La Libertad Como Fuerza De Construcción Del Yo

La definición de la libertad según un diccionario dice lo siguiente:

Libertad, es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar. Este es un concepto frio y sin emoción. Además es muy general, siendo que la libertad es algo muy individual. Es poco viable el tomar este concepto para la vida personal puesto que como seres humanos que somos tendemos al cambio, sea de nuestras ideas, nuestras acciones y sobre todo de nuestras emociones. Por lo tanto un concepto que pareciera claro y objetivo no es aplicable si se trata de un tema tan abstracto y subjetivo.

Se hace un uso de la palabra libertad múltiple y efímera. La libertad se puede definir como un calificativo o bien como un sustantivo. Existen diferentes tipos de libertades como libertad de expresión o libertad de pensamiento. Por eso es que podemos llamar a la libertad como un calificativo. Es un sustantivo pues, por si sola, la palabra significa un valor de la humanidad. También existe el verbo liberar. Obviamente el acto de ser o hacer libre. Porque se puede hacer libre, tanto uno mismo como alguien, o algo más. Para que exista la libertad es necesario entonces liberarnos.

No me basta saber que soy libre yo, debo ser un constructor y un apóstol de la libertad.

La libertad es un deber no solamente individual sino también social. Es sentir la necesidad de desarrollar y perfeccionar tu propio yo; pero con el mismo entusiasmo y empeño, con la misma fuerza, velar por la construcción de una sociedad más justa, más fraterna. Una sociedad en la que no haya esclavos del poder, del tener, del placer, sino personas libres, completamente libres, con aquella libertad con la que Cristo nos liberó.

Para los cristianos, fue el gran predicador y maestro de la libertad. Durante su vida mortal liberó al hombre del dolor, del pecado, de la muerte.

Lo que ata al ser humano, lo que lo amarra, lo que lo esclaviza, lo que le impide caminar y respirar el aire puro de la libertad, es el pecado, la rebelión contra Dios, la negación del amor.

La libertad es dar a todo el cuerpo la salud, la belleza y la armonía: dar a la inteligencia y a la voluntad todas las ideas y todo el bien, dar al corazón todo el amor que soy capaz.

La libertad soy yo mismo construido, hecho, completo. Libre es el que venció el miedo a hablar en público, el que es superior al sentimiento de envidia, el que se desinstaló de la comodidad. El que se ríe de la superstición y de los horóscopos, el que se despoja de prejuicios, el que prefiere la aprobación de su propia conciencia a la de la opinión pública; el que tiene confianza en sí mismo; el que sabe controlar la cólera, el odio, la violencia y todas las demás formas del instinto que se albergan en el cuerpo y en el alma. El que se entrega a una causa verdaderamente digna de ser abrazada; el que coloca la propia voluntad en sintonía con la voluntad de Dios, dejándose vencer por El. “Donde está el espíritu de Dios, ahí está la libertad”

En cuanto a lo efímero de la palabra se puede decir que la usamos muchas veces sin pensar en su significado, o peor aún no la usamos. El principal problema es que no conocemos su verdadero significado y no le damos la importancia que merece.

La libertad es un concepto abstracto ya que según los factores del individuo que se encuentre definiéndola, llámese sociedad, cultura, edad, en fin todo lo que define una persona, es como hará su definición.

El concepto de libertad debe ser precisamente personal e independiente. La libertad contiene intrínsecamente a la independencia. Estas dos tienen una relación mutua pues una no puede vivir sin la otra. Cuando se llega a la independencia total del ser se puede llegar a ser libre. Una vez que uno es libre ya no dependerá de nadie para tomar sus decisiones. Serán propias y únicas del ser.

Pero, ¿si la libertad es una definición personal, como se puede vivirla en sociedad? A través de la historia hemos visto como innumerables autores de alto intelecto como pueden ser Platón, Sócrates, Nietzche, Marx, etc., han intentado definir lo que debe de ser la libertad. Bajo su marco histórico y cultural tal vez estaban en lo correcto. Sin embargo al tratar de pasar esos conceptos a nuestra sociedad actual nos encontramos con un paradigma pues no son aplicables por nuevos factores, como es la tecnología, o es necesario modificarlos y de ese modo no se respeta la idea original del autor ciento por ciento.

Platón, por dar un ejemplo, explica que la Libertad va a consistir en el bien más preciado de las democracias. Esto es válido tal vez para una democracia que se respete, ¿pero qué pasa con un país donde la democracia no se respeta?. Además en la

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