Ensayo: ¿En qué consiste la filosofía del cristianismo?

[pic 1]

Universidad tecnológica de Honduras

Ensayo: ¿En qué consiste la filosofía del cristianismo?

Lic.: Renato Baltazar Chamorro

Alumna: Digna Alejandra Osorio

Clase: Filosofía

Sección: 11:10-11:59

Numero de lista: 36

Número de cuenta: 201410010008

Fecha de entrega: 7/11/2014

La filosofía del  cristianismo

Desde hace mucho tiempo atrás el hombre siempre ha buscado un camino por el cual regirse, un líder o un modelo a seguir,  a partir de esto se han adoptado muchas formas diferentes de vida con distintos patrones por los cuales guiarse. Uno de estos  fue el cristianismo. El cual desde el principio proponía como líder o modelo a seguir al Cristo. Según las personas que profesaban este estilo de vida como ser el cristianismo, afirmaban que el mundo que conocemos era resultado final de un acto de creación de Dios quien lo saco de la nada.

 Este estilos de vida  en esta caso el cristianismo, tiene como base el conocimiento de la verdad de Dios la cual es la única y necesaria realidad y la verdad del alma la cual sostenía que el alma es directamente creada por Dios en cada caso, y siempre el será su centro de equilibrio y esta a su vez es espiritual e inmortal. No se puede llegar a conocer a un  creador sin tener la verdad, pero la única manera de encontrar la verdad era llegando más allá, ósea que aunque el cristianismo en esencia no era filosofía esta ofrecía doctrinas que podían ofrecerse como respuesta los problemas tradicionalmente afrontados por la filosofía como ser el origen del mundo, la naturaleza y el hombre. En el camino a la búsqueda de la verdad del cristianismo se encontraron las doctrinas centrales en las cuales se basa este. Aunque estas han sido objeto de diversas interpretaciones e incluso llegando a haber muchos que se  niegan claramente a aceptar que estas tengan cierto grado de validez. La filosofía del cristianismo se basa en varios puntos fundamentales como ser: la existencia de un Dios, la creación en su totalidad y la moral del amor. En cuanto a la existencia de un Dios esta afirmación se argumenta con la existencia de un ser supremo y divino, con características más allá de las que el hombre posee o maneja como ser inmutabilidad, eternidad y perfección. La creación ofrecía que el origen de todas que cosas que tienen lugar en el mundo y aun el mundo mismo era el efecto de un acto creador de un ser supremo como ser Dios, el cual lo creo a partir de la nada, es decir ella no estuvo precedida por materia o caos alguno. Antes lo único que existía era el Dios mismo “todos los seres del mundo son contingentes y temporales; Dios en cambio es un ser necesario y eterno a diferencia de los demás seres”. Dando esto una respuesta a las incógnitas sobre al origen de todas las cosas que se planteaba la filosofía. La segunda de estas bases fundamentales de la filosofía del cristianismo era la moral del amor, la cual se subdividía en otros dos campos los cuales son: el amor a Dios y al prójimo, y es que el comportamiento humano es bueno cuando la relación con Dios y su prójimo está basado en el amor. Esta verdad fundamental demuestra que no es una conducta  aceptable hacer el bien al prójimo por interés propio o por obtener algún beneficio a cambio. El amor a Dios comienza desde que el hombre comprende que hay un ser supremo, el cual se convierte en su creador y el artífice de todo cuanto lo rodea, el hombre llega a desarrollar una gran admiración y amor por ese ser supremo el cual lo creo al grado que llega a venerarlo y adorarlo de una forma sagrada y comprende que nadie puede tomar el lugar de este en ningún sentido, basándose en este amor el ser humano llega a adoptar una forma de actuar, pensar y tomar decisiones en busca de ganarse su aceptación o aprobación al grado de hacer los cambios necesarios en su vida y forma de actuar con el objetivo de lograr dicha aprobación tan desea para el ser humano, prueba de esto sería el ejemplo de San Agustín quien al haber crecido en un ambiente lleno de corrupción la cual lo llevo a tener una vida desenfrenada carente de rectitud, pero al buscar de Dios y cultivar amor por el cambio su vida hasta el punto de llegar a ser defensor del cristianismo y sus doctrinas e incluso sostuvo que la única forma de morar en la ciudad de Dios era que el amor a esta mismo motivara nuestras acciones, pero para amar a este ser creador invisibles es necesaria la doctrina de la fe que es la expectativa segura de las cosas que no se ven. Y este mismo patrón a seguir de amor y cambio sigue el cristianismo hasta la actualidad el cristianismo afirma que mediante el cumplimiento de los sacramentos y hombre obtiene la gracia necesaria para llevar a cabo una vida virtuosa. Esta parte de la filosofía del cristianismo pretende que las personas crean en Dios y fomenten un amor incondicional a ese ser supremo que creo y dio vida a todo lo que lo rodea creando así una base fundamental para que el ser humano actué de una forma distinta o cambie de proceder. Otra base de la filosofía del cristianismo es el amor al prójimo el cual no es solo un sentimiento sino una acción, pero podría surgir la pregunta ¿quién es el prójimo? El prójimo es todo aquel que nos rodea,  para esto dirigimos nuestra mirada a Jesús el cual es el modelo a seguir del cristianismo, este demostró atreves de su propia vida lo importante que es el amor al prójimo y este se convirtió en base fundamental del cristianismo, establecido como el segundo mandamiento más importante de la ley de Dios, después de amar a Dios sobre todas la cosas. Esta filosofía del cristianismo es importante porque quien ama a su prójimo, es capaz de perdonarlo, no se atrevería a matarlo, ni a desear robar sus bienes; jamás podría acusarlo falsamente ni le haría daño de ningún modo. Pero también implica que debemos aprender a amarnos a nosotros mismos, porque quien no se ama a si mismo enteramente es capaz de dar amor a otros. Como podemos deducir de esto la filosofía del cristianismo se resumen en una palabra: Amor, ya que todas sus doctrinas lo toman como base de ahí que sus mandatos más fuertes sean amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Independientemente cualquier creencia, si nos pusiéramos tan solo un momento a reflexionar sobre la filosofía del cristianismo, comprenderíamos que esa sería la solución a todos los problemas que hoy atacan a nuestra sociedad enferma y contaminada por el odio y el por el rencor, el egoísmo y la falta de perdón; por el deseo del poder y el espíritu de contienda. Si supiéramos en verdad  amar a Dios regirnos por sus preceptos y amar al prójimo como a nosotros mismos seriamos incapaces de hacer daño y tuviéramos una sociedad mucho mejor.

...