Ensayo filosofía. Matrimonio y esclavitud

Mayo 26,2015

María Alejandra Muñoz Herrera

10ª

Matrimonio como esclavitud contemporánea

Cuando pensamos en esclavitud, en general nos remitimos a un acontecimiento histórico basado en el comercio y en  el uso de seres humanos como propiedad privada, es decir, como objetos que tienen un valor cuantificable.  A pesar de las múltiples manifestaciones en contra de la esclavitud, ésta sigue vigente bajo distintas formas, tales como la trata de blancas, el trabajo forzoso y la explotación sexual de niños y niñas, entre otras. Por esto, debemos cuestionarnos acerca de si es posible justificar la esclavitud contemporánea como algo necesario en nuestra sociedad.

Para responder lo anterior, utilizaremos una de esas formas, a saber el caso del matrimonio forzoso. Partimos del hecho de que la limitación de la libertad puede ser producto de la servidumbre y de la violencia y que esta limitación convierte al individuo en un esclavo, por tanto, un esclavo es aquel que es puesto al servicio de otro violentamente; cuando un individuo es forzado a renunciar a su libertad, renuncia “a su condición de hombre, a los derechos de la Humanidad e incluso a sus deberes” (Rousseau, 1968, pg34). En el matrimonio forzoso la mujer pierde su derecho a la libertad, a la seguridad, a la propiedad y a la  resistencia a la opresión, cuando es agredida físicamente, cuando se pasa por alto su opinión y cuando es forzada sexualmente.

Podemos decir, en primer lugar, que la libertad es algo inmanente en el ser humano, es decir que todos nacemos siendo libres y dueños de nosotros mismos y la libertad no es algo añadido; como dice Rousseau, “la libertad es una consecuencia de la naturaleza del hombre. Su primera ley es velar por su propia conservación; sus primeros cuidados son los que se debe a sí mismo. Llegado a la edad de la razón, siendo juez exclusivo de los medios adecuados para conservarse, se convierte, por tanto, en su propio dueño.” (Rousseau, 1968pg28). Para Rousseau el contrato social es la manera de regular los comportamientos humanos para que éstos no se perjudiquen entre sí pero tampoco pierdan sus libertades individuales. Así,  la libertad natural queda limitada por la libertad civil, esto quiere decir que un individuo tiene que regirse por las normas que se establecen en una sociedad y no debe, según esto, asesinar, violentar o maltratar.

Teniendo en cuenta, en segundo lugar, los planteamientos de Olympia de Gouges en su Declaración de los derechos de la mujer y ciudadana, y siguiendo la idea anterior, un hombre no debería, por tanto, forzar a una mujer al matrimonio: “La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales no pueden estar basadas más que en la utilidad común” (Gouges, 1971, pg2). El matrimonio forzoso consiste justamente en la situación de aquellas mujeres que contraen matrimonio, sin serles permitido expresar su opinión ni mucho menos llevarla a cabo; a esto se agrega el padecimiento de  una vida basada en la servidumbre y la violencia.  El matrimonio forzoso sería una forma de perjudicar la libertad civil de las mujeres y más aún su libertad natural.

Ahora bien, la ausencia de libertad es en consecuencia la esclavitud, en términos generales. Luego, “de cualquier modo que se consideren las cosas, el derecho de esclavitud es nulo, no sólo por ilegítimo, sino por absurdo y porque no significa nada. Estas palabras, esclavo y derecho, son contradictorias: se excluyen mutuamente”. Cuando una mujer se ve sujeta en una situación de matrimonio forzoso, como dijimos, pierde su libertad y, por ende, se convierte en una esclava.

Esta forma de esclavitud en la mujer tiene dos características principales: la imposibilidad de expresar su opinión y la fuerza que le es impuesta. En la primera se violenta el derecho número once que plantea Gouges: “La libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos más preciosos de la mujer”. Por esto, la mujer no puede elegir su compañero civil o la persona con que quiere formar una familia, tampoco está la posibilidad de optar por la soltería, ni una vez casada opinar sobre su estado o deshacer el vínculo. En definitiva, no tiene decisión alguna en ningún ámbito.

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