Reflexiòn De Emociones Y Lenguaje En Educación Y Política De Humberto Maturana

Reflexión de Emociones y Lenguaje en Educación y Política de Humberto Maturana

Por María Álvarez

Descartes sostuvo en su oportunidad, y en cuanto al ser humano que su existencia estaba dada por la razón, con su célebre “yo pienso, luego existo”; sin embargo, es mucho el devenir histórico que ha habido en la humanidad, hasta lo que se desprende del discurso sostenido por el Biólogo Humberto Maturana, quien refiere acerca del mencionado ser humano, que éste se emociona, lenguajea, razona y derivado de todo ello existe; es decir, desarrolla las acciones que dan cuenta de su existencia.

Así, iniciando la revisión de la obra de Maturana, se tiene que el único ser vivo que compite con su otredad es precisamente el hombre, en cualquiera de sus géneros, y es que la victoria de uno implica la derrota del otro; pero, en la evolución de lo humano lo que actúa es la conservación de un modo de vida, en el que se comparten alimentos, ocurre el placer de la convivencia, con encuentros sensuales entre machos y hembras y los consecuentes hijos generados, en la interacción propia de tal modo de vida. Se hace relevante acotar, que ninguna acción se lleva a cabo sin que el ser humano haya experimentado previamente una emoción; es decir, que se emociona y a partir de allí se genera su acción. De hecho, cuando se argumenta dificultad para desarrollar una actividad, lo que está ocurriendo en verdad es que existe un no querer hacer implicado en esa dificultad.

Vale agregar, que el amor más que un sentimiento es una emoción, que se corresponde con la aceptación del otro como un legítimo otro en la convivencia propia. Es así como, se habla de lo social cuando desde el referido amor ocurre la convivencia, que no niega la existencia del otro y permite la evolución de cada individuo que integra la sociedad. Cabe destacar, que el lenguaje ocurre en las interacciones que implican coordinaciones consensuales de acciones, caracterizadas por ser recurrentes, extensas y envueltas en una aceptación de la otredad que implica la emoción del amor, potenciándose así el desarrollo físico, conductual, psíquico, social y espiritual de niños y niñas, además de la salud física del adulto en esas mismas áreas.

Ahora bien, el ser humano se encuentra clausurado desde el punto de vista biológico; sin embargo, en las interacciones entre quienes conviven se da el lenguaje, en un fluir de coordinaciones consensuales de acción, por lo que el lenguaje no es un modo de comunicación compuesto por símbolos que emergen del cerebro humano, sino que está implicado en las interacciones sucesivas de coordinaciones consensuales, que desde la aceptación de sí mismo y del otro como legítimo otro, dan cuenta de la existencia del fenómeno social.

Es así como, la educación, que es fenómeno social, se desarrolla en forma recíproca como una transformación, que conlleva a que las personas aprendan a vivir, de acuerdo al modo de convivir del entorno donde viven. De allí, que la referida educación es fundamental para que el ser humano aprenda a aceptarse a sí mismo, y al percibirse aceptado y respetado, aprenderá a aceptar y a respetar su otredad, que es la base de la convivencia de la sociedad, descartando así la perniciosa competencia que implica la negación del otro como legítimo otro. Así, la esencia del fenómeno social, y por consiguiente de la convivencia humana es el amor, y cuando el ser humano aprende a respetarse a sí mismo y al otro como legítimo, a la par que reflexiona sobre ello, puede aprender cualquier hacer, que estará vinculado al contexto donde vive.

Cabe señalar, que esta noción de respeto y valoración en el amor a lo autóctono, constituye la identidad nacional, la cual está establecida como una de las finalidades de la educación venezolana. Vale acotar, que tal como lo refiere Maturana, la educación media y la universitaria

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