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La Actitud Analítica


Enviado por   •  29 de Junio de 2014  •  664 Palabras (3 Páginas)  •  934 Visitas

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La actitud analítica.

Sairi Tupac Monjardín Cruz

Si estamos convencidos, por una parte, que hay nubes en el cielo, entonces no podemos sostener por otra, que tenemos idea alguna de si hay nubes en el cielo. Pero para pronósticos del clima hay que saber si lo que dice el filósofo es correcto. Es necesario responder si las cosas son como dice. Esto no hace mucho favor al filósofo, no se le toma tan en serio aunque tampoco se le trata como un loco. Su conocimiento, sin embargo, no parece obligatorio para los demás, en el mejor de los caso, su saber simplemente nos conmueve.

Quien dice A también tiene que decir B. Para Moore esto significaba que había que ser cuidadoso y que solo podía afirmarse A cuando se había verificado que uno también podía sostener B. Se considera a menudo que la tarea de la filosofía consiste en esbozar una imagen unitaria, simple y amplia, del mundo, del hombre, del saber, de lo bueno y de lo malo. Cuanto más amplias son estas construcciones, tanto más difícil es coincidir con los hechos; y cuanto más simples son, tanto más claros son. Pero también por esto deben violentar, con tanto mayor rigor, los hechos. Por lo tanto, para poder dar seguridad a un sistema, es necesario un enorme trabajo de detalle.

“La filosofía analítica tomó y conservó su nombre de los procedimientos de análisis de Moore y Russell, ambos tomaron como modelo la actitud analítica: el examen de las afirmaciones filosóficas desde sus consecuencias; la desconfianza ante las concepciones apresuradas y profundas; el cuidadoso trabajo en detalle; la exigencia de claridad y de prueba intersubjetiva; brevemente, la convicción de que los patrones usuales del cuidadoso trabajo científico tenían también que valer para los filósofos.”

Para Moore lo bueno no es una afirmación puramente empírica. El concepto bueno es simple y no analizable. Para Moore había dos cosas, la simpatía personal y el placer estético. Lo bueno, al no ser analizable, no se puede definir empíricamente. En la definición de un concepto como “bueno” se mezclan dos mundos, el empírico y natural con el mundo no empírico y no natural de los valores. Para Stevenson los enunciados valorativos no son aserciones que puedan ser verdaderas o falsas. No son afirmación alguna. No son usados para informar, comunicar, describir, no expresan ninguna convicción ni opinión. Sirven para provocar en el oyente actitudes positivas o negativas. Stevenson dice que estos enunciados no se pueden ser tratados con una argumentación racional. Aunque Toulmin dice que sí, Que cada parte debe utilizar las reglas del razonamiento para dar razones para una decisión.

Hare en consecuencia desarrolla la lógica de los imperativos, pues hasta ahora la lógica se había encargado de las proposiciones y los enunciados valorativos no había sido tratados de esta manera. Mediante

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