En Busca De La Felicidad
samleiv16 de Octubre de 2012
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SEMINARIO CONCILIAR DE LA PURÍSIMA
SEGUNDO SEMESTRE DE FILOSOFÍA
ENSAYO PARA EXAMEN FINAL
TÍTULO “EN BUSCA DE LA FELICIDAD”
MATERIA: METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN FILOSÓFICA
ALUMNO: EDUARDO ORTIZ VIELMAS
PROFESOR: LIC. JOSÉ CHAPARRO GONZÁLEZ
GUADALUPE ZACATECAS, 16 DE JUNIO DEl 2006
TÍTULO DEL ENSAYO:
EN BUSCA DE LA FELICIDAD
ÍNDICE:
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1: ¿QUÉ ES LA FELICIDAD?
1.1.- COMENTARIOS PERSONALES
CAPÍTULO 2: ¿POR QUÉ SER FELIZ ES UN PROBLEMA?
2.1.- COMENTARIOS PERSONALES
CAPÍTULO 3: TODAVÍA ES POSIBLE LA FELICIDAD.
3.1.- COMENTARIOS PERSONALES
CONCLUSIÓN GENERAL
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN:
En el presente ensayo, como investigación, he escogido el tema de la felicidad, el cual, me parece muy importante, porque hoy en día, quizás los hombres, no hemos sabido comprender el término de felicidad, y lo hemos encasillado solamente en la posesión de riquezas, lujos y salud, viviendo así una felicidad materialista y hedonista, que como principio primero de felicidad, se antepone para el hombre, la búsqueda del placer, y por tanto, la visión extrema de la preocupación y cuidado del cuerpo humano. Con el presente dicho vulgar que enuncio, se resume esta ideología que el hombre vive hoy en nuestra sociedad: “A gozar, a gozar, que el mundo se va a acabar”.
Así pues, en un primer capítulo he querido estudiar, de “La Ética a Nicómaco” de Aristóteles, qué es para él, el concepto de la felicidad. Aristóteles establece que el fin último de todo ser humano es la felicidad, y que el hombre llega a ser feliz siendo hombre y ejerciendo actividades propias del hombre, pero esta felicidad es limitada, pues para él, la felicidad perfecta es la actividad contemplativa que es propia de los dioses. Aristóteles que definió la felicidad como “determinada actividad del alma desarrollada conforme a la virtud”, marca pues que la felicidad está en buscar alcanzar el Bien Supremo, y no en la satisfacción material del hombre.
En un segundo capítulo, echando una mirada a “La Suma Teológica” de Sto. Tomás de Aquino, he querido reflexionar, sobre ¿Por qué ser feliz es un problema? A esto se responde que la felicidad o bienaventuranza perfecta es el fin último del hombre, el problema que se encuentra aquí, es que la bienaventuranza perfecta se logra con la contemplación de Dios en la forma espiritual del hombre, es decir, cuando el alma se separa del cuerpo al finalizar nuestra vida terrenal; pues el hombre posee sólo en este mundo la bienaventuranza imperfecta, que se puede lograr mediante la recta disposición de la voluntad. Por consiguiente, el hombre puede llegar a la bienaventuranza perfecta mediante la bienaventuranza imperfecta, pues lo que es perfecto en potencia puede llegar a ser perfecto en acto.
En el tercer capítulo, tomo como referencia del libro de Bertrand Russell “La conquista de la felicidad”, la cuestión sobre si todavía es posible ser feliz. Para el autor ser feliz es un problema porque el hombre no conoce la verdadera felicidad hasta que se muere y sólo después de esto, y si ha tenido rectitud de voluntad, puede llegar a hacerlo mediante la contemplación de Dios, aunque esto no pueda ser comprobado empíricamente. Así pues, viendo estos puntos podemos ver, que el problema de la felicidad, existe desde la concepción tan diferente que de ésta misma, tenemos cada hombre, asociando la felicidad a sólo un aspecto que encierra al hombre, ya sea en un materialismo o un hedonismo, en el afán de regirse por una sola dimensión del hombre en la búsqueda de esta felicidad, por lo cual, para mí es importante que el hombre como individuo, está formado de cuerpo, mente y alma, y que por lo tanto en la búsqueda de la felicidad debemos atender a estas tres dimensiones del hombre para poder encausar nuestra búsqueda por un camino más correcto, hacia el Absoluto.
CAPÍTULO 1: ¿QUÉ ES LA FELICIDAD?
La ética de Aristóteles establece como punto de partida que el fin último de todo ser humano es la felicidad. Según Aristóteles, para llegar a la felicidad, se debe analizar la naturaleza humana. De esta manera se llega a la conclusión de que cada ser es feliz realizando la actividad que le es propia y natural. Es decir, el hombre es feliz siendo hombre y llevando a cabo actividades propias de los hombres. La forma más perfecta, y a su vez irrealizable, de alcanzar la felicidad es la actividad contemplativa. Sin embargo, este tipo de felicidad es propia de los dioses. El ser humano, debido a sus necesidades, ha de conformarse con una felicidad limitada, consistente en la posesión de bienes corporales y exteriores y que sin las virtudes morales no se podría conseguir.
La ética de Aristóteles tiene un fin, que se resume en la búsqueda de la felicidad. Para algunos, la felicidad consiste en los placeres; para otros, en las riquezas; pero el hombre sabio, la busca en el ejercicio de la actividad que le es propia al hombre, es decir, en la vida intelectiva. Ello no excluye el goce moderado de los placeres sensibles y de los demás bienes, con tal de que no impida la contemplación de la verdad. Es el fin de nuestra actividad. Todo ser tiende a ser feliz. La felicidad arranca de uno mismo, no está en las cosas. Es una cualidad dirigida por la virtud, por lo que toda acción dirigida por la virtud, tiene que ser agradable. Sentir la alegría de las buenas acciones es signo de bondad, de que estás en el camino cierto. Por tanto, obrar conforme a la virtud es el camino de la felicidad. Cuando estás tranquilo es que estás en el camino del bien. La felicidad es el fin de todo lo humano. La felicidad no es un modo de ser, pues de otra manera podría pertenecer al hombre que pasara la vida durmiendo o viviera como una planta, o al hombre que sufriera las mayores desgracias. La felicidad se ha de colocar entre las cosas por sí mismas deseables y no por causa de otra cosa, la felicidad se basta a sí misma, y las actividades que se escogen por sí mismas son aquéllas de las cuales no se busca nada fuera de la misma actividad. Tales parecen ser las acciones de acuerdo con la virtud. La felicidad no está en la diversión, pues sería absurdo que el fin del hombre fuera la diversión y que el hombre se afanara y padeciera toda la vida por causa de la diversión.
Para Aristóteles la felicidad es el “bien supremo”, el fin al cual están destinadas todas nuestras acciones, el objetivo de la vida de los seres humanos. El nombre de “bien supremo” ya nos indica que hay otros inferiores a él. En efecto Aristóteles jerarquiza los bienes, pero todos ellos, toda acción, están destinados al superior, son medios que nos llevan a él, por tanto, esta cadena de medios y fines es limitada, de lo contrario, si no tuviéramos un objetivo final, la vida carecería de sentido.
Llegamos pues al momento de definir qué es el bien supremo, no sólo para Aristóteles, sino también las diversas opiniones de su época, con las que él estaba de acuerdo o por el contrario las rebatía. Así tenemos que para casi todo el mundo el bien a alcanzar es la felicidad, y que por ésta, entienden el vivir y obrar correctamente. Además cualquier persona entiende por felicidad la salud y la mejoría en situaciones adversas. Pero esta definición de felicidad no es acorde a todos; para el vulgo, la felicidad es igual al placer o la riqueza, estos tienen por tanto una visión materialista que, influye en sus vidas, al igual que el resto de visiones. Otros creen que la felicidad es la presencia de los que ellos carecen, por el contrario los sabios opinan que es el honor. Para finalizar, está la opinión de unos pocos que coinciden con Aristóteles en que es el “bien supremo”. Ahora bien ¿qué entiende Aristóteles por felicidad? Pues bien, para Aristóteles es el uso de la razón, vivir conforme a ella durante toda la vida. La felicidad aristotélica es algo perfecto y suficiente, ya que es el fin de sus actos, pero para alcanzarla hemos de comprender que el bien humano es una actividad del alma conforme a la virtud, es decir, que las acciones de los hombres son actividades pensadas y razonadas primorosamente, y que si las virtudes son numerosas, estas acciones tienen que estar conforme a la mejor de todas ellas, y todo ello durante toda la vida.
1.1.- COMENTARIOS PERSONALES
Es evidente que el hombre siempre está en busca de la felicidad. La manera de buscarla es la diferencia que se da en unos y otros, la gran mayoría, la buscamos en la satisfacción de nuestras necesidades fisiológicas, añorando riquezas, lujos y placeres. Es aquí donde reflexiono y veo la postura de Aristóteles sobre su concepto de la felicidad. En lo personal comparto su postura sobre el Bien supremo, pues el hombre ejerce actividades propias que lo constituyen
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