George Berkeley

George Berkeley

(Dysert, Irlanda, 12 de marzo de 1685 - Cloyne, id., 14 de enero de 1753)

Escribió un gran número de obras, entre las que se pueden destacar el Tratado sobre los principios del conocimiento humano y Los tres diálogos entre Hylas y Philonus. También está El analista, una crítica a los fundamentos de la ciencia, que fue muy influyente en el desarrollo de la matemática.

Recibió su educación en el Kilkenny College, y asistió a las clases del Trinity College de Dublín, donde acabó sus estudios en 1707. Permaneció en el Trinity College hasta lograr un título de profesor de Griego. Doctorado en teología, y decidió permanecer en el Trinity College de Dublín dando clases de Teología y Hebreo.

PF: ¿Son correctas nuestras concepciones de tiempo y espacio?, ¿Es el mundo físico una realidad?

Principal logro fue el desarrollo de la filosofía conocida como idealismo subjetivo. Su doctrina también se conoce como inmaterialismo, dado que negaba la realidad de abstracciones como la materia extensa.

• “No existen cosas con independencia del espíritu que las percibe”

Berkeley pensaba que éramos incapaces de sentir la materia de las cosas, lo único que sentíamos eran las sensaciones o percepciones de las cosas; y lo que nos permite esas sensaciones era una “voluntad o un espíritu”, nuestra alma. Por lo que las cosas no existen a menos que las perciba un sujeto o espíritu.

• “Cuando nos esforzamos por concebir la existencia de objetos exteriores, no hacemos sino contemplar nuestras propias ideas.”

Nuestra alma es la causa de nuestras ideas, como de nuestros sueños, por eso esas mismas ideas con las que soñamos son las mismas que vemos en el mundo de todos los días, pues así como en un sueño se puede tener la sensación de un golpe contra algo duro, lo mismo en la vida real, pues según Berkeley lo único que sabemos de los objetos exteriores es lo que percibimos de ellos, y dichas percepciones son las ideas de nuestra alma.

• “El tiempo y el espacio tienen una existencia dependiente al espíritu”

Tanto el tiempo como el espacio no son cosas naturales, son conceptos que inventaron los seres humanos, por tanto tuvieron que haber venido de una idea, o sea, del espíritu. Eso significa que al igual que los objetos, el tiempo y el espacio son sólo percepciones, por ejemplo lo que es una hora para nosotros, puede no ser lo mismo para Dios, el tiempo y el espacio son percepciones de las ideas.

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