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Filosofía


Enviado por   •  9 de Abril de 2015  •  911 Palabras (4 Páginas)  •  144 Visitas

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Planteamiento de Tomas de Aquino

EL CONOCIMIENTO

1. El hombre está dotado de un entendimiento inmaterial, como corresponde a la naturaleza individual del alma, que es única, capaz de conocer la esencia de lo real, lo que las cosas son en sí mismas.

2. El hecho de que el hombre sea cuerpo y alma y que ésta se halle supeditada al cuerpo en esta vida determina también la forma de funcionamiento del entendimiento, vinculado a los sentidos.

3. Todas las cosas están compuestas, como sabemos, de materia y forma. Los caracteres particulares -“sensibles”, porque son captados por los sentidos- le vienen a las cosas de la materia. La forma, esencia, es común a todos los seres de la misma especie, “universal”. Lo que el entendimiento humano conoce más adecuadamente es la esencia de las realidades sensibles. Pero no puede hacerlo por “intuición intelectiva inmediata”, seríamos ángeles. Al estar unido a un cuerpo, el conocimiento se inicia y tiene su origen en los sentidos. El primer momento cognoscitivo es la sensación, resultado de la acción de los sentidos sobre los objetos.

Con los datos que proporcionan los sentidos, elabora el entendimiento los conceptos, gracias a un complejo proceso llamado “abstracción” que tiene la función de salvar la gran distancia que separa lo particular del concepto universal. Es la capacidad del entendimiento de separar la materia de la forma, de captar lo universal que potencialmente existe en los datos particulares que proporcionan los sentidos. Obtiene los conceptos universales, objeto de su actividad más característica, en la que mejor se desenvuelve dada su naturaleza inmaterial.

El origen de todos nuestros conocimientos está en los sentidos. Explicar el conocimiento humano es establecer la colaboración que se da entre las cosas materiales, los sentidos y el entendimiento.

El primer grado de conocimiento es el sensible, la sensación, en la que captamos la “forma sensible” de las cosas; es decir, sus diversas propiedades, a través de los diversos sentidos.

Gracias a esto nos hacemos una “imagen” de las cosas, tenemos una representación de ellas que Tomás de Aquino denomina fantasma, ya que se producen en la imaginación o fantasía. Estas representaciones, aunque desmaterializadas, mantienen rasgos individuales de las cosas ye, en ese sentido, siguen siendo materiales. Para quitarles ese carácter y llegar al “universal inteligible” recurre a dos operaciones del entendimiento como ya lo hiciera Aristóteles: agente y paciente.

El entendimiento agente trabaja sobre el fantasma o representaciones sensibles arrojando sobre ellas una especie de luz que pone al descubierto lo que hay en ellas de inteligible. Esta operación termina con la elaboración de la “especie impresa” que es la manera en que el entendimiento “visualiza el objeto”.

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