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Filosofia.-invención De La Razon


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2013  •  2.948 Palabras (12 Páginas)  •  2.580 Visitas

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Filosofía

CONTROL DE LECTURA N° 1

La Filosofía en la antigüedad, textos:

• La invención de la razón. (Francois Chatelet).

• Entre el desarrollo y la educación; ética ¿dónde habitas? (Carlos Cullen)

• Del mito a la razón. (Jean Pierre Vernant)

Una historia de la razón. Capítulo 1: La invención de la razón

El texto consiste en una serie de preguntas que Emile Noél realizó a Francois Chatelet en un ida y vuelta de ideas donde prevalece como eje central la importancia de la palabra en la conformación del pensamiento de la antigua Grecia; cuestión por lo cual se desmarcó del resto de las sociedades contemporánea a su época.

Chatelet contradijo a Marx cuando este sostuvo que la filosofía “contempla al mundo pero no lo transforma”, argumentó que en la circunstancia del siglo v antes de Cristo en el ámbito griego; el poder se encontraba dividido en ciudades que tenían en común sus dioses, su cultura y su lengua pero que eran rivales, que incluso guerreaban entre sí a pesar de la amenaza externa que representaban los denominados “bárbaros”. Estas ciudades comenzaron a crear colonias y a expandirse, por ello, necesitaron crear un organismo e instituyeron constituciones así el pensamiento tradicional se puso a prueba.

Atenas presentó un panorama que se desmarcó, cuando los bárbaros fueron rechazados definitivamente se convirtió en un poder importante donde convergieron todas las miradas, un modelo a seguir. Allí primó la democracia, definida en ese momento por la igualdad, en torno a quienes eran considerados ciudadanos, eran iguales ante la ley por ello poseían el mismo derecho a participar en tribunales y tomar la palabra en asambleas donde se deliberaba el destino colectivo; allí la palabra “se convirtió en reina”, se impuso y quien la dominaba iba a dominar.

La técnica (o tejné) para el manejo de la palabra se refirió a un saber– hacer en torno a la idea de un arte en el manejo, en una producción original (luego retórica) para lograr convencer. Platón llamó peyorativamente a estos “instructores” capaces de enseñar a hablar bien, con el nombre de “sofistas”; estos, que hoy los podríamos llamar como “progresistas” se presentaron frente a la vieja tradición religiosa conservadora y aristócrata que creía que Atenas se había entregado a un derroche de gastos y al imperialismo. Entre estas dos fuerzas se manifestó Sócrates.

Sócrates tenía como oficio hablar con sus conciudadanos; hablaba en nombre de su daimon, su genio personal. Realizó una dura crítica contra la tradición y contra los sofistas. En esas charlas se exponían los puntos de vista pero él no brindaba respuestas convincentes, allí estaba su habilidad, no resolvía las cuestiones sino hacía reflexionar sobre ello para construir lo que siglos más tarde se denominó el concepto. Sobre finales de su vida fue condenado a muerte y rechazó defenderse. La muerte ejemplar de este personaje marcó el nacimiento de la filosofía platónica.

Platón se convirtió en el administrador del mensaje socrático para que la ciudad cambie y hombres como Sócrates logren vivir. Platón no atacó la tradición porque ya no los consideraba peligrosos, si a los sofistas. Lo hizo partiendo de cuestiones simples como plantearse si alguien se condujo justamente en tal o cual actitud para luego formular la cuestión de saber que es la justicia. El diálogo fue la forma normal de la filosofía naciente, su arte se llamó “dialéctica”, el filósofo la opuso a la retórica del sofista; Aristóteles distinguió la persuasión como el arte del abogado poco preocupado en obtener la verdad de lo que dice y la convicción que apunta a crear certezas durables en el interlocutor.

Como los hombres intercambian experiencias a través de la palabra Aristóteles opuso la voz (phone) al logos la palabra, que rápidamente evolucionó a no ser solamente la palabra dotada de sentido, sino el conjunto que tiene un sentido de palabras dotadas de sentido, el logos surge de vincular distintas frases que tienen un sentido para construir una demostración de conjunto que tenga sentido. La universalidad surgió de la evocación de los significantes y la reacción en función del punto de vista que representa para verificar si desde ese punto de vista esa significación resulta aceptable (prueba de admisibilidad).

El diálogo de Platón termina cuando es preciso, cuando se tiene la sensación de que no vale la pena seguir más lejos. Chatelet afirmó que para él no existen la preguntas inocentes, cuando se interroga acerca de la justicia, la piedad, el placer, remite a la conducta de los individuos y de la colectividad; Aristóteles llamó estos discursos como sofía, es decir sabiduría que posee dos dimensiones, una teórica donde el discurso provoca el asentimiento de todos los que lo escuchan y una práctica que formula la exigencia de que ese asentimiento contenga el acuerdo a comportarse según las prescripciones definidas por dicho discurso.

Entonces la sabiduría es una manera de pensar y conducirse. Por ello la terrible objeción que causa en Sócrates la postura de Calicles un personaje inventado por Platón quien en medio de una discusión entre ellos, comenzó a mostrarse indiferente a él; entonces Sócrates se preguntó sobre que hacer con las personas que no se esfuerzan en construir un discurso que requiere la adhesión de otros. La respuesta es la constitución del concepto de verdad, el valor universal que tiene asimismo una correspondencia con la realidad. Así, Platón construyó una doctrina del ser; aunque civilizaciones también adquirieron la reflexión y la sabiduría, los griegos inventaron el logos o la razón. La diferencia estriba en que sabiduría es al mismo tiempo reglas de vida, conducta y saber sistemático fundado en la idea del ser, cuestión específicamente europea. El concepto del ser fue central y a través del colonialismo se extendió al mundo.

De la mayoría surge la universalidad, en la competencia por medio de la técnica del diálogo, pretendiendo una competencia universal; el filósofo toma una gran responsabilidad al juzgar los demás discursos y conductas; el riesgo del discurso totalitario siempre está presente. Platón formalizó la idea de discutir en un diálogo (dialéktikos), pero es la ciudad quien inventa la dialéctica, la ciudad democrática quien habla, los grandes pensadores solo formalizan lo que los pueblos inventan.

Entre desarrollo y educación; ética,

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