El Principito: encuentro, valores y frutos

Trabajo: El Principito: encuentro, valores y frutos

Se produce un encuentro cuando me acerco a una realidad con una actitud creativa, respetando … “lo que es y lo que está llamada a ser”. No se produce por mera cercanía física. Es una experiencia reversible en la que se da un enriquecimiento mutuo.

El encuentro por sus exigencias nos lleva a los valores, que va a ser el siguiente descubrimiento y este al desarrollarse nos permite y hace nuevos encuentros.

Para establecer un encuentro tienen que haber una relación bidireccional.

Para que una relación (encuentro) funcione tienen que darse una serie de exigencias, generosidad, disponibilidad, veracidad …  estas son las bases para darse un encuentro.  Estas exigencias del encuentro se llaman valores y estos valores son los que nos permiten realizar diversos modos de encuentro. Por que todo valor nos ayuda a mejorar hi a crecer como personas.  Las relaciones se van trabajando y enriqueciendo poco a poco.  En un encuentro positivo las personas mejoran y en ellas podemos ver complicidad, felicidad, confianza, amor, empatía, alegría, … Cuando se produce un encuentro hay una transformación que de esta transformación es el fruto de este encuentro que es unión, luz, energía espiritual, paz, entusiasmo, intimidad, creatividad, felicidad y alegría, todos estos son los frutos del encuentro.  

Se produce el encuentro entre el Principito y el zorro en el momento que el Principito propone al zorro jugar. Pero el zorro le responde “No puedo jugar contigo, no estoy domesticado”. La amistad se da entre las personas, pero su equivalente en el mundo animal es “la domesticación”. En este momento se da una relación bidireccional, el Principito y el zorro proponen establecer lazos. Y entonces el principito le pregunta: ¿qué significa “domesticar”? El zorro le respondió que domesticar significa “crear lazos” (vínculos de encuentro).

Por parte del zorro las exigencias son: “El zorro le pone unas condiciones para que se pueda dar el encuentro: la primera condición es que hay que ser paciente, le pide que se siente un poco lejos de él y que poco a poco vaya acercándose para que se acostumbre, es decir, le pide que se ajuste a los ritmos naturales. Cada día deberá llegar a la misma hora para que anticipe el momento y lo pueda saborear, le dice que los ritmos son necesarios”. La paciencia es la mayor exigencia, sin prisas, respetando los ritmos.

Se ha producido entre ellos el encuentro y ha dado sus frutos. Cuando se van a despedir el principito se siente mal porque ahora que se va el zorro sufrirá y llorará por él. Le pide perdón por haberlo domesticado y el zorro triste por la partida, pero contento por sentir lo que siente le dice que no, que no pierde, solo gana todo lo que lleva en su corazón. Siempre se acordará de él cuando vea el trigo. Le invita a comprender cómo se siente una persona única en el mundo. Lo hará cuando vuelva a ver a su rosa. Hay que ser paciente- respondió el zorro- Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca (así se rompen las distancias).

Los frutos que se extraen de este encuentro son, alegría cuando el zorro sabe que viene, amistad, “Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible a los ojos”. Su vida estará llena de sol. Su vida tendrá plenitud de sentido.

Como conclusión podemos decir que la amistad es el mejor remedio contra la soledad y el alejamiento. La amistad da plenitud a nuestra vida.

Referencias Bibliográficas

Pérez Carrió,J. (2021). Algunas ideas para una interpretación de “El Principito” de Saint-Exupéry.

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