El Elemento
Lun411 de Septiembre de 2013
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Capítulo 1. El Elemento
Este capítulo me remite me remite a todos los días que he pasado en la escuela y me pregunto si en algún momento estuve cerca de encontrar mi elemento. “Desgraciadamente, la mayoría de los niños no tienen a nadie que desempeñe el papel que el psicólogo tuvo en la vida de Gillian.” Nos encontramos en un mundo donde se quiere cortar con molde a todos los individuos, los que no se dejan son tratados como rebeldes e inadaptados; y si en suma no encontramos a nuestro psicólogo salvavidas estamos condenados a ser llevados por la corriente. “Se supone que la educación es el sistema que debe desarrollar nuestras habilidades naturales y capacitarnos para que nos abramos paso en la vida. En lugar de eso, está frenando las habilidades y los talentos naturales de demasiados estudiantes y minando su motivación para aprender.” Raro. Se nos está “preparando” para un futuro incierto, en condiciones de cambios constante, ajá. Pero, ¿cómo un sistema cuadrado nos permitirá evolucionar lo suficiente para adaptarnos a un futuro por demás incierto? He ahí una de esas cosas absurdas de la vida. “Lo único que sabemos del futuro es que será diferente, sería inteligente por nuestra parte que hiciéramos eso mismo. Si vamos a afrontar esos desafíos, debemos pensar de manera muy distinta acerca de los recursos humanos y sobre cómo desarrollarlos. Abrazar el elemento. ” Si te gusta hacerlo, lo haces bien y si no te imaginas haciendo algo más. ¡Aférrate a ello! Haz encontrado tu elemento.
Capítulo 2. Pensar de forma diferente.
Tal vez si no nos concentráramos tanto en alabar a los individuos con mejores notas en matemáticas, ciencias y letras encontraríamos que los otros tienen habilidades igual de asombrosas. Digo, una calificación no dice gran cosa. Desde la secundaria mis padres me han presionado para obtener buenas notas y lo he conseguido, pero no creo merecer dichas calificaciones cuando al terminar el ciclo escolar he olvidado o soy incapaz de aplicar el conocimiento que según tengo. Entonces, ¿cómo unos números podrían marcar nuestro destino? En mi opinión, poco importan las notas. Si no estás hecho para algo puede que te esfuerces en conseguir ciertas metas pero jamás será demasiado provechoso.
Es decir, damos por sentado que un alumno con excelentes calificaciones es un gran sabiondo. Sin duda habrá algunos que lo sean pero habrá otros, como yo, que después de haber obtenido 10 en alguna materia no tengan ni la menor idea de lo que ahí se habló.
La inteligencia no debería medirse por logros académicos, ya que en el sistema educativo no evalúa, y menos aún da oportunidad de desarrollo, todas las capacidades humanas. “Dar por sabida la definición de inteligencia es una de las razones principales por la que muchas personas infravaloran sus verdaderas habilidades intelectuales y fracasan a la hora de encontrar su Elemento.” Tal vez si no hubiera dejado que las calificaciones que obtuve en trigonometría en la preparatoria me afectaran, habría decidido realizar el examen de admisión para arquitectura y no condenarme a algo en lo que no me siento tan complacida. He ahí la importancia de reconocer que la inteligencia no puede estar delimitada por lo que diga un test de “inteligencia”. Es mucho más que una cifra, es diversa, dinámica y peculiar. Cada individuo tiene su propio estilo de inteligencia.
Capítulo 3. Más allá de la imaginación.
“La creatividad va un paso más allá que la imaginación, porque exige que hagas algo en vez de estar tumbado pensando en ello.” Puedo pensar de modo diferente ahora. La creatividad como un proceso en el que todos nos desenvolvemos de maneras diversas y que expresamos, también, de modos diferentes. No es solo imaginarlo, es poder crearlo y pulirlo. Como fruto de la inspiración arrebatadora o momentos de diversión y disfrute.
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