Consumo Capitalista

CONSUMISMO CAPITALISTA

Somos realmente libres de tomar nuestras decisiones y escoger la forma de vida que deseamos o todo nuestro desarrollo personal esta sutilmente condicionado por nuestro entorno y las necesidades de consumo que nos son impuestas día a día por la sociedad y los medios de comunicación. A continuación exploraremos el concepto de consumismo, sus implicaciones sociales y la adopción de nuevos valores para enfrentarlo.

A comienzos del siglo anterior con el desarrollo de mejores métodos de producción se incremento el volumen de bienes fabricados, de aquí surgió la necesidad de su rápida comercialización por lo cual las empresas se enfocaron en la publicidad, el marketing y otros medios para impulsar las ventas dando inicio al concepto de la sociedad de consumo. Una vez termino la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos vio la necesidad de impulsar su economía por ello adopto postulados según los cuales se necesitaba hacer del consumo el sistema de vida de las personas, que todas las satisfacciones giraran alrededor del consumo de productos y que estos se utilizaran y desecharan con una velocidad cada vez mayor.

Esta presión para consumir bienes y servicios ha traído inconvenientes a nuestra sociedad, la publicidad paso de ser un medio para dar a conocer nuevos productos y tratar de influenciar los comportamientos y actitudes de las personas a ser un instrumento de manipulación de masas donde permanentemente emiten mensajes de egolatría manifestados en que los productos ya no se venden por su utilidad, sus características si no por estados anímicos asociados a él como felicidad, una moda o una apariencia. De esta forma y sin darnos cuenta vemos limitada nuestra libertad de tomar decisiones ya que somos presionados por el entorno social y la publicidad a tener un estatus que esté de acuerdo con nuestra posición social, a cambiar constantemente nuestro estilo acorde a la moda vigente y a renovar en corto tiempo nuestros equipos de uso personal como computadores, celulares y enceres domésticos por obsolescencia concebida.

Este condicionamiento consumista nos lleva a valorar las personas por sus bienes por lo que pueden comprar y lo que muestran; alejándonos de las relaciones humanas basadas en principios e introduciéndonos en una espiral sin salida donde cada día trabajamos más para comprar nuevas cosas que debemos desechar en corto tiempo y nuevamente volver a comprar.

En respuesta a esta situación en los últimos años surge un nuevo tipo de consumidor que es consciente de la constante manipulación a la cual es sometido y actúa de forma más racional y menos impulsiva adquiriendo cierto grado de libertad al hacer sus compras, esto lo menciona Luis Enrique Alonso en su texto Un nuevo consumidor cuando afirma: ¨ Los nuevos consumidores del cambio de milenio habrían superado así la inconsciencia feliz de la

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