Filosofia

EL OCASO DE LOS ÍDOLOS – NIETZSCHE.

El problema de Sócrates

Los sabios de todas las épocas han pensado siempre que la vida no vale nada. Sócrates dijo a la hora de su muerte: “La vida no es más que una larga enfermedad”.

Caí en la cuenta de que Sócrates y Platón son síntomas de decadencia.

Por su origen, Sócrates pertenecía a lo más bajo del pueblo. Nietzsche dice que se puede comprobar lo feo que era y además, dice que Sócrates era signo de decadencia y que poseía una maldad de raquítico.

Con Sócrates el gusto griego se vuelve hacia la dialéctica: con la dialéctica quien impera es la chusma, porque dice Nietzsche que las cosas y los hombres honrados no van por ahí exhibiendo sus razones así. Allí donde la autoridad sigue formando parte de las buenas costumbres, donde lo que se dan no son razones sino órdenes, el dialéctico es una especie de payaso. Sócrates fue un payaso que logró que lo tomaran en serio.

La dialéctica sólo puede ser un recurso forzado, en manos de quienes ya no tienen otras armas y hacer valer sus derechos por la fuerza, como el caso de los judíos.

Nietzsche dice que el dialéctico puede ejercer la tiranía; al que vence deja en entredicho, porque obliga a su adversario a tener que probar que no es idiota. Y se pregunta si la dialéctica socrática es una venganza.

Los filósofos y los moralistas se engañan a sí mismos cuando creen que combatir la decadencia es superarla. Pero superarla es algo que está más allá de ellos, lo que hacen es cambiar la expresión de esta, no eliminarla. Sócrates fue la personificación de un malentendido, toda la moral que predica lo ha sido.

Nietzsche dice que los metafísicos proponen que para acceder al conocimiento de lo universal, los sentidos no ayudan y que cuando plantean la posibilidad de hacer esto, se pone en evidencia que ya se hace.

Sócrates quería morir. No fue Atenas quien le dio la copa de veneno; fue él quien la tomó. Sócrates no ha hecho más que permanecer enfermo mucho tiempo. La enfermedad de Sócrates es pensar que sólo importa la razón.

La razón en la filosofía

Los filósofos creen que honran algo cuando lo sacan de la historia, cuando lo convierten en una momia, dice Nietzsche. Cuando adoran algo, lo matan. Para ellos lo que es no deviene, lo que deviene, no es.

Los sentidos que son tan inmorales, nos engañan respecto al mundo verdadero; hay que librarse de ese engaño, del devenir, de la historia. Hay que negar todo lo que da crédito a los sentidos, a todo el resto de la humanidad, todo ello es vulgo. ¡Hay que ser filósofo! Ironiza Nietzsche.

¡Y qué delicados instrumentos son para nosotros los sentidos! Si hoy tenemos ciencia, es por el testimonio que aceptamos de los sentidos. Lo

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