LA PAZ DEL MUNDO COMIENZA EN UNO MISMO

LA PAZ DEL MUNDO COMIENZA EN UNO MISMO.

Ante cualquier tipo de guerra, por el momento  no hay poder humano ni divino que la pueda combatir, está con nosotros desde los inicios de la humanidad misma, nos persigue como una especie de maldición que el hombre jamás ha podido dejar atrás, pues la historia nos lo dice; la envidia, el afán de poder, la religión, el expansionismo, el honor, el amor  y el sentimiento más noble a lo largo de nuestra existencia han sido objeto de guerra entre los individuos y entre las diferentes naciones del mundo moderno y antiguo.

En la actualidad, los brotes de violencia, que se manifiestan constantemente en todos los ámbitos de la vida diaria, han tomado un rol protagónico en nuestro espectro social. Hoy vivimos tiempos muy difíciles y complejos, la violencia y agresividad a llegado a normalizarse y aceptarse como una conducta habitual del ser humano, ya sea psicológica, física o cibernética. A través de las generaciones y en la actualidad con mayor fuerza la violencia aparece como el medio más rápido para conseguir los objetivos que nos exige nuestro sistema de cultura y creencias. Estamos en un sistema educativo que divide, promoviendo la obediencia sin razonamiento y con ello situando a los individuos desde su infancia en un medio altamente competitivo para la obtención de bienes materiales y nunca para la madurez y desarrollo emocional del Ser. Desde nuestro nacimiento se nos instruye a sobrevivir bajo estándares de suma violencia, dado que es la forma más fácil de educar en lugar de promover la diversidad, el amor, el respeto y la tolerancia.

Es real que ningún ser humano se niega vivir en paz. Evidentemente somos más los que queremos y exigimos un mundo con estructuras sólidas y firmes que nos brinden un entorno de armonía entre los individuos, sin embargo, a pesar de los grandes esfuerzos sociales es oportuno reconocer que somos una sociedad violenta. Es necesario hablar de desigualdad, discriminación, bullying escolar, bullying cibernético, violencia de género, feminicidio, trata de personas, narcotráfico o incluso terrorismo. Es necesario aceptar nuestra responsabilidad y reconocer que solo nuestra falta de conocimiento y nuestra inmadurez colectiva socialmente, es la que nos tiene inmersos en un nudo de violencia del cual, hasta el día de hoy, no podemos salir sin agredirnos.

Es por ello, que para mí es de suma importancia, conocer, estudiar e incorporar en mi educación; cursos, talleres o diplomados, que me proporcionen información y herramientas necesarias, para coadyuvar de forma personal en mi entorno, promoviendo de forma activa  la erradicación de la violencia entre los seres humanos.

LMEF1187

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