Ensayo sobre las crisis perpetuas de la democracia.
Enviado por Alan Lavoignet • 16 de Enero de 2017 • Ensayos • 713 Palabras (3 Páginas) • 100 Visitas
La democracia está en crisis?. Quién podría afirmar lo contrario?, claro! Un demagogo cualquiera podría afirmarlo, pues la democracia ha sido siempre la moneda de cambio con la que se esgrimen las más perversas causas de la cúpula del poder económico y político de las sociedades.
En el siglo XVIII se dieron las dos primeras grandes revoluciones democráticas que abrieron el camino a las formas de gobierno contemporáneas. Como resultado de ellas tuvimos La Revolución Francesa y la Independencia de los Estados Unidos de América, incorporando la filosofía liberal a las formas de gobierno democráticas nacidas en la antigua Grecia, y con esto vino una nueva repartición del mundo, pues las poderosas potencias coloniales europeas no fueron capaces de sustentar sus vastos territorios con revoluciones y constituciones liberales surgiendo a diestra y siniestra. La constitución de Cadiz fue de hecho el detonante de la independencia de la Nueva España y que abrió el paso hacia un nuevo proyecto de nación que carecía tanto de la lealtad necesaria para mantener el régimen imperial, como de la fortaleza institucional y económica para mantener una República Liberal sustentable capaz de rivalizar con los adelantados Estados Unidos de Norteamérica.
La esclavitud fue abolida y gradualmente sustituida por otras formas de explotación mucho más sutiles y poderosas como son el endeudamiento que sustenta el sistema financiero mundial.
Incluso las otrora Monarquías Absolutistas dieron paso a monarquías parlamentarias mucho más civilizadas, maduras y avanzadas que aquellas emanadas de gobiernos liberales y neoliberales, pues de lo contrario dichas monarquías habrían corrido la misma suerte que las de Francia e Italia.
La democracia ha sido utilizada como sinónimo de libertad, y cómo no habría de ser así, si en su concepto más puro, la democracia no solo tiene que ver con la libertad de los pueblos de elegir a sus gobernantes, sino que también es aquello que les provee a los habitantes de un estado, las libertades y garantías individuales que no tenían en la era colonial.
Ciertamente, no podemos menospreciar el avance de los derechos civiles en naciones que hasta hace muy poco eran claro ejemplo de discriminación a mujeres y a las minorías raciales, como es el caso de Estados Unidos.
No obstante, la primera y segunda guerras mundiales nos dieron una muestra de lo frágiles que son los actuales sistemas democráticos, y basta que sobrevengan discursos nacionalistas para poner en riesgo todo lo ganado.
A mediados del siglo XX el nacional socialismo y otras formas radicales de fascismo en Europa y Asia estuvieron a punto de desviar el curso de la historia hacia nuevas formas dictatoriales antidemocráticas sin precedentes.
Hoy en día la democracia sigue en pañales, la historia ha demostrado que los sistemas económicos y políticos requieren cientos e incluso miles de años para madurar.
En el caso de la democracia, mientras siga siendo el objeto del discurso de los demagogos no logrará madurar y estará siempre a merced de nuevos discursos, ideologías, chauvinismos y nacionalismos radicalizados, ansiosos por imponerse sobre las ideologías liberales y neoliberales del capitalismo salvaje que se ha instaurado en todo el mundo, y generando grandes resentimientos y desigualdades sociales.
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