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El Engaño Capitalista


Enviado por   •  28 de Abril de 2015  •  1.592 Palabras (7 Páginas)  •  161 Visitas

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El engaño capitalista

Dentro del pensamiento, abstracto y concreto a la vez, del alemán Karl Marx, quien logra alejarse del mundo de las opiniones y obtener una mirada que comprende las relaciones sociales, existen temas que son de gran importancia para el entendimiento del mundo moderno. Es a partir de sus observaciones en la historia de la humanidad, de donde provienen sus conclusiones acerca de la economía política, a la cual critica porque no explica claramente los hechos ocultos que abarca como tal, sino que busca un interés propio por salir adelante.

Por eso sostiene que “Los únicos engranajes que el economista pone en movimiento son la avaricia y la guerra entre los avariciosos, la competencia” (Manuscritos económico-filosóficos: Marx,1844, p.74).

El capitalismo o producción de capital es un sistema político, económico, social y cultural, que ha reinado en muchas sociedades pero que es entendido explícitamente por pocos en la cotidianidad. Teniendo en cuenta lo que esto implica, en este texto se pretende afirmar que la teoría marxista se considera una importante herramienta que ayuda a comprender, que dentro de este sistema, la fábrica del capitalista es un lugar de explotación donde la fuerza de trabajo es la productora de la plusvalía. A partir de este enunciado, se desglosan múltiples factores como lo son el hombre enajenado por diferentes medios y lo que esto significa, la fuerza de trabajo y su vital importancia para el desarrollo de la plusvalía y finalmente la importancia de esta última en el mundo de las mercancías.

Teniendo como base los textos de Marx “Manuscritos económico–filosóficos de 1844” y su obra más importante “El Capital” (capítulos I y IV) se partirá a desarrollar articuladamente lo mencionado anteriormente.

Dentro del capitalismo existen dos clases sociales. De un lado, la burguesía compuesta por los capitalistas poseedores de la propiedad privada; y por el otro, el proletariado, conformado por los obreros, también conocidos como hombres libres. Marx les designa el nombre de hombres libres en la medida en que no tienen propiedades en su poder a excepción de su cuerpo, sus habilidades y lo más importante en este tema, su fuerza de trabajo.

En el mundo capitalista es necesario que exista esta fuerza de trabajo, lo cual crea una relación entre quien trabaja y quien genera trabajo. Esta relación es necesaria para la producción del capital y consiste en que el obrero trabaja para un capitalista. Aparentemente se ve normal puesto que en el mundo moderno así funciona, pero en realidad existen hechos que están ocultos. Uno de ellos es el carácter de apropiación por parte del capitalista hacia el obrero, lo que hace que este último se enajene en tres formas.

Inicialmente según Marx (1844), se enajena de su propio objeto puesto que se esclaviza en la producción de este, procurando hacerlo cada vez mejor. Y en la medida en que este producto se valoriza en el mundo, más se desvaloriza quien lo produjo, es decir que tiene menos dignidad y es más carente de objeto. Así pues se entiende, que la relación obrero-objeto es extraña y hostil.

Enseguida está la enajenación del hombre a sí mismo, debido a que cuando este trabaja “mortifica su cuerpo y arruina su espíritu” (Marx, 1844, p.78). El obrero se siente reprimido de expresar libremente su conducta de acuerdo con la naturaleza, ya que está produciendo un medio para satisfacer necesidades ajenas, las cuales en realidad le pertenecen al burgués. Todo hombre posee una naturaleza inorgánica innata compuesta por sus medios espirituales, los cuales hacen parte de su actividad de vida y debe mantener para no morir, pero en el obrero no se cumplen como tal.

Por último está la enajenación del hombre con otros hombres. Esto se entiende como el obrero enajenado del capitalista, ya que si un hombre se enajena así mismo, al relacionarse con las personas de su entorno, su relación también se enajenará. En este orden de ideas “el trabajo produce maravillas para los ricos, pero produce privaciones y penurias para los obreros” (Marx,1844 p.77). Significa que al obrero, trabajar para otro hombre, crea una auto enajenación debido a que el capitalista posee su naturaleza. Es entonces que surge la pregunta: ¿cuál es el resultado o la intención de esto? En teoría, debería existir una relación mutualista entre ambas partes, es decir, que cada una obtenga alguna clase de beneficio en iguales proporciones. Por el contrario, la fuerza productora no causa únicamente la desvalorización del proletario, sino lo más importante para el capitalismo, que es la producción de la propiedad privada. Esta va beneficiar en su gran mayoría al hombre rico y pondrá en desventaja a su empleado.

Después de entender cómo se enajena el obrero y lo que esto significa, es necesario ir más allá y analizar cómo y dónde se produce esa propiedad privada.

Existe

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