Etica formal

Etica formal

La ética formal sostiene que solo un criterio formal puede permitirnos decir si el comportamiento es bueno o malo, y nos permite separar o definir el buen comportamiento del mal. El criterio es examinar la posibilidad de universalización de la máxima. Kant distingue la forma de la tarea del problema: el problema es la tarea y como ordenarlo.

Aquellos códigos de conducta que cumplen con los requisitos de una forma generalizable describen un buen comportamiento, mientras que los que no pueden generalizarse describen un mal comportamiento. Entonces, por ejemplo, el código de conducta es un código que no sigo cuando hago una promesa. Es un código para describir el mal comportamiento, porque si lo generalizamos, hacer y aceptar promesas no es Tiene sentido de nuevo.

Otras características de la ética formal son el llamado rigorismo kantiano, que defiende la autonomía de la voluntad en la experiencia moral y la afirmación de que los órdenes absolutos son órdenes morales apropiados.

El rigor de Kant es el resultado de tratar los órdenes morales como órdenes que deben cumplirse incondicional o absolutamente, es decir, los órdenes morales se tratan como órdenes absolutos. Utilice el término "rigorismo kantiano" para expresar las dos preguntas siguientes:

el deber por el deber: Debemos esforzarnos al máximo para realizar los comportamientos que nos exigen nuestras obligaciones morales, pero esto no se debe a que hacerlo pueda lograr algunos beneficios relacionados con nuestra felicidad, sino puramente por respeto a la ley (incumplimiento del deber). Cumplir con los deberes es tan importante que incluso si el desempeño de los deberes viola mi felicidad y la felicidad de mis seres queridos, incluso debo elegirlo.

el carácter universal de la bondad o maldad de una acción: Si una acción es mala, es mala en cualquier situación; aceptar excepciones significará aceptar las condiciones del mundo a la hora de determinar la voluntad, por lo que también hay heterogeneidad en las leyes morales (si mentir está mal, entonces No hay mentira. Tanto las mentiras piadosas como las mentiras son cosas necesarias para evitar el mal).

La ética material tiene las siguientes dos características:

Presentan cosas, propiedades o asuntos como intereses supremos (placer, dinero, poder, felicidad, contemplación de Dios).

Declaran que aquellas acciones o acciones que pueden lograr el objeto supremo son buenas, y aquellas que nos sacan del objeto supremo son malas.

Esta ética solo puede describir las tareas como los preceptos necesarios para lograr ciertas cosas que se consideran buenas. La buena naturaleza del llamado "mejor bien" es que depende de la capacidad que deseamos y, por lo tanto, también depende del egoísmo.

La ética material no debe confundirse con la ética materialista. La ética materialista es una forma de identificar a las personas más buenas con beneficios materiales (por ejemplo, dinero, disfrute sabio). Lo opuesto a la ética material es la ética formal, y lo opuesto al materialismo es la ética espiritual. La ética espiritualista distingue el interés supremo del interés espiritual. La ética de Santo Tomás es tanto ética espiritual como ética material. Al colocar lo mejor en el placer físico (en su lectura más popular, aunque no la más correcta), la ética epicúrea es una ética material y materialista.

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