Hundir O Nadar

La nación es la belleza; representa quienes somos y se queda como el impulso de nuestra sangre. Sin ella, nos damos por vencido. Marina de Justo Sierra es una obra lucida y elegante sobre una nación a punto de formarse. Para incorporar el movimiento envolviendo la obra, el romanticismo sigue siendo importante porque es la voz del autor—el “yo”—que conduce el narrativo. Empieza con, “Yo os contaré una historieta” no de la vida de la protagonista Marina, sino de la provincia que es una marina (Sierra 3). Alegoricamente, nos queda Marina que cumple el papel de la nación; nos queda el amor inalcanzable entre Marina y el marinero como Don Juan y, al otro lado, nos queda el amor verdadero y maduro que provee Ramón a Marina, pero ella lo rechazó. Entonces, ¿cómo funciona Marina con los otros elementos y, desde una vista global y nacional, que representan? Mediante la combinación de los elementos ya dicho, las implicaciones de las relaciones y otros factores, haré un análisis de la obra para demostrar que Marina (o la oportunidad de formular una nueva nación real) estaba horriblemente equivocada en sus acciones suicidas y egoístas y dejó la nación como un producto de imaginación—solo una noción de una nación.

Para mi, es importante a sembrar la recapitulación para florece el análisis: Marina es seducida por el marinero al que ama muchísimo, y él dice que la haría su esposa, pero, se aleja de ella para nunca volver. Su padre, que es sumiso y sabio pero demasiado generoso, le plantea al padre del marinero (también su jefe) la necesidad de que sus hijos se casan, como social contrato en matrimonio, pero el jefe le dice que ha mandado a su hijo rubio y gringo a Barcelona, a fin de que su hijo olvide a Marina. Por eso, Marina tiene ganas de morir pero Ramón, su amigo que siempre la ha amado, le ofrece casarse con ella y darle nombre a su futuro hijo, o el producto de una fusión de culturas. Eventualmente ella lo acepta y, cuando pasa la boda, Ramón le impone que lleve el velo blanco durante el ritual social—el velo blanco que solo pueden llevar las vírgenes durante una ocasión así. Consecuentemente y lentamente, ella se suicida ahogándose en la infinidad del mar. Encima del punto donde ella sumergió, flota el velo blanco como una señal de una posibilidad clara de nación, ahora perdida.

Supongo que debería empezar desde la entrada al cuento, cuando Sierra nos suministra una gran descripción de la provincia de una marina (ubicada afuera de la ciudad). Elocuentemente escribe, “Los días estivales son, en mi país natal, ardientes y luminosos por extremo... cuán dulce es la respiración de las olas, qué perfumado y tibio el viento, qué risueñas las flores...” y frases como “...el vaivén refrescador de las hamacas” y “Entre aquella armonía... rodeadas de una vegetación tan brillante, tan verde...” nos intenta dar no solo su paisaje, sino también su natalidad, origen integral y identidad (3-4). A continuación, lógicamente lleva sentido qué encarna este ambiente cuando redacta “Allí la vida es dichosa... todo ese color... esa luz... ese aroma encarnados en una muchacha de dieciséis años...” (4). Definitivamente, puede decir que Marina representa la marina y la nación. Ella es la naturaleza, vive pobre (como la naturaleza porque vivir naturalmente es vivir pobre), e inocente como la tierra; pero lleva sus defectos: es enamorada en un marinero extranjero que piense en Marina como una cosa para aprovechar, jugar y, después, desechar como una muñeca harapienta a la basura. Además, es depresiva y melancólica y los permite controlarla porque, al final, se

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