Hawking O Jesucristo

Desde los inicios de la humanidad, hemos intentado darle una explicación a todo lo que existe, innumerables especulaciones y teorías se han creado e incluso un gran número de ellas nunca salido ni saldrán a la luz. Afortunadamente, nosotros quienes vivimos hoy en día, tuvimos la suerte de nacer en esta era, donde la cultura es más “suelta” o libre y permite la expresión y liberación de dichas teorías. Aun así varias e incluso pocas generaciones atrás, no contaron con dicha suerte de pertenecer a una época con “tanta” libertad intelectual y cultural; de las teorías que mencionaba, muchas por no decir todas, fueron censuradas a causa del cierre cultural y censura de aquellas épocas, mentes brillantes y cerebros atrevidos que quisieron mirar las cosas desde otra perspectiva, fueron censurados e incluso ultrajados, por aquella cultura autoritaria y dominadora que existía antes. Es difícil saber por dónde empezar este tipo de textos, ya que son tantas las cosas que generan un mismo problema, que se hace difícil saber dónde poner un punto de inicio al problema de hoy en día, que es saber si creer en la religión, que da una visión mítica, supersticiosa y por lo tanto improbable científicamente, o en la misma ciencia, que se comprueba y toma como verdaderas las cosas comprobables. A diferencia de siglos pasados, hoy en día hay tantas teorías y explicaciones para lo que hoy existe, que es muy complicado decir cuál es la que tiene la razón; por parte de la religión, innumerables explicaciones para el origen del mundo están inscritas en religiones como el Islamismo, el Hinduismo, Budismo y el Cristianismo, las cuales brindan una visión teológica al origen del universo. Por parte de la ciencia, teorías como las del Big Bang, Universo estacionario y oscilatoria y entre muchas otras teorías, que como mencione antes brindan una explicación a base de la observación, experimentación y recopilación de datos. El problema es a quien creerle, tantas teorías que tienen su “pizca” de sentido, para una sola verdad. Guiado por la frase de Parménides, lo que es Es, lo que no es no es. Si aquella teoría no es cierta, entonces no es la verdadera, si no es perfecta, no es la verdadera. Puede que una de esas tantas teorías sea la cierta, o incluso puede que ninguna sea la verdadera o peor, que ni siquiera estemos cerca de la verdadera. Actualmente, aún existen muchas personas que tienen la mente cerrada a una sola teoría o explicación, pero a diferencia de épocas pasadas, ese número de personas es realmente muy bajo. En eras pasadas, las religiones eran quienes regían las “mentes” de las personas, incluso hablar de una desviación a la teoría religiosa era considerado una blasfemia castigada con la muerte. Ni siquiera antiguos científicos fueron los únicos afectados por el escepticismo y dogmatismo predominantes del pasado, el mismo Jesucristo también fue víctima de estos dos “demonios de la filosofía”; quién trajo el cambio en la religión, quien afirmo ser hijo de Dios (lo cual no fue bien recibido por los religiosos de su tiempo) fue crucificado por no seguir a quienes exigían que se retractara. Galileo Galilei, quien fue amenazado de muerte si no se retractaba por aquellos quienes solo veían una sola posibilidad para la teoría de la existencia. Aún hoy vemos cosas similares a esta, la censura en cuanto a los avances genéticos, la clonación, las células madre entre otros enigmas. Puedo decir que no ha existido competencia justa entre la ciencia y la religión; quizá sea cierta la afirmación que dijo un día el cietífico Stephen Hawking: "Existe una diferencia fundamental entre ciencia y religión. La religión se basa en la autoridad,

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