El Principe

Ensayo de la obra “El Príncipe”

La obra “El príncipe”, fue escrita en el año 1513, por Nicolas Maquiavelo, escritor y estadista florentino. Fue escrita luego de su retiro de la vida política, y publicada por primera vez cinco años después de su muerte, en 1532. Dedicada a Lorenzo de Mèdici, a quien Maquiavelo se refiere como, Lorenzo el Magnífico, hijo de Pedro de Mèdicis. Ésta, está dividida en veintiséis capítulos, donde el autor reflexiona sobre las cualidades que un gobernante, o también príncipe, debe tener para asegurar su poder.

Esta obra refleja, por parte de Maquiavelo, realidad políticas de Italia, del siglo XV y XVI, ya que ésta se encontraba dividida en la época, por motivos políticos como por la corrupción y alianzas de todo tipo, que evitaban la unión de Italia.

Durante toda la obra, el interés de Maquiavelo se centra en la política como “arte de conquistar el poder”. La política es por lo tanto el arte del príncipe o gobernante. Lo importante es que éste tenga las condiciones naturales como para asegurar la conquista y la posesión del poder.

El sistema de gobierno más común en aquella época era el de los príncipes. Maquiavelo comienza hablando sobre los diferentes principados que podían existir; como los hereditarios, que provienen de sus familias, y eran los más fáciles de conservar; los nuevos y los mixtos. Estos se pueden adquirir por medio de las armas propias y el talento personal, que son los más seguros, por medio de armas y fortunas de otros, que son inseguros, y los que son por medio del favor de los ciudadanos, que es llamado principado civil, ya sea impuesto por el pueblo o por los nobles.

El autor concluye que el príncipe tiene como misión la felicidad de sus súbditos, y esta solo se puede conseguir con un estado fuerte, y para conseguirlo tendrá que recurrir a la astucia, al engaño, y si es necesario, a la crueldad. Maquiavelo trata de mostrar en su obra el arquetipo de cualquier político, que consiste en las siguientes condiciones que su personalidad debe poseer para llegar al poder y mantenerse en el, como por ejemplo; tener la capacidad de manipular situaciones, ayudándose de cuantos medios sea necesario mientras consiga sus fines; ser diestro en el engaño: no debe tener virtudes sino que aparentarlas; debe saber la diferencia entre el bien y el mal, estar por encima.

Maquiavelo habla también sobre las personas en quien podemos confiar y de las cuales hay que cuidarse, poniendo siempre como ejemplo a hechos históricos que respaldan su tesis. La mayoría de estos hechos ocurrieron en diferentes partes del continente europeo.

Maquiavelo considera dos tipos de gobiernos, los asistidos por siervos, que es donde el príncipe tiene mayor autoridad y los asistidos por nobles, fáciles de sobornar.

Explica que para gobernar una nueva ciudad o principado, que ya tenía sus propias leyes, primero se debe destruirlo, después radicar en él y finalmente regirlos con sus propias leyes. Esto se debe hacer con mucha habilidad, ya que imponer nuevas leyes puede ser peligroso y difícil. Es fácil convencer al pueblo de algo, pero difícil es mantenerlo en la convicción.

Uno de los temas que el autor habla en gran parte del libro es de los diferentes ejércitos que puede tener un principado, tomando en cuenta los beneficios y dificultades que le puede traer a este. Dejando en evidencia que este era un tema de gran importancia en la época, debido a las constantes luchas por territorios y rutas de comercio, que hacia indispensable que cada principado tuviera su propio ejército para atacar. Los siguientes son los diferentes ejércitos nombrados: el ejército mercenario, este es el menos confiable y más peligroso, ya que solo trabaja por dinero y tiene una gran probabilidad de que se revele y se oponga al príncipe, haciendo que este

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