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El valor agregado de la formación ética


Enviado por   •  13 de Marzo de 2014  •  Exámen  •  821 Palabras (4 Páginas)  •  219 Visitas

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El valor agregado de la formación ética

La auténtica finalidad de la educación es la formación integral del ser humano. Esta finalidad viene determinada por el sujeto sobre el que actúa, la persona, que no es un ente divisible sino un todo compuesto de cuerpo, razón y espíritu. "Sustancia individual de naturaleza racional" dirá Boecio. Y siendo la persona una sola, la educación debe tender a ser una sola (no la misma); es decir, a educar a la persona toda y no sólo a una de sus partes. Así, la ética forma parte de la formación integral de la persona. Pero dada su naturaleza, no puede ni debe agotarse en su mera enseñanza formal. Es necesario que los currículos establezcan instancias oficiales de aprendizaje de la misma, pero su inserción es un componente básico del proceso educativo en su conjunto. Pero también por razones prácticas. Las virtudes no se heredan ni tampoco afloran en la persona apenas ésta asume un trabajo (del tipo que sea). El carácter se desarrolla a través de la actuación ética hasta que se transforma en un hábito, una disposición natural al bien, que no es otra cosa que la virtud. Hay tres factores que facilitan este desarrollo: la práctica, el papel de los modelos y la reflexión. Todos ellos son importantes a la hora de "enseñar" ética, más allá de lo que se formule "en abstracto y lógicamente “en un curso de ética. Se trata de la teoría puesta al servicio de la acción. El peligro de poseer conocimientos que no se sabe cómo y cuándo aplicar siempre es complejo; pero lo es más cuando dichos conocimientos atañen a la felicidad de las personas. El ser es inseparable del deber ser. Para pasar del conocimiento a la acción hay que estar convencido. "Y eso sólo se demuestra haciéndolo, intentándolo. Con todo, no es bueno que el pensamiento sea débil. Finalmente, el pensamiento "la razón” ilustra y orienta nuestras acciones: el actuar de nuestra voluntad, lo que deseamos. Aprender a pensar y aprender a aprender ayuda a que el "continente" reciba de mejor forma un "contenido". Una buena preparación del "continente" prácticamente hace asimilable todo "contenido", por complejo que éste sea y favorecido o no que esté por el envase en que se lo presente. Pero además, el aprender a aprender tiene un componente ético insustituible: ser mejor. Ese es su objetivo.

De ahí el necesario equilibrio que debe existir entre una educación formal de la ética y una educación "informal" a través del ejemplo virtuoso y la práctica misma; que aunque es una consecuencia del aprendizaje, también constituye un aprendizaje en sí mismo. Está demostrado que las personas atribuyen una importancia decisiva a los contenidos éticos de la formación. Toda educación, del tipo y contenido que sea, es también preparación para la vida. Así, la ética es

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