LA POSTULADA ARMONIA ENTRE EL DEBER Y LA REALIDAD.

LA CONCEPCIÓN MORAL DEL MUNDO

1. LA POSTULADA ARMONIA ENTRE EL DEBER Y LA REALIDAD

“La autoconciencia sabe el deber como la esencia absoluta”, un el objeto tomado como un saber inmediato que no es objeto exterior con respecto que sea realmente conciencia, pues se encuentra prisionera en sí, independiente y desinteresada de la naturaleza exterior a la que no se siente vinculado pues posee sus propias leyes. Por lo cual en medida que sea más libre la autoconciencia, más libre se vuelve también el objeto negativo de su conciencia, dicha conciencia moral y naturaleza se enfrentan con cierta reciprocidad independiente e indiferente.

Dicho lo anterior partimos de la determinación de cosmovisión moral del mundo la cual consiste en una relación (por el inevitable actuar, cumplir o realizar, cosa que implica el deber)   completamente contradictoria pues por una parte se conciben unos términos como igualmente libres e independientes y recíprocamente indiferentes entre un en sí y para sí moral y un en sí y para sí natural, relación independiente. Por otra parte la conciencia considera el deber como lo  único esencia y a la naturaleza como inesencial y dependiente, son estas pues las premisas que se desarrollan en la concepción moral del mundo como opuestas y con relación.

El deber es para la conciencia moral real y activa. Al cumplir con este deber, su esencia y la conciencia moral experimentan que la naturaleza no se cuida de unir su realidad con la propia, si no que puede hacerla feliz o infeliz. La conciencia moral toma en la naturaleza sólo ocasión para obrar, sin que la naturaleza proporcione dicha de ejecución y goce de consumación. Al contrario la conciencia moral halla razones para lamentarse del inoportuno entre ella y la existencia es decir la realidad y de la injusticia que la limita a tener su objeto sólo en el puro deber pero negándole el verse realizado y así verse realizada a sí misma.

Hegel propone dos postulados que son:

• ARMONÍA DE LA  MORALIDAD LA NATURALEZA OBJETIVA: Cuyo fin total de la conciencia no es puramente moral sino la realización de su singularidad con su lado natural y el que la naturaleza forme unidad con dicho fin entero de la conciencia moral. Al usar el término fin entero nos remite a la armonía  de moralidad  y naturaleza. Este fin contiene la realidad que es el pensamiento de la realidad.                                                                                                                                                          

• ARMONIA DE LA MORALIDAD Y LA VOLUNTAD SENSIBLE: Tampoco es un en sí como el primer postulado, en que la armonía cae fuera, sino que la naturaleza aquí está en ella misma. Aquí se trata de armonía propia del sí mismo actuante que éste tiene que crear progresivamente, pero remitiéndose al infinito, pues si se cumpliera o realizara la conciencia moral misma quedaría suprimida. “En la armonía desaparece la moralidad como en la conciencia moral desaparece su armonía. Por eso la perfección no puede alcanzarse realmente sino que debe pensarse solamente como una tarea absoluta que sigue siendo una tarea. Pero al mismo tiempo, sin embargo, su contenido debe pensarse que debe, sencillamente ser y no quedarse en tarea la representación determinada conduce a contradicciones la moralidad acabada quebrantaría la santidad de la esencialidad moral y haría desaparecer el deber absoluto”. (Hegel, Fenomenología del espíritu. Pág. 355)

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