“El problema del amor

INTRODUCCION

“El problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, como ser dignos de amor.”

Decidí comenzar mi escrito con esta frase de Erich Fromm porque hablare del amor. No de ese amor infantil retrógrada con el que lucra televisa con sus “novelas” y pobres argumentos en el que el problema del amor siempre es debido a una triangulación y prohibición. Hablare del amor como lo que verdaderamente es, el amor como una necesidad fundamental de los seres humanos y al mismo tiempo como una habilidad que tiene que aprenderse. El amor más que un sentimiento o sensación en el estómago, es un arte, una disciplina. Así como el músico ensaya y practica para llegar a ser virtuoso, de la misma manera quien quiera aprender a amar tiene que practicar, y equivocarse cientos de veces. Tendrá que exponerse ante el público si quiere que su obra sea conocida, dar todo de sí mismo con sinceridad, coraje, fe y disciplina para lograr recibir aunque sea un solo aplauso honesto de entre toda la multitud.

Amor de si mismo

“El ser humano tiene el don de poder hablar y pensar. Si estas aptitudes se bloquearan, el afectado resultaria muy perjudicado. El ser humano tiene el don de amar y si no hace uso de este don, si es incapaz de amar, sufre por esta desgracia, aunque intente ignorar su sufrimiento con toda clase de racionalizaciones.” (Fromm, 1947)

Contrario a toda absurda fantasía hollywoodense, el amor no se limita a ese argumento que vemos en sus películas donde el protagonista lucha por el amor de alguien, con pasión y a costa de todo, incluso del mismo sufrimiento o de un tercero. La ilusión es que una vez se tenga el amor de esa persona ideal, hemos de experimentar una sensación de completa felicidad. Aquí el problema es que el amor se considera un objeto y no una facultad. Esta fantasía se desvanece cuando nos damos cuenta que el amor, no se puede tener, no se puede poseer. Esta es la creencia que se tiene cuando se vive en una sociedad  donde lo que vale es reunir la mayor cantidad de riqueza material, donde la riqueza esta en tener y no en ser. Por eso erróneamente se busca tener el amor, y en esa búsqueda inalcanzable, se hace hasta lo imposible para ser merecedor de ese amor; teniendo un alto estatus social, tratando de ser atractivos o seducir a la persona mediante actitudes y todo tipo de gestos. Todo esto puede ser importante para sentirse atraído en un inicio, sin embargo, posterior a todo esto, incluso si se logra, sigue habiendo un vacío y sensación de infelicidad debido a la incapacidad de amar. En el ejemplo que he descrito se busca exclusivamente recibir el amor, en vez de darlo. Pero es imposible recibir algo que no se es capaz de dar porque nunca se ha experimentado.

Somos capaces de reconocer en otros la tristeza, el miedo o el enojo porque todos lo hemos experimentado más de una vez. Si no somos capaces de amar, tampoco podemos reconocer el amor en alguien más, lo que incrementa aún más la sensación de nunca encontrar o poseer el amor que buscamos.

Si solo se busca tener el amor de otro de forma pasiva, pero nunca se llega a amar activamente, se vive una sensación de aislamiento o separatidad. Esta aislamiento se compensa parcialmente de alguna de las siguientes maneras:

Una forma de escapar de este estado de separación es mediante el acto sexual. Durante el orgasmo muchas veces se vive una intensa sensación de conexión con el otro, sin embargo esta sensación dura apenas unos segundos, y eventualmente regresará la sensación de separación y se buscará repetir esta experiencia nuevamente. En muchos casos la necesidad y búsqueda de esta experiencia puede confundirse con el amor. La experiencia es placentera y es parte importante en una relación, pero seríamos muy inocentes si nos creemos que esta sensación aislada de vínculos más profundos se trata de amor. Otra forma parecida para evadir el aislamiento es el uso de drogas en el que también se experimenta un estado de excitación de los sentidos que tendrá un punto máximo y consigo la sensación de conexión con el universo, pero al igual que en el caso anterior, debido a lo fugaz de los efectos, se regresa al punto inicial de sentimiento de aislamiento y comienza de nuevo la búsqueda inalcanzable.

Vemos en muchos hombres la típica actitud de inseguridad machista, quien disfruta de alardear con cuantas mujeres ha tenido relaciones sexuales y con lo atractivas que son, y que debido a su impotencia en la capacidad de amar y de establecer un verdadero vínculo con alguien más, suelen tener actitudes hostiles y de apego para compensar

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