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Ensayo Sobre La Ceguera


Enviado por   •  13 de Julio de 2014  •  1.502 Palabras (7 Páginas)  •  279 Visitas

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La lectura de este libro “Ensayo sobre la ceguera” te atrapa desde el comienzo de la narración, los hechos por los que pasan los personajes son terribles y completamente denigrantes, y por qué se van quedando ciegos los personajes pero podemos apreciar que situaciones como estas reflejan la sociedad actual.

El relato maneja acontecimientos que no son tan distintos de la realidad, incluso hay personajes y situaciones con las que el lector se sentirá identificado por las bases de los hechos. Se abordan temas como el robo, abuso de poder, engaños y abandono por parte de las autoridades, completa desorganización en la situación de caos, etc. Todos estos temas en la narrativa son cautivantes y conmovedores.

Se sabe que la ceguera es la ausencia total o parcial de la vista donde los conductores dejan de percibir la luz, pero aquí se habla de una ceguera distinta, aquí no hay oscuridad, por el contrario todo es blanco.

La historia comienza contando como un hombre pierde la vista, en la calle mientras estaba en su automóvil esperando el cambio de luz en el semáforo, pero como antes mencionamos esta era una ceguera distinta comparada por el mismo escritor con un mar de leche y no profunda oscuridad como se sabe es la usencia del sentido de la vista.

Resulta para el hombre quedarse ciego así tan de repente cuando antes nunca la había fallado la vista e incluso no necesitaba de gafas para ver; ante la desesperación de aquel hombre que había perdido la vista y estaba consternado acude a su auxilio un hombre con dobles intenciones, que se ofrece a llevar al hombre ciego a su casa y dejando en la seguridad de esta, ve la oportunidad de salir ventajoso de tal situación y aprovechando la invidencia del hombre le roba su auto, y esto no solo pasa en el libro, existen muchas personas que la verse rodeados por alguna desgracia esperando una mano que les brinde ayuda se han topado con la traición y la perdida de la confianza, que aprovechando la desgracia ajena han abusado de las personas que están en tal situación, justificándose quizás con el pretexto de cobrar su ayuda. Pero el hombre que robo el auto al ciego no imagino que caería sobre él la misma desgracia de perder la vista. A partir de aquí comienza un mal que se apoderaba de la ciudad, llamado “ceguera blanca”.

El primer ciego por obvias razones acude con un doctor especialista, para que le explique la razón de su mal y vea posibles resultados ante tal problema, pero muy sorprendente era esa nueva ceguera que el doctor no encontró la raíz del problema de aquel hombre. El médico como buen profesional que era inicia una búsqueda de apoyo en sus libro e incluso lo expone ante un colega suyo, intentando encontrar una explicación lógica ante el problema del primer ciego y mientras analizaba el caso sumergido en la lectura de sus libros pierde la vista y así poco a poco aquel extraño padecimiento cae en la ciudad, ante el gran conflicto que esto representaba a la autoridades ellos deciden trasladar a todos los contagiados a las instalaciones que antes ocupaba un manicomio, puesto que creía que se trataba de una epidemia y creía que encerrando a los contagiados y posibles contagiados tendrían un mejor control de esta extraña situación. Pero las autoridades actuaron de una forma tan cobarde ya que abandonaron a su suerte a estos pobres hombres.

Los primeros en llegar al manicomio fueron el médico y su esposa quien fingió ser ciega para no desamparar a su esposo con el pensamiento de que tarde o temprano aquel padecimiento la afectaría también a ella, pero ella para mala suerte podría ver todo aquello que pasaba en aquel triste lugar. El gobierno los trato como si fueran prisioneros, rodeando el lugar de militares armados y dispuestos a matar aquí pretendiera salir, les mal proporcionaban alimento, las condiciones sanitarias del lugar eran precarias, les negaban el auxilio en caso de necesitarlo fuesen doctores o bomberos en casos de incendio, tendrían que enterrar a sus muertos ellos solos, en aquel lugar y ese mar de leche que les impedía ver; conforme llegaban más ciegos el desorden empeoraba y se convertía poco a poco en una porquería de lugar, sin agua y sin espacios suficiente para toda aquella gente. Bastante tenían aquellos pobres hombres con ser presos de su inexplicable

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