la guerra. En un estado bien gobernado hay pocos castigos, no por que se exoneren muchas cosas, si no por que hay pocos criminales.

Es necesario que haya contratos y leyes para unir los derechos a los deberes y conducir la justicia a su objeto. Las leyes son realmente las condiciones de la asociación civil. El pueblo sumiso a las leyes debe ser el autor de las mismas.

Para elegir las leyes soberanas que son necesarias para la nación, sería necesaria una inteligencia superior capaz de conocer todas las reacciones humanas sin experimentar ninguna. El legislador es el mecánico que inventa la maquina y el que le da movimiento. El legislador es un hombre extraordinario en el estado, no solo por su cargo si no también por su inteligencia. El que manda a los hombres no debe mandar a las leyes, el que manda a éstas o debe mandar a los hombres; de otro modo sus leyes, dirigido de sus pasiones, no harían a menudo sino perpetuar sus injusticias: el legislador no podría evitar nunca que intereses particulares alterasen la soberanía de su obra. El legislador antes de levantar leyes examina al pueblo, para destinar las que crea convenientes y el pueblo pueda soportarlas.

El pueblo no es más que el lugar y las personas que serán gobernadas, de aquí radica el poder que tendrá dicha nación, el pueblo debe ser disciplinado para poder alcanzar grandes metas, un pueblo con costumbres y vicios arraigados es un problema muy grande querer corregirlo. El pueblo pasa por etapa de juventud y de madures, comúnmente en la etapa joven es donde el pueblo es mas dócil, en la madurez es incorregible.

Los pueblos, al igual que las personas, tienen un tamaño natural, ni tan grande para poder ser gobernado, ni tan pequeño para que garantice su existencia. Fuera de estos parámetros se consideran gigantes

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (16.8 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com