Humberto Maturana

HUMBERTO MATURANA

“Prefiero no conocer, sino amar”,

Cuando me dijeron que tenia hacer un ensayo sobre Humberto Maturana pensé que lata, de nuevo tratar de entender a un pensador con una realidad y conceptos alejados de mi vida, generación y pensamiento.

Cuando se escucha de Humberto Maturana, la primera imagen que se recibe es la de un Científico, Biólogo renombrado, reconocido internacionalmente, pero escasamente entendido solo por algunos, en otras palabras está la idea de que Humberto Maturana solo es accesible para los intelectuales.

Humberto Maturana Romesín nació en Santiago de Chile, 14 de septiembre de 1928, es biólogo y epistemólogo chileno, estudió en el Liceo Manuel de Salas, Medicina en la Universidad de Chile, Anatomía y Neurofisiología en la University College London, en 1958 obtuvo el Doctorado en Biología de la Universidad Harvard, en Estados Unidos.

Maturana ha desarrollado trabajos conjuntos con otros investigadores, entre los que se destacan Francisco Varela, quien al principio fue su discípulo y luego colaborador, también desarrolla colaboraciones con Ximena Dávila Yáñez, con quien funda un Instituto llamado Matriztico, desarrolla investigaciones con lo Doctora Verden-Zollet , el biólogo Jorge Mpodozis y con otros renombrados investigadores nacionales e internacionales.

Después de ver la biografía de este personaje y sus pergaminos académicos pensé que tenia razón en mis prejuicios acerca de el, sin embargo al empezar leer las fotocopias que me habían pasado me encontré con un científico que rescata y da la mayor de las importancias en un ser humano al amor que pueda sentir hacia los demás y finalmente hacia el mismo, en ese momento me di cuenta que mis prejuicios eran solo eso, que lo que estaba leyendo era del todo comprensible y mas aun lo compartía plenamente, es decir Humberto Maturana estaba diciendo y tratando de respaldar científicamente algo que creía era un discurso que solo podía escuchar en una Iglesia o en un Gurú iluminado, pero no en un científico con el renombre de Maturana.

Maturana dice que la mayor parte de las enfermedades de los seres humanos, sino todas, surgen desde el desamor y se curan desde el amor en el amar y en ese instante efectúa un rescate de la emocionalidad tantas veces minimizada en función de la razón, o lo que llamamos racionalidad, como un elemento importante en el desarrollo conductual de las personas, las sociedades y finalmente las culturas que forman los seres humanos. Con este tipo de afirmaciones Maturana reconoce que inicialmente sufre la incomprensión del mundo académico, fundamentalmente debido a que no ofrece una respuesta científica de como tratar a quienes viven en el mal-estar en el vivir, con el encuentro que tiene con la Orientadora y Doctora Ximena Dávila, Maturana logra dar forma a lo que el sostiene inicialmente como una idea, la cual se refuerza con el conocimiento de las terapias que desarrolla la Doctora Vidal con sus pacientes.

En conjunto desarrollan el concepto de “LA MATRIZ BIOLOGICA HUMANA” para referirse a que la humanidad es posible de comprender, modelar y modificar a partir de la biología del conocer y la biología del amar constituyendo una matriz relacional. El entendimiento de este concepto nos permite vernos a nosotros mismos como seres autónomos y que se respetan a si mismos y a los otros.

Maturana nos habla de la fuerte influencia que tiene en los seres humanos la relación materno-infantil y el carácter formador que esta tiene en la emocionalidad, la conducta, la ética y la capacidad de colaborar desde el respeto por si mismo y por los otros al no tener miedo de desaparecer en la colaboración. En este concepto Maturana ve una gran oportunidad para mejorar las personas y finalmente las sociedades en los aspectos de bienestar material y psíquico. Al modificar o mejorar las relaciones materno-infantil

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