El inicio de la filosofía en Grecia: Platón, Aristóteles, Epicuro

“Toda respuesta adolece de parcialidad y de provisionalidad, pero al mismo tiempo es necesaria la respuesta que se va configurando a lo largo de su propia historia”

El término filosofía de origen griego, se compone de los vocablos philos que es “amor” y sophia “sabiduría”, y por definición, ya establece una distancia de la presunción del saber. Enseguida, Aristóteles establece el término episteme que consiste en la ciencia, pero entendida como el conocimiento teórico. Y por otro lado se establece el término sofía que es a su vez ya entraña el conocimiento teórico, pero también el práctico.Por lo tanto, sofía contiene episteme, porque tiene del rigor científico y a su vez profundiza hasta los principios.

A lo que más adelante de la lectura nos encontramos con otra comparación que realiza Heráclito: la distinción entre el saber del erudito que conoce muchas cosas (polumathes) y el saber del sabio que conoce la razón (logos) que todo lo rige, y ama verdaderamente la sabiduría. Pero difieren en que el sabio utiliza el conocimiento para orientar su vida, o la de los demás.

Así que poco a poco nos comenzamos a hacer un concepto del filósofo: quien necesita actitudes de admiración y perplejidad para que la filosofía pueda brotar. Buscan una explicación de las cosas intentando explicarse, y al admirarse de ellas es reconocer que se las ignora. Por eso el filosofar fue, en los primeros filósofos, una huida de la ignorancia. Mientras que por otro lado, la tarea del filósofo es reencontrar la verdad perdida mediante el re-pensar y la discusión de las opiniones transmitidas, siempre teniendo la humildad de confesar la ignorancia, que es lo ideal a comparación de un saber pretendido.

Entonces es la filosofía un continuo interrogar a las cosas que se ofrecen al observador atento, cargadas de problemas. Y es justamente la misma problematicidad de lo real la que anima y mantiene la investigación tensa en sus distintos momentos. Entendiendo que se duda que se dude que la filosofía logre su final.

Posteriormente nos encontramos con que se empieza a hacer el hincapié en la importancia de Aristóteles para la historia de la filosofía, siendo que para él la historia “no es una secuela arbitraria de opiniones, sino un continuado y progresivo diálogo”, y es que presenta su libro “A de la metafísica” que es uno de los antecedentes más válidos y modélicos de la historia de la filosofía, al igual que él recogía de manera metódica las opiniones de sus predecesores y daba precisos criterios filosóficos, a costa de que deformaba las doctrinas en función de su propia filosofía, siendo así que limitaba la posible interpone se les pudiera dar.

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