Etica Kantiana

Ética Kantiana

Immanuel Kant, uno de los filósofos más importantes del siglo XVIII nacido en Alemania, propone su propia ética en el siglo de las luces, la entrada a la modernidad. La ética kantiana redefine la moralidad, la vuelve universal, deja de ser cristiana y se vuelve humanista, basado en la premisa de que “todos somos humanos y todos tenemos derechos”; así mismo, se plantea mediante una ética formalista, en donde la fundamenta sin bases empíricas para la moral, solamente se basa en bases racionales, las cuales van ligadas, en un contexto prematuro, a la ética del individuo y de su actuar para con la sociedad (Ureña, 2020).

La diferencia entre la ética kantiana y la ética aristotélica es que Aristóteles se basaba en las costumbres, las acciones y los hábitos del hombre, mientras que Kant se basaba en el juicio racional sobre la acción a cometer, se basa en una razón práctica.  

La ley moral proviene del ser humano y su autonomía racional. Por medio de la autonomía, como único principio moral, el hombre actúa mediante la razón de su ser por medio de la voluntad que el mismo perciba y pretenda aplicar. Se puede percibir en el mundo y en su gente, mediante la razón autónoma, la distinción entre lo moralmente bueno y la virtud del ser; ensalzando la virtud como aquello que se hace por gusto y no por deber, tal y como se señala en lo moralmente bueno. Esto quiere decir que el hombre solamente es moral o inmoral; siendo virtuoso o un desdichado, su conciencia es la que determina de qué lado está.

Kant habla sobre unos imperativos, los cuales se clasifican en:

• Imperativos hipotéticos: Siendo estos clasificados como un orden de medios para conseguir un fin, es decir, aquello que está estipulado, mediante un proceso, para llegar al fin buscado, un claro ejemplo sería:

“Si quieres ganar dinero, trabaja”

Según Kant, la verdadera moralidad se encuentra en los fines puros, en los:

• Imperativos categóricos: son imperativos morales que ordenan acciones que no son medio fines sino fines absolutos (Ureña, 2020). Esto quiere decir que el hombre debe representar acciones autónomas, y volver estas acciones como fines puros, sin condiciones y que sean totalmente necesarios, un claro ejemplo de este es:

“El hombre debe progresar”

El imperativo categórico que plantea Kant, mediante su ética es:

“Obra de tal modo que la máxima de tu acción, dictada por tu voluntad, sea una ley universal”

Lo anterior quiere decir que el hombre debe actuar, por medio de su autonomía racional y en voluntad de su ser, a fin de brindarle a los demás un dictamen que trascienda y que sea universal.

...