Filosofia

Filósofo-rey según Platón

Platón dedicó toda su vida al culto de la verdad, a la búsqueda de la verdad inmutable, eterna y absoluta. Nos dejó el ejemplo de una manera de filosofar y el ejemplo de una vida dedicada a la continuación de la verdad y del bien.

Todas las obras de Platón adoptan la forma de diálogo, se exponía, se discutía y se criticaban ideas filosóficas en el contexto de una conversación o un debate mediante preguntas, respuestas y más preguntas, llamado mayéutica y que adopta de su maestro Sócrates, en el que participaban dos o más personas.

Ligado al tema de la verdad está el tema ético o de los valores, de la justicia, del bien. La verdad y la justicia están íntimamente unidas entre sí en Platón, puesto que preocuparse por la verdad nos lleva necesariamente a preocuparnos por la justicia, son los dos principales temas de Platón que aparecen inevitablemente en sus diálogos, pues “Sólo el que sabe es bueno, sólo el sabio puede ser justo. Sólo el sabio puede ser bueno, puesto que sabe qué cosas son buenas y qué cosas no lo son. Sólo el sabio puede ser feliz.” (Platón)

En La República Platón produjo una teoría en la que todo se subordina al ideal del filósofo-rey, y esto se debe al hecho de que él, y sólo él conoce lo que es bueno para los hombres y para los estados.

La tarea de gobernar recaerá sobre aquellos que conozcan la idea del bien, es decir, sobre los filósofos, lo cual logra causar impacto en la época pues el filósofo ocupado en sus estudios en la Atenas de la época no parece ser el mejor individuo para dirigir la ciudad, pero en la ciudad ideal, que ha de ser gobernada de acuerdo con la idea de bien, los únicos que alcanzan ese conocimiento son los filósofos por lo que, ha de ser a ellos a quienes les corresponda gobernar, pues son los únicos que alcanzan el conocimiento de dicha idea y su gobierno estaría dominado por la sabiduría.

Platón afirma, y en eso se basa su teoría filosófica, que un gobierno debe estar regido por aquellos que han “visto la verdad sobre lo bello y lo bueno” y, por esto, hayan alcanzado la virtud y la esencia, es decir, los que tengan como idea central de gobierno la idea de la justicia y del bien, llegando así, a la conclusión de que el mejor gobierno tendría que estar constituido por filósofos, pues son aquellos que gobiernan por “deber”, porque son los mejor capacitados para ello y no se aferrarán al gobierno pues conocen “una vida mejor”. Además no introducen en su gobierno ninguna pasión infame como podría ser la avaricia por conseguir algo personal, sino que actuaran siempre por el bienestar de la polis.

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