Fundamentos de estética, sociología y filosofía del arte

Mijail Alvarado Almeida

27/10/2021

Fundamentos de estética, sociología y filosofía del arte

¿Qué es el arte, por qué es importante la tragedia para la visión del mundo occidental, qué es y cómo podemos entender (y experimentar) la catarsis según su autor?

Para Aristóteles el arte es una actividad exclusiva del ser humano en función de la imitación (mímesis), en la que los imitadores representan acciones buenas o malas y de forma óptima, aceptable o negativa. Estas formas de representar, indica el pensador, aplicables para todas las artes, constituyen la guía para determinar la diferencia entre comedia, representación del ser humano peor de lo que es, y, tragedia, que muestra al hombre en la mejor de sus versiones.

En consecuencia, Aristóteles observa a la tragedia como «una imitación de temas serios en un verso de gran vuelo»^[1], comparándola por esta definición con la epopeya. Además, el cuerpo que el filósofo griego le otorga a la tragedia constituye la estructura más básica con la que se cuentan las acciones de cuanto héroe ha existido desde aquel entonces hasta la actualidad. En su Poética, Aristóteles teoriza y establece elementos cimentales para la construcción literaria: «la fábula o trama, los caracteres, la dicción o elocución, el pensamiento, el espectáculo, y la melodía»^[2]. De aquí la relevancia de la mirada aristotélica puesto que establece la estética del relato occidental. Sin embargo, uno de los términos que más llama la atención es el de “catarsis” puesto que, debido a la incompleta obra aristotélica que conservamos, es un término que no se ha terminado de definir a cabalidad y del cuál se ha debatido hasta el cansancio, encontrando como único punto intermedio considerar a la catarsis como una experiencia relacionada a los sentimientos de piedad y temor. En cuanto a la piedad, de la manera más específica, Aristóteles nos habría dado una pista importante en su Retórica. Esta consideración especial en torno a que la piedad recaería en la proximidad de la experiencia negativa, Ángel Sánchez Palencia lo ilustraría de la siguiente manera:

Es claro que sentimos más hondamente conmiseración del desconocido que muere en accidente de tráfico que del desconocido que muere de inanición en el Tercer Mundo; pues frente al primer mal nos hallamos en situación consciente de que puede sucedemos a nosotros o a alguno de los nuestros; mientras que el segundo mal no es probable que lo suframos los habitantes del mundo occidental. […]^[3]

La experimentación de la catarsis, en consecuencia, a causa de la indefinición del término por parte de Aristóteles, sería una experiencia personal del encuentro de cada lector con la tragedia (por extensión con la literatura) y supondrá nuestra facultad, o ausencia de esta, para vernos afectados por los diferentes personajes y sus conflictos.

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