Etica Definiciones y conceptos
carlitoxxxmarEnsayo26 de Mayo de 2014
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ÉTICA
Definiciones y conceptos
Origen de la ética.
La buena vida y como vivirla han de haber constituido desde siempre el tema de la especulación humana. En toda la diversidad de sus actos, el hombre se ve que no conducirá al éxito una manera simplemente cualquiera de hacerlos, si no que hay una buena y una malas maneras.
Hubo de ser muy pronto en la historia de la humanidad, cuando el hombre se dio cuenta de esta pregunta podía formularse acerca de la vida en su conjunto, ¿hay una forma buena y una forma mala de vivir, de reunir todos estos actos en el transcurso de una vida? ¿Existe un tipo, un modelo, un ideal de la buena vida?, y cuan imperativa es la exigencia de seguirlo?.
No poseemos registro alguno de semejantes especulaciones primitivas, pero encontramos en ,los albores de la historia, que el hombre se había planteado ya estas preguntas y les había dado alguna forma de respuesta. En efecto, encontramos que existen ya y están incorporados a las costumbres de la tribu códices de costumbres mas bien complicados. Se trata en esto de un conocimiento pre-científico, sujeto a todos los errores y las vicisitudes del pensamiento no científico, pero es lo cierto, con todo, que, a partir del material sugerido por estos códigos primitivos de conducta, una inteligencia despierta podría elaborar una ciencia de la buena vida.
La transición del conocimiento no científico al conocimiento científico empezó, en nuestra cultura occidental, con los griegos. En el siglo VI Antes de Jesucristo habían reducido las especulaciones primitivas a una especie de orden o sistema y lo habían integrado en un cuerpo general de sabiduría llamado filosofía. Después de un periodo brillante de especulación sobre la estructura del universo, empezaron en los días de los sofistas y de Sócrates, a dirigir su insaciable curiosidad hacia sí mismos, hacia la vida humana y la sociedad. Nada era demasiado sagrado para su indagación penetrante. En cuanto a navegantes y colonizadores habían estado en contacto con diversos pueblos circundantes y había llamado su atención la diversidad de costumbres, leyes o instituciones imperantes. Empezaron a preguntarse a sí mismos si, después de todo , las suyas eran realmente tan superiores y, de ser así, por qué.- Con el tiempo, su estudio llevó a un examen de toda la conducta humana, y esta parte de la filosofía la llamaron ética.
La palabra ética proviene de ethos, esto es, la forma alargada de ethos. Ambas palabras significan costumbre, pero ethos indica un tipo más fijo de costumbres y se utiliza a menudo para designar el carácter del hombre. La palabra latina para costumbre es mos, y su plural mores, es el equivalente del ethos griego. De mores derivamos las palabras moral y moralidad. La ética es llamada también filosofía moral.
Por derivación de la palabra, pues, la ética es el estudio de las costumbres humanas. Algunas de éstas son meras convenciones , como las formas de lenguaje y la etiqueta. Se trata en una parte del mundo a otra y de un momento a otro, y nos damos cuenta de que podemos cambiarlos a voluntad. Son maneras , no moral. Pero hay otras costumbres, en cambio, que parecen más fundamentales, como la de decir la verdad, de pagar las deudas, de honrar a nuestros padres y de respetar las vidas y la propiedad ajenas. Sentimos que semejante conducta es no sólo costumbre, sino también, tal como debe ser, y que apartarse de ella estaría mal; que resulta no se un capricho arbitrario, sino de un principio inherente al propio ser humano. Esta es la moral, y es únicamente de ésta que trata la ética. Así, pues la ética es el estudio de lo que esta bien y lo que está mal, de lo bueno y lo malo en la conducta humana.
Objeto Material y Formal de la ética.
La ética, tal como la historia de la filosofía la define, tiene como objeto la interpretación de este hecho de la vida humana, esto es: el conocimiento de lo que está bien y lo que está mas en la conducta humana. En la raza humana considerada en su conjunto encontramos una tendencia en el sentido de juzgar que hay tres clases de actos.
1.- Aquellos que el hombre debería hacer.
2.- Aquellos que no debería hacer.
3.- Aquellos que puede hacer o dejar de hacer.
En este momento de nuestro estudio no decidimos todavía si este juicio es acertado o erróneo, sino que observamos simplemente que constituye un hecho de experiencia el que los hombres juzguen en esta forma. Se consideran estos juicios como tan importantes, que los hombres dirigen sus vida entera de acuerdo con ellos y sacrifican inclusive la vida antes que desviarse de los mismos. Aplicamos estos juicios no sólo a nuestra propia conducta, sino también a la conducta de los demás: castigamos a los individuos y los condenamos inclusive a muerte por haber lo que creemos que no deberían hacer, o por no hacer lo que creemos que deberían hacer. El individuo que hace lo que le da la gana, sin consideración alguna de aquello que debería hacer, es declarado fuera de la ley y perseguido y cazado como una bestia fiera.
La filosofía en cuanto interpretación de la vida humana, no puede permitirse pasar por alto un hecho de tamaña significación sino que ha de investigar y averiguar todo lo que implica. Si los individuos están en lo cierto al distinguir lo que está bien de lo que está mal, necesitamos saber por qué y con fundamento en cuáles razones dicho juicio se justifica . Y si los individuos están equivocados al distinguir lo que está bien de lo que está mal, necesitamos también saber por qué y de qué modo se deja explicar este error global. Sin prejuzgar el caso ni en un sentido ni en otro, la ética es un estudio necesario con un amplio y legítimo campo de investigación.
Toda rama separada de aprendizaje ha de tener una materia que estudia desde un aspecto o punto de vista determinados. La materia de estudio de la ética es la conducta humana, esto es, aquellos actos que el individuo ejecuta consciente y voluntariamente y de los que, por consiguiente es responsable. El aspecto o punto de vista desde el cual la ética estudia la conducta humana es el del bien y del mal de lo que debe y lo que no debe ser, por servirnos de la palabra debe, que es el verdadero verbo de todo juicio ético. La ética no está interesada en aquello que el individuo hace, como no sea para compararlo con aquello que debería hacer. Decimos que están bien los actos que el individuo debería hacer , y que están mal los actos que no debería hacer. Los autores éticos de casi todos los matices de opinión están de acuerdo en que la investigación del deber ser constituye la característica distintiva de la ética, lo que la distingue de cualquiera de todos los demás estudios.
Metodología de la Ética.
Aunque la ética en su conjunto sea ciencia práctica resulta posible distinguir en ella, con todo, su aspecto más destacadamente práctico y los principios en que dicha práctica se apoya. En consecuencia, la terminología actual distingue entre la ética normativa,´ esto es, el establecimiento de un código de normas para la vida moral, y la metaética , o el examen crítico de los conceptos juicios y procesos de razonamiento utilizados en la ética. En común con otros nombres de ciencias que contienen la preposición griega meta (más allá), la metaética es la reflexión de la propia ética sobre sí misma, en la que, yendo más allá de sí misma y volviéndose para obtener una visión crítica de sí misma, la ética juzga su propio valor como ciencia. Es necesario así, pues, que la ética se haga introspectiva y auto-consciente,. Si la ética es el estudio de la conducta humana y si la construcción de una teoría ética es uno de los empeños humanos, la ciencia de la ética debería ser ética ella misma. Y esto no podría serlo a menos que fuera veraz, con sus principios basados en conocimientos verificables y sus conclusiones válidas y lógicamente deducidas. Por consiguiente, la metaética tiende a ocuparse de la lógica y el lenguaje, ya que éstos son los medios con los que el conocimiento ético se desarrolla y expresa.
Características de la ética
Se ha expresado el punto de vista de que la ética podrá constituir un estudio interesante, pero que nunca sería en cambio, una ciencia. Y es que el mundo científico se encuentra todavía en gran parte bajo el hechizo de aquel modo de pensar del siglo XIX iniciado por Auguste Comte y conocido como positivismo, que elimina toda metafísica de la filosofía y restringe el conocimiento científico a hechos y relaciones entre hechos. Según este punto de vista , el método científico es un método de medición matemática exacta , en tanto que virtud y el vicio nunca pueden medirse en esta forma; la ciencia procede mediante predicciones basadas en hipótesis y seguidas de verificación experimental, en tanto que la conducta humana, sobre todo si se la considera como libre, es demasiado imprevisible; la ciencia se ocupa de los hechos y de las leyes que los rigen, en tanto la ética sólo se ocupa de opiniones y de lo que debería ser pero nunca es, totalmente; la ciencia se dedica al empeño obstinado de arrancarle a la naturaleza sus secretos, en tanto que la ética se pierde en la busca nebulosa de ideales y aspiraciones que siempre nos llaman, pero siempre se nos escapan.
Pero aunque no sea una ciencia exacta, la ética puede designarse como ciencia, con todo, en el sentido amplio y filosófico del término. La palabra ciencia, en el sentido de cualquier cuerpo de conocimientos sistematizados, sigue siendo de uso corriente y no cabe duda que la ética es
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