Estética en el renacimiento

Morales Cortés Oscar Mauricio[pic 1]

Lic. en Periodismo Cultural

Introducción a la Estética

Estética en el Renacimiento

Resulta impreciso señalar la fecha exacta del inicio del Renacimiento. Para muchos éste inicia con la llegada del siglo xv, pero la línea que divide la Edad Media y el Renacimiento no está remarcada con suficiente fuerza en la historia, según la enciclopedia Larousse: “No se puede trazar una frontera rígida entre Edad Media y Renacimiento. La fecha de 1492- el primer viaje de Colón- es tan sólo una cómoda referencia.” (Marchand, 16)

El Renacimiento es un movimiento cultural de occidente que comprende los siglos xv y xvi, éste tuvo su origen en las ciudades de Florencia y Venecia y está dividido en Quattrocento, el cual abarca su primer siglo de vida; y Cinquecento. Fue durante el segundo que se extendió por toda Europa hasta llegar a naciones como Alemania, Holanda, Inglaterra, entre otras.

El primero en utilizar el término Renacimiento fue el filósofo francés Jules Michelet en el siglo xix, quien se refirió a este periodo como una rehabilitación del hombre frente al espíritu teológico universal. Sin embargo, en la actualidad el término engloba características más generales: “Hoy se prefiere para designar ese periodo histórico y todos los cambios que conlleva.” (Farga, 191)

Este periodo supuso una ruptura con la concepción teocéntrica que había reinado en la ideología de la sociedad durante siglos. El rompimiento dio paso al redescubrimiento del pensamiento clásico concebido en la Grecia antigua por filósofos como Platón o Aristóteles, lo que generó una nueva corriente filosófica: El humanismo, el cual, derivado del clasicismo griego, colocó por primera vez al hombre y a su entorno como motivo principal de estudio y desarrollo de las ciencias y disciplinas, entre ellas la producción artística.

 Uno de los cambios importantes en el ámbito del arte se dio en la temática de las obras. En palabras de Stephen Farthing:

El redescubrimiento del mundo clásico alteró radicalmente los ámbitos de la pintura, la escultura y la arquitectura en Italia […] El arte devocionario- plano y lineal de la Edad Media- era ahora más naturalista: reflejaba una observación más minuciosa de la forma humana y de la naturaleza y la evolución de las técnicas artísticas […] Farthing, 150

        La producción artística en el Renacimiento, sobre todo la pintura, estuvo ligada fuertemente a los tratados estéticos de Leon Battista Alberti y Leonardo da Vinci. Ambos utilizaron a la ciencia como piedra angular del desarrollo tanto de su obra como de sus teorías artísticas. El conocimiento que absorben de las ciencias exactas deriva en una estética marcada por la presencia de proporción y perspectiva en la mayoría de las obras renacentistas.

        Uno de los puntos que menciona Alberti en sus tratados es el arte en relación con el espacio y el comportamiento humano. En éste indica que el arte debe encontrarse en todas partes y debe relacionarse con el acontecer diario de la sociedad, y la conducta del hombre debe ser equiparable a la belleza que manifiesta su entorno.

        Como se mencionó anteriormente, el arte de este periodo recibe una importante influencia de la corriente clásica griega. En el Renacimiento se rescatan las teorías estéticas de filósofos como Platón y Aristóteles, pero al ser éstas tan diferentes y encontrarse diferencias tan marcadas, ocurre un enfrentamiento entre los dos tratados.

Para Platón, el arte no se encontraba entre las actividades principales de la reflexión, situación que sí ocurría con el ser humano y con Dios. Caso contrario de Aristóteles, quien colocó a la naturaleza y a la práctica artística como elementos principales de su filosofía. Al final el platonismo, el cual indica que por medio de las acciones se llega a Dios, resultó el triunfador.

        Gracias a esto, la pintura renacentista ostenta diversos temas de representación. El principal es de carácter naturalista, esto significa que los artistas pretendían plasmar de manera orgánica al ser humano y a su entorno. Hombres como da Vinci o Michelangelo Buonarotti realizaron minuciosos estudios de anatomía. El primero se enfocó en la anatomía y movimientos libres de los animales. Por su parte, Buonarotti encontró en el ser humano la máxima fuente de belleza e inspiración para sus obras, como se pueden notar en sus esculturas como El David o Moisés.

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